Mari Paz Díaz. Miguel de Cervantes dedicó su universal Don Quijote a D. Francisco III Diego López de Zúñiga Sotomayor y Mendoza, Duque de Béjar y Marqués de Gibraleón. Una cita que ha conseguido que la localidad olontense haya quedado inmortalizada en una de las obras de referencia de la literatura española.
Este hecho ha permitido que el nombre de Gibraleón sea conocido no sólo por su rica historia, sino también por su vinculación con uno de los autores en castellano más conocidos en el mundo. No en vano, el Marquesado de Gibraleón y Ducado de Béjar (Salamanca) era muy extenso, abarcando los actuales términos municipales de Cartaya, San Bartolomé de la Torre, Villanueva de los Castillejos, El Almendro y Sanlúcar de Guadiana.
Fue el mismo emperador Carlos V el que otorgó este Marquesado de Gibraleón al Duque de Béjar, a su vez mecenas de Cervantes, de ahí la dedicatoria en El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
La relación de Gibraleón con Cervantes es muy conocida. Tanto que son habituales los actos conmemorativos que se realizan en la localidad olontense recordando esta dedicatoria inolvidable. Sin ir más lejos, en 2012, la Iglesia de Santiago Apóstol de Gibraleón acogía la ceremonia de enterramiento de los restos del Marqués.
Sin embargo, no es la única obra de referencia de la Historia de la Literatura española en la que se cita a Huelva. Otros autores encontraron inspiración en la provincia. No, no sólo Gibraleón aparece en la portada de una de las obras universales de la literatura española. Existen otros casos que llaman mucho la atención.
Uno de los ejemplos más llamativos lo encontramos en la obra de Luis de Góngora (1561-1627): el escritor cordobés del Siglo de Oro dedicó su Fábula de Polifemo y Galatea al Conde de Niebla.
Publicado en 1612, este poema está basado en la historia de Polifemo, hijo de Poseidón, una fábula que ha servido de argumento a numerosos poemas antiguos y modernos.
La fuente principal de Góngora es la versión que Ovidio incluye en sus Metamorfosis, un poema en 15 libros en el que se narran unas 250 historias. Esta Fábula es, junto a las Soledades, una de las composiciones más conocidas de Góngora.
Además, el protagonismo onubense en esta obra no sólo lo tiene Niebla, porque en el poema llega a citarse a Huelva, como reproducimos a continuación:
Estas que me dictó rimas sonoras,
culta sí, aunque bucólica Talía,
¡oh excelso conde!, en las purpúreas horas
que es rosas la alba y rosicler el día,
ahora que de luz tu niebla doras, 5
escucha, al son de la zampoña mía,
si ya los muros no te ven, de Huelva,
peinar el viento, fatigar la selva.
Unos versos que no deben resultar extraños si tenemos en cuenta que el escritor barroco mantuvo una estrecha vinculación de mecenazgo con Huelva. No en vano, no sólo sucedió con el Conde de Niebla, sino también con Ayamonte, Gibraleón y Medina Sidonia, tal y como apunta Jesús Ponce Cárdenas en el artículo ‘Góngora y el conde de Niebla. La sutiles gestiones del mecenazgo’. Revista Criticom. Nº 6 (2006), difundida por el Centro Virtual Cervantes. Una prueba más de que el mecenazgo era una práctica habitual de los escritores para financiar sus creaciones en esta época.
Es más, diversos autores han asegurado que el paisaje descrito en las Soledades de Góngora está inspirado en la provincia onubense, en puntos como Ayamonte, Gibraleón, Huelva y Niebla. Así lo explica Jesús Ponce, cuando afirma que «resulta verosímil que la geografía poética de las Soledades pueda reconstruirse paso a paso con un mapa de la provincia de Huelva (tomando todo ello con una forzosa y prudente distancia lírica)».
En concreto, parece ser que el mar y la campiña onubenses serán escenarios habituales de sus poemas, siendo frecuente encontrar la palabra ‘Huelva’ en sus creaciones: «Del mar y no de Huelva / los escollos el sol, los muros raya; / gimiendo el alcïón era en la playa / ruiseñor en la selva /cuando pescador pobre / mucha despide red de poco robre».
En cualquier caso, también debemos advertir que la presencia de la provincia de Huelva en los clásicos de la literatura no se remonta al Siglo de Oro. Porque ya existieron referencias con anterioridad. En concreto, en la Edad Media. Un hecho que vino de la mano de otro clásico, de Alfonso X ‘El Sabio’.
En concreto, en las obras de Alfonso X ‘El Sabio’ encontramos citas a lugares como Ayamonte, Niebla, Huelva, Aroche y Cumbres de San Bartolomé, según recoge en el artículo ‘Comentario a la Cantiga 334 de Alfonso X El Sabio, en la que nombra a Aroche’, del investigador Mario Rodríguez García, publicado por la Federación de Asociaciones de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Aunque dada su extensa obra, es probable que existan otras referencias a Huelva en las creaciones de este monarca, conocido por ser el impulsor de la Escuela de Traductores de Toledo.
Las Cantigas de Santa María de Alfonso X están consideradas como una obra de poética medieval, si bien no debe olvidarse que estaban pensadas para ser ejecutadas por un trovador, para ser cantadas. Este texto del siglo XIII consta de 427 poemas.
En este sentido, resultan llamativas las referencias realizadas por Alfonso X a la caza del conejo en la zona Ayamonte, prueba de que la actividad cinegética era una práctica común y apreciada en la época medieval, o cómo cuenta la historia de un hombre que tuvo un accidente en Aroche – «en Aroches, gran sazon», dice.
Este hecho se explica por la gran relación que tuvo Alfonso X con el territorio que en la actualidad ocupa la provincia de Huelva. Entre otros episodios históricos, el rey cedió Ayamonte a Portugal como parte de la dote a su hija Beatriz al acceder ésta al trono de Portugal, aunque en 1335 el municipio onubense pasa definitivamente a manos castellanas, bajo el reinado de Alfonso XI de Castilla. Además, fue este monarca el que consiguió avanzar terreno hacia el sur durante la Reconquista, llevando los límites de su reino a la provincia de Huelva.
En definitiva, como se puede comprobar, Huelva ha tenido una presencia destacada en la literatura del Siglo de Oro y en uno de los máximos exponentes de la literatura española de la Edad Media. Sin embargo, debemos advertir que estos escritores no han sido los únicos que se han inspirado en Huelva a la hora de crear. Lo han hecho también otros autores de prestigio. Pero este tema será objeto ya de un próximo artículo. Por el momento, el mejor modo de recordar este hecho es acercarnos a estas obras para conocer de qué forma influyó Huelva en la obra de estos grandes maestros de la Literatura española. Os invitamos.