Mari Paz Díaz. La Faja Pirítica onubense ha fascinado a civilizaciones de todo tipo desde la Antigüedad. Pero lejos de haber perdido su interés, sus características únicas continúan generando el interés de científicos, académicos, empresas y ciudadanos en general.
Y no es extraño porque sus datos ponen de manifiesto su importancia a nivel mundial, siendo no sólo llamativa por la belleza inquietante de su paisaje, sino también por cuestiones económicas y de estudio.
La Faja Pirítica Ibérica ocupa una banda arqueada de 250 kilómetros, contando la parte española con una longitud de unos 120 y una anchura media de unos 30 kilómetros. Según el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), su característica distintiva es la existencia de un complejo vulcanosedimentario en el que se sitúan algunos de los mayores yacimientos de sulfuros masivos polimetálicos del mundo, siendo Huelva la provincia de sulfuros masivos con mayores reservas del mundo, aunque también son de destacar también los yacimientos de manganeso y de carácter vulcanogénico.
En total, incluye más de 80 yacimientos, algunos de ellos de los denominados supergigantes, es decir, de más de 100 millones de toneladas. Su interés económico se ha centrado principalmente en la producción de cobre, cinc, plomo, ácido sulfúrico, plata y oro.
Estos yacimientos han sido explotados desde el final de la Edad de Bronce y, posteriormente, por tartesios, fenicios y romanos, aunque el auge de la minería se produjo en la segunda mitad del siglo XIX y continuó hasta bien entrado el siglo XX.
Desde el punto de vista geológico, la gran importancia de la provincia de Huelva estriba en que la mayoría del sector español de la Zona Sudportuguesa del Macizo Ibérico queda en territorio onubense, y, sobre todo, la parte española del dominio de la Faja Pirítica Ibérica, con características geológico-mineras únicas a nivel mundial, que está incluido en su práctica totalidad.
Por otra parte, en el sector norte de Huelva se encuentra la mayoría del límite en España entre las zona de Ossa-Morena y Sudportuguesa, límite mayor dentro del Macizo Ibérico del antiguo OrógenoVarisco. Siendo así, en la Sierra de Aracena hay evidencias de metamorfismo de alta presión que apoyan un nuevo modelo.
La importancia de la zona ha provocado que hace unas semanas se presentaran en la Universidad de Huelva mapas de la zona escala 1:200.000, que ha sido elaborados por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), documentos de trabajo indispensables para un mayor y mejor conocimiento de un suelo con mucho atractivo geológico-minero.
Un proyecto de enorme interés que ya está disponible en el Portal Andaluz de la Minería, que hemos querido conocer en profundidad a través del propio Instituto Geológico y Minero de España, donde Manuel Regueiro y González-Barros, jefe de Relaciones Externas y Comunicación, nos puso en contacto con el geólogo del IGME, Luis Miguel Martín Parra, que nos ofrece las claves de este trabajo.
En concreto, un mapa geológico es una representación en dos dimensiones de toda la información geológica de un territorio.
Y, en este caso, se han realizado cuatro mapas geológicos a escala 1:200.000: Pozoblanco, Linares, Sevilla-Puebla de Guzmán y Córdoba, que abarcan de oeste a este desde la frontera portuguesa a Linares y de norte a sur, desde Pozoblanco a Sevilla. Esta zona, geológicamente hablando, se encuentra situada en el Suroeste del Macizo Ibérico, que es el sector aflorante en la mitad Oeste de la Península Ibérica de una gran estructura geológica paneuropea denominada el OrógenoVarisco Europeo.
La importancia de estos mapas estriba en que en ellos está representada una buena parte de tres de las zonas que los geólogos dividen el Macizo Ibérico (Zona Sudportuguesa, Zona de Ossa-Morena y Zona Centroibérica) y la práctica totalidad de este en Andalucía, así como que en el sector andaluz del Macizo Ibérico se encuentran algunos distritos mineros de gran interés, especialmente la Faja Pirítica Ibérica, uno de los mayores yacimientos de sulfuros masivos polimetálicos del mundo.
Según explica Luis Miguel Martin Parra, «estos mapas forman parte de una serie más amplia, cuyo objetivo es abordar problemas geológicos de carácter regional, de especial complejidad y, en el sector geográfico que cubren, de especial interés minero».
Cada uno de estos mapas está constituido por una hoja compuesta de mapa, leyenda, simbología, cortes geológicos y esquemas regional y tectónico, así como una memoria explicativa, estando acompañados de una documentación complementaria cada uno de ellos. No en vano, los resultados científicos sustentados en este trabajo cartográfico son numerosos, y algunos de ellos de carácter relevante han sido publicados o están en prensa en revistas internacionales.
Con todo, los mapas han permitido ofrecer una visión global del sector español de la Zona Sudportuguesa, poniendo de manifiesto la presencia de minerales de alta presión en varias unidades de la zona, lo que ha permitido publicar en la prestigiosa revista internacional Tectonophysics un nuevo modelo geodinámico de este límite y realizar una mejor caracterización del contexto en que se formó la Faja Pirítica, cuya investigación muestra ahora un interés renovado.
Durante la realización de los mapas también se han obtenido otros resultados científico a destacar, como la descripción de un olistostroma (depósito caótico resultado de un deslizamiento submarino) con cantos y bloques del Paleozoico inferior en la cuenca Carbonífera del Guadalmellato , publicado en la Revista de la Sociedad Geológica de España por el profesor Juan Antonio Vera Torres.
La realización de estos mapas terminó a finales de 2013, estando previsto que se editen en breve. Su realización ha permitido la revisión y actualización de la cartografía geológica existente, entre la que destacan por su importancia geológico-minera las cartografíasgeológicas a escalas 1:25.000 y 1:50.000 de la propia Junta de Andalucía en 1999. Para llevar a cabo esta revisión han sido necesarias numerosas campañas de campo, en las que se han tomado nuevas muestras para estudios, así como muestras de paleontología, entre otros datos.
Este trabajo ha permitido la actualización del conocimiento de este sector del Macizo Ibérico, sector, que en su mayoría es de gran interés y cuenta con un gran historial minero, en el que destaca por su importancia la Faja Pirítica Ibérica. Por ello, desde el IGME, se afirma que estos mapas «deben constituir una excelente referencia documental, apoyo y punto de partida de futuras investigaciones, que contribuyan a la definición de las áreas con mayor potencial».
Por ejemplo, como la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que este vulcanismo de la Faja Pirítica se formó mediante una extensión cortical, «durante la realización de los mapas hemos propuesto un nuevo modelo geodinámico para el límite entre las zonas de Ossa-Morena y Sudportuguesa en el cual se produciría una subducción hacia el sur de la Zona de Ossa-Morena bajo la Zona Sudportuguesa», nos explica Martín Parra.
En general, los mapas van dirigidos a personas con conocimientos geológicos, como investigadores de las universidades, así como a profesionales de actividades relacionadas con la geología aplicada, principalmente a la minería y las obras públicas. Si bien, también es importante destacar que se destinan a la enseñanza, como a estudiantes de las universidades y bachiller.
Eso sí, su difusión hasta ahora ha sido poco amplia, ya que acaban de ser colgados en la página web de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, sin olvidar que su presentación en la Universidad de Huelva causó gran expectación entre los asistentes, entre los cuales había empresas mineras, que demandaron más información. Por ello, desde el Instituto Geológico Minero se asegura que actualmente se está trabajando en su preparación para una próxima edición.
Todo ello ha conllevado un gran esfuerzo y dedicación por parte de un equipo conformado por los técnicos e investigadores del IGME, la Consejería de Economía, el Instituto de Geología Económica de CSIC y las Universidades de Huelva, País Vasco, Complutense, León, de Granada y de Coimbra.
De ellos, del IGME se encontraron Jerónimo Matas, Luis Miguel Martín Parra, Francisco Javier Rubio Pascual, Francisco José Roldán y Ángel Martín-Serrano; y un equipo de colaboradores de la misma institución constituido por Félix Bellido Mulas, Manuel Jesús Montes Santiago, Pablo Vaquero, Ricardo Palomino, dirigido y supervisado por parte del IGME por Luis Miguel Martín Parra y por parte de la Consejería por Javier Almarza, con la colaboración de investigadores de los departamentos de Geodinámica de las universidades de Granada: David Martínez Poyatos, Francisco González Lodeiro, Antonio Azor Pérez Y Fernando Simancas; Huelva: Francisco Alonso-Chaves y Elena Mantero y País Vasco: Luis Eguíluz; departamento de Paleontología de la Universidad Complutense: Graciela N. Sarmiento, y Sergio Rodríguez; así como del Laboratorio de Palinología de la Universidad de León: Rosa Mª Rodríguez González; Instituto de Geología Económica de CSIC: Juan Carlos Gutiérrez-Marco, y Universidad de Coimbra: Mena Schemm-Gregory. Por su parte, los análisis químicos fueron realizados en los Laboratorios del IGME y de la Universidad de Granada.
En definitiva, este nuevo mapa detallado sobre la Faja Pirítica permite ajustar al máximo la representación de esta zona, dando un paso decisivo en la catalogación de los recursos naturales de la provincia de Huelva. Su uso promete ser clave para futuras investigaciones y usos mineros.