Adolfo Morales. María de Padilla fue Señora de la Villa de Huelva desde 1352 hasta su fallecimiento en 1361, por otorgamiento de D. Pedro I Rey de Castilla cómo regalo “de boda”, de lo que se da fe en los pergaminos en los que se inscriben los privilegios dictados por el Rey y leídos en la Iglesia de San Pedro de Huelva: “Sepan cuantos esta carta vieren, como ante mi Gil Martínez, alcalde de Huelva por nuestro señor el rey, estando los alcaldes, el alguacil, caballeros y los hombres del concejo dixéronme como el señor rey D Pedro, que Dios mantenga en su servicio muchos años y bonos, que fuera su voluntad y su merced de dar esta dicha Villa a Doña María de Padilla..”.
De lo que dan testimonio documental D. Antonio Jacobo del Barco, vicario de Huelva y D. José de Armona encargado de la hacienda y así consta y se justifica en La Crónica General de España de Climent y en otros recursos bibliográficos.
Pero pongámosle música a esta historia y nada mejor que la ópera que Donizetti escribió a María Padilla (ver video), cuyo estreno tuvo lugar en la Scala de Milán en la víspera de la navidad de 1841. El libreto pretendía narrar una historia real, la vida de la esposa secreta de Pedro I, Rey de Castilla en 1350.
Démosle también la inspiración pictórica de la mano de Paul Gervais experto en escenas alegóricas y de género, en las que la mujer y su desnudez son eje de la inspiración y que también sucumbió a la extraordinaria vida de la Señora de la Villa de Huelva, María de Padilla.
El drama novelesco de esta historia se enmarca en el contexto jurisdiccional en el que los reyes se han movido desde sus orígenes, prevaleciendo el matrimonio de conveniencia dinástica o política sobre el amor entre un hombre y una mujer despojados de corona. Desde esa óptica podremos comprender e interpretar ésta y otras historias.
Pedro I de Castilla natural de Burgos, nace el 30 de agosto de 1334, en el Monasterio de Saanta María La Real de Las Huelgas. Hijo del monarca Alfonso XI y María de Portugal. Rey de Castilla desde el 26 de marzo de 1350 hasta su muerte en 1369.
El cronista Pedro López de Ayala lo describe como: “grande de cuerpo, é blanco é rubio, é ceceaba un poco en la fabla. Era muy temprado é bien acostumbrado en el comer é beber. Dormía poco é amó mucho mujeres”.
Su reinado fue desde el principio convulso en las disputas familiares, así las diferentes facciones procuradas por esas uniones dinásticas, sus primos, y los hijos de su padre el rey Alfonso XI con Leonor de Guzmán, se disputaban el poder.
Por su parte María de Padilla, nace en lugar no determinado también en 1334, hija de Juan García de Padilla y de María González de Hinestrosa, pertenecía a esta familia castellana, originarios de Padilla de Abajo (Burgos), las crónicas de su época la describen como “muy fermosa, e de buen entendimiento e pequeña de cuerpo”.
Un encuentro fortuito, unos apuntan a Asturias y otros a Sevilla, hace que esta pareja se conozcan y nunca más se separen a pesar de las adversidades y la peculiar historia de amor que vivieron.
Como decíamos, en septiembre de 1352 aparece un Real Privilegio donando a Doña María de Padilla la Villa de Huelva, según constata el Licenciado D. Juan Agustín de Mora Negro y Garrocho en su Huelva Ilustrada. Breve Historia de la antigua, y noble Villa de Huelva, editado en 1761. Esta fecha es clave en la historia por cuanto según indican (Espinosa y Merimee) entre otras referencias, la pareja contrajo matrimonio en esta fecha, y del compromiso regala la Villa de Huelva a María, pero se reserva en secreto, por estas fechas Pedro I se mantiene en León haciendo frente y tratando de solventar la rebelión del bastardo D Enrique de Asturias, meses después en febrero de 1353 nace su hija Beatriz.
Pero la cuestión no es el secreto en si mismo, sino que mientras duró este ocultamiento caso por dos veces por cuestiones de estado, sin rebelar nunca este de naturaleza más humana, así Pedro I, resultó polígamo al casarse con Blanca de Borbón en 1353, un matrimonio por interés de estado obligado por el pacto entre Castilla y Francia que resultó ser una artimaña gestada por el bastardo D Fabrique y Doña Blanca. Es tal la situación que se produce, que dicha boda coincide con el parto de su hija Beatriz, y este, D Pedro I no consintió en marcha a esa boda oficial, hasta estar tranquilo que madre e hija estaban sanas y salvas. Es recriminable que en este momento no descubriese que ya estaba casado.
Esta boda tan solo duro unas horas. Ya parece que D Fabrique y Doña Blanca cruzaron algo más que palabras y el Cancionero popular recoge aquella que decía… Entre las gentes se dice, y no por cosa sabida, que del honrado Maestre D Enrique de Castilla esta la Reina preñada; otros dices que parida, entre los uno secreto, entre otros se publica….
Salió inmediatamente de Valladolid con el repudio que el cancionero cita, aunque otros dicen que la causa fue que el pago de la dote convenida y no llevada a cabo por el rey francés justificaba la no consumación del matrimonio. Si bien lo intentó el Papa Inocencio VI no consintió en la nulidad. Blanca de Borbón hermana gemela de la reina consorte de Francia fue inmediatamente encerrada unos dicen que en Sigüenza y otros en Arévalo, para morir en 1361 de un modo que la leyenda viste con tintes aún más novelescos, y según cuentan envenenada.
D. Pedro claudicó en el matrimonio pero no en la separación de Doña María de Padilla. Esta situación se vuelve cada vez más un eje de crisis, criticas, confabulaciones y traiciones en la corte.
Aún casado con Doña Blanca, a la que ni veía ni amaba y sobre todo detestaba y cuya anulación matrimonial era una petición constante en su vida, se dispuso la boda con su prima la bella viuda y vanidosa Doña Juana de Castro hermana del poderoso D. Alvar Pérez de Castro.
Para que ésta boda pudiera celebrarse, los obispos de Ávila y Salamanca declararon nulo el que el rey había contraído con Blanca de Borbón. Y así se celebró en la primavera de 1354 en la Iglesia de San Martín de Cuéllar, pensando que esta unión supondría poner en orden su reino, la boda es planeada con deseos de paz. Una vez más maniobras cortesanas hacen que llegue a sus oídos que esta unión buscaba su destronamiento. Nunca mas volvió a ver a esta mujer que se retiro a Dueñas titulándose Reina de Castilla. Muere Doña Juana de Castro en Galicia el 21 de Agosto de 1374 .
El Papa anuncia la excomunión, y Doña María se retira al Monasterio de Astudillo. Parece ser que debido a este anuncio y a los desaires sufridos por la misma María ante los nuevos amoríos del rey con Juana de castro, solicita licencia para fundar un monasterio de monjas clarisas en la diócesis de Palencia, esta fundación iba a llevar consigo el recogimiento y vida de penitencia, y así se fundo el monasterio de Astudillo, pero María no entró en él, de nuevo la complicidad y la arrebatadora pasión que ambos se profesaban la hacen de nuevo convertirse en amante del rey. D Pedro vuelve una y otra vez al fiel amor de su vida.
Por algún tiempo hacen morada en los Reales Alcázares de Sevilla, en los que aún hoy se cita románticamente “los baños de Doña María de Padilla”, en una cripta abovedada bajo el llamado Patio del Crucero, sobre la base de un jardín de origen almohade, justo al final de los bellos jardines del Alcázar. Un rincón mágico que guarda una apasionada leyenda de amor entre el rey Pedro I El Cruel, quien convirtió a esta mujer en reina después de muerta.
María le dio cuatro hijos: Beatriz en 1353,Constanza en 1354, Isabel en 1355 y Alfonso en 1359, es más que probable que del último parto quedasen secuelas o que la peste a la postre hicieran perecer tanto a la madre como al primogénito. María de Padilla fallece en julio de 1361 y su hijo Alfonso y heredero en 1362.
Tras su muerte el rey Pedro I la lloró tanto que un año después, en las cortes celebradas en esta misma ciudad de Sevilla, declaró ante los nobles que María de Padilla había sido su primera y única esposa, y “haberse casado con D. María por palabras de presente, ocultando ese casamiento para evitar que algunos de su reino se alzasen contra él”, y que este matrimonio secreto se realizo ante el Abad de Santander D Juan Pérez de Orduña, consiguiendo del arzobispo de Toledo que declarara nulos los otros dos matrimonios anteriores, por lo que las cortes ratificaron su afirmación declarándola reina y legitimando su descendencia.
Por ello su cuerpo se trasladó a la Capilla de los Reyes de la Catedral de Sevilla, dónde también se encuentra enterrado el rey, siendo declarado heredero el hijo de ambos Alfonso, en lugar del infante Juan, hijo de Juana de Castro.
A pesar de la exquisita historia de esta pareja y del indudable amor que se profesaron, D Pedro I, fue como ya adivinaba Doña María de Padilla, ciertamente infiel, y solo en la corte se le reconocen otros hijos: Juan de Castilla de su segunda esposa Juana de Castro, Fernando de María González de Hinestrosa y prima hermana de María de Padilla, Teresa de Ayala le dio una niña María de Castilla, Isabel de Sandoval dos hijos Sancho y Diego de Castilla, y para rematar esta novela solo queda apuntar la historia de D Doña María Coronel, y referir que los días 2 de diciembre de cada año, en el Convento de Santa Inés de Sevilla se expone al público su cadáver incorrupto y que probablemente más en venganza que leyenda, atribuyen también a D. Pedro I un desafortunado incidente que si es de curiosidad el lector puede fundamentar fácilmente.
9 comentarios en «María de Padilla, la esposa secreta y Señora de la Villa de Huelva. ¿Un matrimonio por amor en la corte de Castilla?»
Adolfo, me ha gustado mucho tu articulo sobre Dª Maria de Padilla y por algunos de los datos que detallas que conocía a medias. Te refelicito
Angel Custodio
Un honor. Muchas gracias.
Ha publicado algo más sobre este tema? Podría facilitar las referencias? Gracias
Manuel
Mi enhorabuena Adolfo, como siempre un excelente y muy elaborado trabajo referido a María de Padilla.
Saludos amigo.
One of my great grandmothers.
Se sabe donde contrajo matrimonio Maria de padilla y pedro el cruel. Fue en Sevilla, en los alcázares. Donde puedo encontrar esa información?
Creo que te faltan muchos datos de María de Padilla en Astudillo. Lee la historia de este convento por Anacleto Orejón. No hay pruebas del matrimonio de María de Padilla que seguramente fue la auténtica barragana y amante querida de Pedro I. Torres Balbas dice que se conocieron en el palacio de León, hoy convento de concepcioni.stas
Le pillo con otra mientras ella estaba embarazada y del disgusto enfermo y falleció ella y el bebe, fue con doña María coronel por eso la sinvergüenza mando mostrarla todos los días 2 de diciembre.
María Padilla Reina bella y grandiosa, aunque no la reconocieran hasta su fallecimiento.
Yo si te reconozco mi Reina.