Redacción. Los helados son uno de los postres preferidos para combatir las altas temperaturas durante los meses de verano y, según la nutricionista de Unilever España Diana Roig, también pueden tener cabida dentro de una dieta equilibrada y ayudan a completar una buena alimentación «de una forma divertida».
Aunque de entrada pueden llegar a parecer alimentos calóricos, esta experta reconoce que los helados se pueden incorporar ocasionalmente a la alimentación como postre o merienda.
Entre los que se elaboran a partir de una base láctea, la mayoría están formados por leche desnatada, azúcares y grasas, mientras que los que se hacen a base de agua -conocidos popularmente como polos o sorbetes- están formados principalmente por agua, azúcares y zumos de frutas.
Entre estos últimos, ha destacado que en los helados especialmente diseñados para niños Frigo, división de helados y congelados de Unilever España, se han reducido los azúcares y en productos como ‘Calippo’ y ‘Twister’ más del 10 por ciento de su contenido es zumo de frutas.
Además, ha apuntado Roig, los hay que contienen leche fresca y son ricos en calcio como el ‘Minimilk’, que aporta el 30 por ciento de la cantidad diaria recomendada de este mineral y es «una buena opción para completar la ingesta de calcio de aquellas personas que, por gustos o hábitos, no consumen lácteos, o bien para aquellas personas que requieran un aporte adicional del mismo».
Junto a estas propiedades, los helados también tienen otras ventajas ya que su textura los convierte en alimentos de fácil masticación, mientras que su sabor dulce y refrescante influye en el estado de ánimo generando una sensación de placer única y propia de esto