Redacción. Seis obras fueron las resultaron ganadoras del VII Premio UNIA de Pintura, que se falló este martes 17 de junio en el Campus de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía. Las vicerrectoras de la UNIA, Yolanda de la Fuente y Yolanda Pelayo fueron las encargadas de dar a conocer el fallo del jurado, que estuvo formado por Esther Reguiera, comisaria independiente y responsable de Publicaciones de Manifiesta 10, la Bienal europea de Arte Contemporáneo; Sema D’Acosta, crítico de arte; y Manuel León, artista ganador de la primera edición del Premio UNIA de Pintura.
A esta edición se han presentado 55 obras, de los cuales el 61% son participantes andaluces, fundamentalmente de Sevilla, Granada, Cádiz y Huelva, aunque también hay participantes de Madrid, Valencia, País Vasco y Galicia De ellas se preseleccionaron 14, que formarán parte de una exposición itinerante, que se inaugurará en el Campus La Rábida coincidiendo con los cursos de verano.
Las obras premiadas, que formarán parte de la colección de la UNIA, son “Las ganas de la Magdalena” de Pablo Díaz, “El jabalín de la servilleta” de Fernando Sáez, “Cupidus, curiosus, studiosus” de Susana Ibáñez, “A veces demasiado no es suficiente” de Ana Barriga, “Death and Landscape” de Simón Arrebola, y “Objetos perdidos I” de Tomás de Villanueva.
A lo largo de la presentación de las obras, que por un importe de 6.000 euros ha adquirido la UNIA, la vicerrectora del Campus de La Rábida, Yolanda Pelayo, puso de relieve el interés siempre constante de esta institución de apoyar las manifestaciones del arte. “Lo que se pretende es fomentar la creatividad artística dentro del ámbito universitario. La mitad corresponde a alumnos universitarios y luego el reparto es equitativo entre licenciados y personal docente e investigador. La UNIA se caracteriza porque apoya la pintura a lo largo de estas siete ediciones, desde luego para nosotros que siga presentándose obras es un acicate para impulsar la creación artística”.
Yolanda De la Fuente Robles, vicerrectora de Igualdad, Cultura y Cooperación al Desarrollo de la UNIA explicó que “el premio de pintura nació con la vocación de potenciar el arte emergente y en este sentido hemos cubierto las expectativas” y anunció que “ha llega el momento de plantear una renovación y para la próxima convocatoria dar un premio a la creación artística, esto supondría ampliar el espectro de formato pictórico llegando a un público mucho más amplio y haciendo eco de las demandas actuales de la comunidad artística”, dijo.
Durante sus intervenciones todos los miembros del jurado hicieron hincapié en la importancia de este premio teniendo en cuenta las pocas ayudas para creación artística en la región, e hicieron una llamada para no limitar el premio sólo a lo pictórico sino al arte en general. “Es importantísimo que se siga celebrando y que continué la trayectoria con una participación mayor si fuera posible. Quizá habría que abrir un poco la convocatoria y no restringirla sólo a lo formal pictórico, aunque entendemos que la pintura sigue siendo uno de los vehículos tremendamente sólidos de las artes plásticas”, comentó Esther Regueria
Sema D’Acosta, llamó la atención y agradeció a la UNIA por la puesta en marcha de este Premio “es un concurso que nace justo en 2008, es decir a partir de cuándo empieza la crisis, y se ha mantenido y creciendo en función de las necesidades de la comunidad artística. En un sitio como Andalucía, tan necesitado de infraestructura, es significativo y de agradecer que se apueste por arte emergente de manera tan abierta. Hemos apostado por la calidad y por la trayectoria con estos premios”.
El tercer integrante del jurado, Manuel León, también destacó la importancia para la carrera de los artistas premiados calificando como “un soplo muy grande en un sitio que casi es un desierto de la cultura y no es así”. Indicó además, que cuando ganó la primera edición del Premio UNIA de Pintura, invirtió el dinero en la compra de material para poder seguir con su oficio.