G.M.I. Manuel Domínguez es un intrépido andevaleño, que como muchos jóvenes españoles han emigrado al extranjero en busca de nuevas experiencias y oportunidades. Nacido en Alemania, Manuel repite la misma experiencia que sus padres que fueron emigrantes, aunque cuando sólo tenía dos años volvieron a España.
A pesar de sus orígenes alemanes, este joven onubense se ha criado en la localidad andevaleña de El Almendro. En Huelva se formó como ingeniero técnico industrial y cuando finalizó sus estudios, a pesar de su intención de acceder al mercado laboral, asegura que le convencieron de que no era el momento de buscar trabajo y que sería mejor seguir formándose. Por eso decidió hacer la ingeniería superior y estudiar inglés en el extranjero, concretamente en Dublin.
La aventura no era solo de Manuel, su novia decidió emprender el viaje con él ya que la situación en España no estaba muy fácil para los jóvenes recién licenciados. Juntos empezaron a buscar trabajo en Austria, en una plataforma en Internet de empresas, de esta zona, que buscaban ingenieros en España, le salió una oportunidad y no dudaron en lanzarse a la aventura.
Actualmente, nuestro onubense por el mundo y su pareja llevan un año y dos meses en Austria, en una ciudad llamada Dornbirn, una zona muy industrializada que linda con el sur de Alemania, suiza y el norte de Italia.
-¿Cuál era tu nivel de idiomas al llegar?
Mi nivel de inglés era bueno para poder comunicarme gracias a los cursos, y sobre todo las estancias en el extranjero, pero mi nivel de alemán era bastante bajo. Ahora después de un año puedo comunicarme mejor con el alemán, si bien resulta ser un idioma difícil de aprender.
-¿Cuál es tu balance de la experiencia?
Una experiencia muy positiva tanto profesional como personalmente. Profesionalmente creo que estoy viviendo una experiencia que en España actualmente es casi imposible, aprendiendo muchísimo y creciendo como Ingeniero, al mismo tiempo que conociendo un idioma nuevo. También estamos conociendo a mucha gente nueva, austriacos y españoles, cada vez somos más los que vivimos en el extranjero.
-¿Cómo es vivir ahí, en Dornbir? ¿Es muy diferente a España?
Dornbirn, la ciudad más grande de la región de Vorarlberg de Austria. Esta región está en un valle de los Alpes, pegada a la frontera con Suiza. Aunque es la ciudad más grande de Vorarlberg, solo tiene unos 45.000 habitantes. Pero a mí me encanta, esta todo a mano, puedes ir andando a todos sitios o en bicicleta, que aquí se usa muchísimo. Además al ser un valle está muy bien comunicado con las demás ciudades, solo hay un tren que recorre el valle de arriba abajo. De casa al trabajo solo tardo 20 minutos.
Es muy diferente a España, sobre todo en el clima. En invierno nieva mucho, pero al vivir cerca de los Alpes tenemos las pistas de esquí a 20 minutos, y es un buen entretenimiento en invierno.
En verano tenemos un clima suave, hay muchos ríos donde podemos bañarnos y también está el lago Constanza, que tiene bastantes zonas habilitadas para el baño, como playas artificiales que están muy bien para tomar el Sol y darse un bañito, aunque nada comparable a “mi playa” de La Antilla.
Después de encontrar el trabajo me di cuenta de que un amigo onubense que estudió conmigo en la universidad estaba ya aquí en Dornbirn trabajando. Así que fue fácil adaptarse aquí.
-¿Y sus habitantes, cómo son?
Son un pocos más fríos que los españoles. Son muy amables y educados, especialmente algunos compañeros del trabajo me han ayudado mucho a adaptarme, nos han enseñado lugares, salir con otros amigos…pero es otra cultura.
-¿Qué estás haciendo en estos momentos?
Estoy trabajando como ingeniero en el departamento de I+D de una empresa llamada Robotmech que se dedica a fabricar piezas de prototipos. Estas piezas se hacen con impresoras 3D SLT que son desarrolladas por nosotros.
-¿Te has marcado algún nuevo objetivo o reto?
Mi objetivo ahora mismo es seguir aprendiendo tanto en el trabajo como en el idioma. Y convertirme en un gran profesional.
-¿Qué piensa tu familia de tu aventura?
Contentos y tristes a la vez. Contentos porque me va bien, tengo buen trabajo, vivo con mi novia y somos muy felices. Y tristes porque estoy fuera de casa. Se les echa mucho de menos, a ellos y a toda mi gente.
-¿Y tus amigos?
Al principio me decían, “¡estás loco!”, ”¡ cómo te vas a ir!”, y ahora cuando vienen a visitarme y les enseño esto, les encanta y siempre me dicen antes de irse que quieren venirse a vivir aquí.
-¿Cuáles son tus planes futuros?
Intentamos no planear nada a largo plazo, porque nunca se sabe los giros que te da la vida: ¿quien me iba a decir a mí que iba a acabar aquí en Austria con mi novia, trabajando los dos, y viviendo una experiencia tan bonita?. Intentamos vivir día a día, con planes a corto plazo.
-¿Piensas volver a España, a Huelva, en breve?
Pienso volver de vacaciones por supuesto. Pero definitivamente no nos lo planteamos aún. De momento el día a día está aquí.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
Sobre todo familia y amigos, aunque sea un tópico. Pero también la alimentación de nuestra tierra, sobre todo el “pescaito”, que aquí hay muy poco pescado.
-¿Recomiendas a todo el mundo que viva un tiempo fuera de España? ¿Por qué?
Totalmente recomendado por mí parte. No sólo porque haya trabajo sino por conocer nuevas experiencias, nuevos amigos, nuevas culturas. Una experiencia en el extranjero siempre te cambia la vida. Luego ves las cosas de otra manera. ¡Hay que probarlo!
-Un mensaje a los onubenses…
Que sean inquietos, ambiciosos, inconformistas. Que se animen a salir de casa, a conocer el mundo.
2 comentarios en «Manuel Domínguez, de El Almendro a Dornbirn, Austria»
Grande Tecno. Eres un crack!!!
Un abrazo para los dos!!!