Isaac Del Pino / @Idelpinodiaz. Querido amigo o amiga, normalmente acostumbramos a ver mucha ambigüedad mental en nuestros políticos -demasiada-. No deja de ser corriente, e incluso recurrente, la figura de aquel que dejó Derecho o Económicas a medio hacer para dedicarse a guerrear en uno u otro partido -que no lo digo sólo yo, también se lo cuenta a usted el Iglesias Turrión desde Mañanas Cuatro de lunes a viernes; eso si no deja algo para la tertulia nocturna-.
Y claro, como todo en la vida, pasa factura. Nos pasa factura de hecho la que es su bullente mediocridad -la de los políticos- a todos los niveles del conocimiento. Y en este caso tocaba enfadar a muchos onubenses vía desconocimiento de una historia que Huelva siempre quiso tener más clara que el agua. La de Colón.
Pero lo de Juan Nacho Zoido no viene, amigos y amigas, de formación. Aquí el entendido, de la historia universal con meridiano cero en Sevilla, se licenció en el ’79 tras pasar por la Universidad de Almería y finalmente la de Sevilla. El ilustre ha ejercido como juez en Las Palmas, Sevilla y Tenerife. Ha sido, además, Decano de jueces en Sevilla, allá por el ’92, para luego pasar al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía; siendo director general de Relaciones con la Administración de Justicia a límite del llegado el 96′. Vamos, que para estar donde está, pues resulta, tiene un buen currículo en lo suyo. Un hombre -como ve usted- de carrera, que por una frase demuestra que no es oro todo lo que reluce y que, además, no coge un libro de historia desde antes del ’79.
Resulta curioso incluso que precisamente este señor, que lleva la de diosysantamadre en Sevilla, no tenga claro las identidades culturales de una y otra provincia. Que aún se haga la picha un lio al situar Almonte o la salida de las Carabelas. Pero ¡cuidado! Lo mismo los ingenuos somos nosotros, y este edil se refería al viaje de 3 de abril de 1502, dónde Colón sí salió de Sevilla casi diez años después de haberlo hecho desde Palos de la Frontera.
Lo mismo el edil no quería decir “salió primero de aquí” ¿O sí? Lamentablemente sí, y este último dato histórico de poco exime su mediocre intervención -de hecho el abrir la boca cuando no se debe no tiene perdón de dios-; porque lleno de ego se dirigió desde el púlpito a la masa y dijo, con un par, “Querido Mariano, en la Edad Moderna Sevilla fue el kilómetro cero. De aquí salieron las naves para descubrir América y aquí se empezó a construir la Europa del futuro. Aunque os digan que las naves salieron de Palos, es mentira, las naves salieron de aquí». ¡Tócate las narices! ¡Y tócatela tres veces -la nariz, que le veo venir- como si fuese un claxon!
Aquí el ilustrado no se dio cuenta o quiso omitir que desde Sevilla se estima que salió en un cuarto viaje. Primero picó billetes desde Palos allá por el famoso 3 de agosto de 1492, en segundo lugar desde Cádiz en septiembre del 93, y tras ello se dignó a salir desde Sanlúcar de Barrameda en 1498, un 30 de mayo. Ya en 1502 -finalmente- le tocó salir desde Sevilla donde recabó todo lo que necesitaba para zarpar antes de hacer escala en las Canarias.
Pero, claro, la lección de historia no me corresponde dársela a mí, como quiero hacerle entender. Correspondía a todos y cada uno de los que estaban allí sentados. De entre los cuales nadie dijo ni <>. Y lo que nos habría de joder no es precisamente que haya ninguneado a Huelva -que también-, sino que habiendo onubenses por medio –in situ– nadie le diese la lección de historia pertinente, precisamente en el mismo tono que cualquiera llamaría lerdo a otro si jugando al Trivial se le ocurre decir que la Pinta, La Niña y La Santa María salieron en 1492 desde Sevilla -que no Palos de la Frontera, en la provincia de Huelva-.