Redacción. Dentro del Plan de Ahorro Energético Municipal, el Ayuntamiento de Huelva avanza en la mejora del alumbrado público de la ciudad. La última actuación en este sentido se ha centrado en el refuerzo de la iluminación de la avenida Pío XII.
Como explica el teniente de alcalde de Infraestructuras y Servicios Municipales, Felipe Arias, objetivo principal era solucionar un problema derivado de las farolas existentes, de casi 12 metros de altura, que al convivir con la arboleda de gran porte que caracteriza esta avenida, provocaba una pérdida de calidad lumínica, ya que las frondosas copas cubrían de manera permanente las lámparas, quedando escondidas y perdiendo intensidad. Para remediarlo, se ha apostado por renovar las farolas, apostando por columnas de 6 metros de altura, con doble lámpara, salvando la copa del árbol.
La actuación se ha aprovechado además para incidir en el ahorro energético, al sustituir las bombillas de vapor de sodio de 400 watios, por tecnología web, que incrementando la luminosidad rebajan el consumo a 150 watios.
Sin embargo, la principal novedad estriba en la instalación, de manera experimental, de un sistema de encendido y apagado electrónico, programable con múltiples posibilidades, que permite regular la intensidad lumínica de toda la avenida por control vía satélite, según la época del año o el uso.
Esto significa que desde un ordenador, incluso desde un Smartphone, se puede controlar no sólo el encendido y apagado de las farolas según las horas de sol, sino también el refuerzo de la intensidad del alumbrado en las horas punta de tráfico, la celebración de eventos en la ciudad o la atención a un accidente, por poner algunos ejemplos. A estos beneficios, se suman las repercusiones para el ahorro energético y económico, ya que permite adaptar el consumo a las necesidades reales de la calle y de la ciudad. “Como en nuestros hogares” explica Arias, “que encendemos o apagamos las luces, incluso reforzamos la iluminación con lámparas adicionales en función de nuestras necesidades, pero a escala de ciudad, con el ahorro y la eficacia en la gestión que ello supone”.
El teniente de alcalde de Infraestructuras y Servicios Municipales ha destacado que el Ayuntamiento de Huelva lleva años apostando por un modelo de ciudad en el que la tecnología tenga un peso específico en la gestión funcionamiento diario de los servicios, “llevamos invirtiendo años para convertir Huelva en una ‘Ciudad Inteligente’ y esto significa, utilizar la tecnología para un mejor aprovechamiento de los recursos, para hacer una gestión más sostenible, que nos permita generar riqueza y responder a las demandas reales de los ciudadanos, aportando calidad de vida”.
Entre las iniciativas de ‘Smart Cities’, destaca la apuesta por la tecnología aplicada a la eficiencia y gestión energética y en este sentido, la Concejalía de Infraestructuras y Servicios Municipales del Ayuntamiento de Huelva tiene en marcha proyectos para dotar a la ciudad de Huelva de las tecnologías necesarias para la mejora y optimización de los servicios públicos, utilizando las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC).
Desde el año 2010 hasta la fecha, se han ido realizando proyectos y actuaciones encaminadas a la eficiencia energética, logrando una reducción del consumo energético, sin disminuir los niveles de iluminación. Entre estas actuaciones, destacan la sustitución de los equipos de encendido por otros electrónicos, regulables y programables, como el implantado en Pío XII, pero también otras actuaciones como la sustitución de lámpara de vapor de mercurio, las clásico de globo y otras más obsoletas por modelos más eficientes, la instalación de equipos de tele gestión en los centros de mando del alumbrado público, la apuesta por la tecnología web o la implantación de un Sistema Integral de Gestión con la cartografía y los datos de alumbrado público integrados.
Con estas actuaciones que se están realizando, el Ayuntamiento está consiguiendo beneficios energéticos como el fomento de la eficiencia energética, la disminución de las emisiones y la huella de carbono o la reacción de forma rápida ante circunstancias que aumenten los consumos energéticos, pero también de eficacia en la gestión, para detectar en tiempo real fallos en consumos o el mantenimiento programado de todas las instalaciones. A estas mejoras se suman los incentivos económicos, entre los que destacan el ahorro en la factura eléctrica, la reducción de costes y la rápida amortización de las inversiones.
Como ha destacado Felipe Arias, “dado el peso específico que supone el gasto energético derivado del alumbrado público en las ciudades, toda eficiencia energética tiene un impacto muy significativo sobre los consumos, las emisiones y los presupuestos, por lo que seguiremos trabajando para mejorar la iluminación de la ciudad”.
