Redacción. Entre el sonido de cohetes y las notas de una flauta y un tamboril, Hinojos se prepara para hacer su camino. Este año, en el que se cumplen 80 desde que, en aquel 31 de julio de 1934, se aprobasen canónicamente sus reglas, una nueva Junta de Gobierno organiza, entre la ilusión y el compromiso de la responsabilidad, los algo más de 21 kilómetros que separan a este bonito rincón de la provincia de Huelva y la aldea almonteña.
Hay muchas cosas que hacen peculiar a esta Hermandad en su peregrinar hacia la Virgen del Rocío, su carreta “de palo azul y blanca”, su inigualable Simpecado de terciopelo azul…, pero lo que, sin duda, la hace diferente de cuantas hermandades filiales se presentan en El Rocío, es que su caminar entre pinos, lentisco y romero, y la arena que pisan sus peregrinos, transcurren íntegramente por su término municipal, desde la Venta de Los Pinos hasta el Puente del Ajolí, frontera natural entre Hinojos y su vecino pueblo de Almonte. Gran parte de este bello camino atraviesa el Espacio Natural de Doñana, cuya vinculación con el pueblo de Hinojos es palpable, no en vano, este pueblo marismeño es el propietario de una buena parte del humedal más importante de Europa.
Los cultos para la romería de este año han dado comienzo con el triduo celebrado en la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol durante los días 7, 8 y 9 de mayo, en el que tuvo lugar la imposición de medallas a los nuevos hermanos, para continuar con la Misa de Protestación de Fe el sábado día 10, tras la que María Valero, la nueva y flamante Vocal de Juventud, conmovió a una abarrotada iglesia con su emotivo Pregón. Seguidamente, y hacia las diez de la noche, el Simpecado fue trasladado hasta la casa del Hermano Mayor, Juan Francisco Valero Díaz, quien, a sus 29 años, ha visto cumplido su sueño, cuando siendo un niño, le prometió a la Blanca Paloma que algún día llevaría a su Hermandad; vinculado desde muy joven a la Junta de Gobierno, ostenta actualmente también el cargo de Tesorero. Otra peculiaridad de esta hermandad hinojera es que la Novena al Simpecado se celebra en la casa del Hermano Mayor, desde donde salió de nuevo hasta su retablo en la Iglesia Parroquial el día 21 de mayo.
El jueves 5 de junio, a las 8 de la mañana se celebra la Misa de Romeros en la parroquia; hacia las 10 se inicia el camino, y dado que, este año por vez primera, se integra en el Plan Romero, la Junta de Gobierno, en colaboración con el Ayuntamiento, ha elaborado una normativa destinada a ordenar el paso de vehículos de la comitiva. Así pues, la Carreta del Simpecado, desde la Venta de los Pinos hasta la primera parada, en el Puente del Serrano, debe ser acompañada en su recorrido exclusivamente por peregrinos a pie, a caballo y en charrets o carriolas, mientras que los vehículos a motor deben circular por un camino alternativo fijado por la Hermandad para evitar atascos y otros inconvenientes; a la llegada de los vehículos a motor al Puente del Serrano se deben situar en los lugares habilitados por la Hermandad, que corresponden con sus respectivos números de orden, y allí deben esperar la llegada de la Carreta del Simpecado, desde donde deben seguirla tras los peregrinos a pie y los vehículos de tracción animal.
En La Calera tiene lugar el rezo del Ángelus, para continuar el camino hacia Cabezarrasa, donde tiene lugar otra parada antes de continuar hasta el emblemático Pino de los Mil Duros, llamado así por ser el escenario en el que se hizo el trato, por dicha cantidad, para la compra del solar donde se construiría la Casa-Hermandad en la aldea almonteña; este centenario pino sirve de sombra y cobijo de la Carreta durante su sesteo.
Hacia las 6 de la tarde la Hermandad prosigue su camino hasta llegar al Moralejo, paraje donde se reza el Santo Rosario, y continúa hasta llegar hacia las 9 y media de la noche a ese “puente de madera que abre las puertas del cielo”, el Puente del Ajolí, donde la Hermandad estalla en sevillanas, lágrimas de emoción, rezos, salves y vivas a la Reina de las Marismas. Hinojos ya está en el Rocío, como expresan sus populares tonadillas, con su “carreta de palo azul y blanca” “80 años, Madre mía, cantándote sevillanas a ti, Virgen del Rocío, Pastora de nuestras almas, y otros 80 seguidos se ha de llevar el pueblo de Hinojos caminando pal Rocío aunque seamos muy pocos y en la mañana del lunes, Hinojos allí estará, como siempre estuvo, Madre, pa ver lo guapa que vas”.