Adolfo Morales. En palabras de José Luís Gonzalvez Escobar que forma parte de un amplio equipo de investigación sobre el desaparecido castillo, señala como aspecto básico que “los dos núcleos claves, en las defensas más occidentales del golfo de Cádiz fueron la desembocadura del Guadiana y la del Tinto-Odiel”. Instalados en este principio, es fácilmente comprensible entender que esta costa jugase un papel estratégico no ya en la alta edad media sino en tiempos más remotos de los que ya se tienen registros. Como todos sabemos por los vestigios encontrados de modo disperso en el subsuelo de Huelva capital, esta población fue un asentamiento que se remonta al segundo milenio a.C., al que se incorporan culturas del bronce, pasando por fenicios, griegos, iberos, romanos, y musulmanes.
Huelva y justo el punto que nos ocupa, es una segunda variable primordial a tener en cuenta. El cabezo de San Pedro logísticamente presenta una situación exclusiva por ser el mejor balcón a la ría, su elevación y la meseta procuran desde sus inicios el lugar favorito para situar en dicha cima un punto de observación y defensa indispensables, dado que la misma tiene solo uno de sus cuatro lados de superficie como zona a pertrechar en su defensa, quedando los otros tres sobre un alto y sin vecinos. La Huelva romana se llamó Onoba aestuaria y en el “itinerario Antonio” se la describía como ciudad fortificada. Plinio adjudicaba a Onuba también una fortaleza. En general, “la Onuba latina se identifica como una pequeña población enclavada en un accidentado cabezo, formando una angosta península”, el cabezo constituye a los efectos una especie de islote y recordemos que en tiempos remotos, los esteros del Tinto y del Odiel aun sin profundidad si ocupaban un espacio mayor que en la actualidad, por lo que este promontorio natural sería aún más estratégico e idóneo para el establecimiento de una población protegida de intrusos.
Setecientos años de ocupación musulmana de la península, hacen que sea una obviedad que Huelva tuviese dependencia administrativa de Taifas o Coras de las distintas familias que aquí se establecieron. El cabezo de San Pedro no sería una excepción. Textos árabes, entre otros, este atribuido a Al-Bakri hacia la segunda mitad del siglo XI dice “Awnaba, es una villa dependiente de Gibraleón (Ghabal al-‘uyun), es una villa defendida naturalmente: las elevaciones que la rodean no se abren más que a estrechos pasos. Es muy antigua por los restos que allí se descubren. Se surte de agua por un acueducto que se inician desde las altas colinas, esta agua también se usa para regadíos y jardines. Existe una gran iglesia venerada por sus habitantes, quienes creen que conserva restos de uno de los apóstoles. Esta villa tiene a un tiempo las ventajas de una continental y de una marítima. Está a una distancia de seis parasangas de Niebla”.
Momentos antes a la Reconquista final, la villa de Huelva pasa por donación de Fernando IV al señorío de Don Diego de Haro en 1299 donde se hace constar “Nuestra villa que dicen Huelva, con su alcázar…”.
Todas las referencias apuntan sin ningún genero de dudas a que este emplazamiento fue un entorno fundamental al menos desde los siglos XII al XV.
A finales del XV la población busca acercarse al litoral y la ciudad comienza a extender en la llanura, es entonces cuándo este baluarte pasa a tener una función meramente militar que se mantendrá hasta el siglo XVIII. El ayuntamiento se preocupó en la medida de sus escasas posibilidades de mantener útil la fortaleza.
Parece que algunas zonas del fortín quedaron sin uso y la población y las mismas obras municipales usaron sus piedras y tal debió de ser las desbandada que se tuvo que dictar una declaración fechada el 19 de enero de 1515 que sancionaba con doscientos maravedís este hecho.
La tesis apunta a que el deterioro a lo largo del XVI era muy evidente. Es aquí cuando de nuevo topamos con nuestro personaje eje de tantas historias. Don Manuel Alonso, undécimo conde de Niebla y octavo duque de Medina Sidonia y su esposa doña Juana de Sandoval, de este matrimonio cuya dote por parte de Felipe III ascendió a 100.000 ducados, su padre el VII Duque de Medina Sidonia en las capitulaciones matrimoniales de 1598, les agrega al Condado de Niebla, las cuatro villas de Huelva con su fortaleza, Aljaraque, San Juan del Puerto y Almonte con los bosques de las Rocinas y su coto. Todo para que esta joven pareja se foguease en el arte de ejercer la propiedad y la autoridad, pues como ya todos sabemos, se tenían puestas grandes expectativas en la corte, que él a la postre se encargó de deshacer.
Todo apunta a que aún siendo el más noble de los edificios civiles de la villa, a fines del XVI el castillo era ya una reliquia venerable y fue por años residencia elegida por los condes de Niebla hasta su traslado a la casa palacio.
En 1594 D Alonso Pérez de Guzmán ordena obras fundamentales, que se encargan a los maestros albañiles de Trigueros Sebastián Sánchez y Pedro Gómez, si bien parece que éstas no fueron del todo satisfactorias y grietas y otras ruinas hicieron que debieran acometerse las mismas. Los Condes ocupan el castillo de San Pedro en febrero de 1599. Desde que se conociera el año anterior en la villa que los condes venían para quedarse, se llevan a cabo obras de acondicionamiento general.
Rodrigo Caro escribe en Antigüedades y Principado de la ilustrísima ciudad de Sevilla. Sevilla 1634. “En lo alto della (Huelva) ay un antiguo Castillo y fortaleza, donde suelen vivir los señores Condes de Niebla, porque esta villa es del Estado de Medina Sidonia”.
Lo habitan hasta 1640, por distintos acontecimientos políticos deciden cambiar de residencia, así compran diferentes casas y parcelas en la prolongación de la calle Concepción y se acometen obras de reforma y adaptación que curiosamente se nutren también de piedras del mismo castillo, es más que probable que este estado de total abandono el baluarte fuese saqueado con fines arquitectónicos menores y esparcidas sus piedras por toda la villa.
Don Alonso Pérez de Guzmán residió en el palacio hasta su fallecimiento en 1667. Con este conde, el castillo pierde su identidad como fortín y como residencia señorial, y las necesidades de material lo fueron por unos y por otros redujéndolo a su estructura original, aunque mantuvo alguna estancia que era utilizada por el cabildo, si bien debió ser de poca importancia.
Jacobo del Barco escribe “El castillo de Huelva es sin duda antiguo, de fabrica regular y de figura cuadrada, con torreones en las cuatro esquinas. Su mayor fortaleza era su situación, un cerro por los tres lados escarpados, pero no guarda fortín alguno, solo se conserva tal qual vestigio de javer tenido un pedazo de simple muralla o parapeto por el lado de su entrada. Disertación histórico geográfica, sobre Reducir la antigua Onuba a la villa de Huelva. Sevilla, 1755.
Finalmente el huracán de 1722 que pasó por el cabezo de San Pedro con especial virulencia causando daños estructurales en el campanario de la misma iglesia, o los posteriores terremotos de 1755 y de 1789 debieron encargarse de su total ruina. Ya en 1828 se emplazó allí el cementerio que se mantuvo hasta la inauguración del de San Sebastián en 1857.
En 1866 prácticamente no quedan ni vestigios de la fortaleza.
Que Huelva tuvo un castillo no hay la menor duda, que no fue un castillo de cuentos con gran parafernalia y lujos es más que probable, que se desvaneció en el tiempo por cuanto aconteció y es aquí descrito es casi una certeza y que algunas de sus piedras siguen en sigiloso secreto formando parte de otras estructuras de nuestra ciudad es más que una obviedad.
La cuestión fundamental no es si hubo o no castillo, sino si los hechos que lo envuelven, su historia que es nuestra historia, quedan como él mismo olvidado en la niebla de la indiferencia.
*A lo largo de los años han aparecido huellas muy diversas de estructuras, muros o cimentaciones del castillo. Hay un amplio bagaje informativo y documental al respecto en los diversos organismos administrativos: Ayuntamiento, Diputación, Consejería de Educación, Cultura y Deporte (Patrimonio) o en el mismo Ministerio, además de la repercusión en otros medios profesionales. P.e. Arqueología Medieval en Junio de 2008 informaba de que durante la limpieza de perfiles de la ladera oriental del Cabezo de San Pedro dentro de la intervención arqueológica preventiva en el solar de esquina Paseo de Buenos Aires a calle Plácido Bañuelos, se detectó la existencia de una estructura arqueológica colgada en el perfil, que esta ejecutada con pizarras y ladrillos trabadas con mortero de cal, cuyas características iniciales parecen identificarla con alguna estructura aislada relacionada con el Castillo de Huelva, y por tanto, de posible cronología medieval. De lo que se hizo eco Huelva-Información.
Referencias:
El castillo de San Pedro (Huelva) de la restauración del siglo XVI al fin del castillo.
Rodrigo Caro Antigüedades y Principado de la ilustrísima ciudad de Sevilla. Sevilla 1634.
Y otras tan inestimables de Jacobo del Barco, el mismo “Itinerario Antonio” o José Luís Gonzalvez, por decir solo algunos.
26 comentarios en «El Castillo de Huelva, un viaje en el tiempo»
Magnífico artículo. Felicidades Adolfo.
Es muy interesante la idea de la reconstrucción de esta castillo. Mis padres eran de un pueblo de Huelva, y rebuscando el origen del apellido Bellerín he descubierto que era en realidad Vellerino. Rebuscando más en el pasado he descubierto que Gonzalo Díaz Vargas Vellerino fue uno de los grandes conquistadores, compañero de Hernán Cortés; pero además este Vellerino era hijo de Francisco Díaz Vellerino, regidor de Huelva y Alcaide de su fortaleza, natural de Bilbao y Marquina. Me gustaría si alguien me puede ayudar con algo de esto.
Hola , buenas tardes , como verás mi apellido también es VELLERINO, me gustaría recabar información de nuestros antepasados .
Me gustaría saber si me podría enviar la información que sobre este apellido tiene usted.
De antemano le doy las gracias.
Att
Manuel Vellerino
Hola, me gustaría saber de donde eres o de donde procede tu apellido, mis padres de La Palma del Condado (Huelva). Hay también Vellerino en Valverde de Leganés (Badajoz), puedes ponerte en contaco con ellos ( Consulta María Morera Vellerino).No tengo demasiada información aparte de lo que escribí, podrían ser cruzados italianos durante la reconquista, estarían relacionados con la gran familia de loos Vargas, hubo un hidalgo llamado Alonso Fernández Vellerino que recibió homenaje del Conde de Medinaceli en 1390 por el concejo de Gibraleón (Huelva), hay algunos personajes de alto nivel procedentes de Huelva por el siglo XV, XVI, no sabría decirte más. [email protected]
Mi Padre es de Elche , pero mi abuelo vino en los 60 desde Valverde De Leganés ( Badajoz)
Gracias Diego, muestra tierra es lo que tiene, que tira. Saludos.
Fantastico articulo. Gracias por toda la información
Buen articulo e interesante.
Cuando algo se hace con cariño se nota la magia, gracias por compartir conocimientos y ayudar a descubrir mas cosas de Huelva
Interesantisimo,me ha sorprendido.Después de 10 años de estancia en la ciudad,ahora me entero.Un diez a la publicación.Enarabuena.Agradecido Diego.
Nuestra obligación no es otra que refrescar la memoria de la ciudad, es el único método para evitar desconectar de nuestras raíces. Si además mi hijo David lo disfruta, dará cumplida cuenta de estos capítulos cuando toque y así se continuará reavivando estos datos de nuestra identidad, conocida la pereza pedagógica de nuestradministradores de todos los tiempos, seamos nosotros los porteadores de nuestro pasado.
Interesante trabajo.
Felicidades! Muy grato ver que nuestra historia despierta tanto interés y que cada vez somos más trabajando en ello.
Deberiamos haber cuidado mejor nuestras raices,yhaberlas restaurado en su momento para que no se perdieran,como hicieron en otras ciudades.
Desconocía éste dato de la historia de Huelva. Muchas gracias por la información. Una pena su desaparición que en estos tiempos hubiese tenido un aliciente mas para la visita de turistas a nuestra ciudad.
Desconozco si la zona aun siendo privada es visitable, seria una experiencia muy de agradecer.
Nota: la foto aérea base para la proyección del alzado del castillo fue realizada por la empresa de Huelva, VISION AEREA que fue cedida amablemente para vestir el artículo.
Gracias me ha encantado un abrazo
Buenos días.
La tercera de las imágenes del artículo, cuyo pie dice «Plano del castillo», está tomada de http://www.fortificacionesenlaraya.eu (2012), y proviene a su vez de «La fortificación de un territorio. Arquitectura militar en la raya de Huelva, siglos XVII y XVIII» (2002) página 123.
Debe citarse su procedencia y autor (que soy yo) junto al pie de la imagen.
Quedo pues a esperas de su respuesta.
Saludos, Guillermo Duclos Bautista
Estimado Guillermo, ya hemos hecho la corrección. Gracias por su apunte y disculpe las molestias. Un saludo.
Muy agradecido por su respuesta y la corrección. Y enhorabuena por este tipo de artículos.Espero que sigan.
Saludos, Guillermo Duclos Bautista
¿Se puede visitar los restos actualmente?
Saludos Ale. Desde hace muchos años es una propiedad privada y lamentablemente no hay ninguna obligación administrativa al respecto. Es probable que incluso pudiera quedar algún resto formando parte de esa propiedad, aunque no haya nada objetivable, o lo poco que haya podido haber se haya destruido. Si es verdad, que el promontorio y la logística nadie podrá hacerla desaparecer. Yo tampoco he podido siquiera hacer una visita amigable. Cosas del patrimonio y de Huelva. Esta es nuestra memoria y el respeto por nuestras raices.
Hola Adolfo, vivo en el piojito y desde la terraza de mi casa se puede ver perfectamente una de las torres de ese castillo que aún sigue en pie. Es algo digno de observar, no tendría problema en facilitarte algunas fotos si estás interesado. Saludos
En la excelente biblioteca de un amigo Santiago González de Zufre consulte hace años un libro del Siglo XVIII sobre Gubraleón
Buenos dias. Soy un Onubense expatriado a Madrid desde hace muchos muchos años. Es interesantísimo esto del castillo. Lo desconocía. Sería espléndido que el Ayuntamiento obtuviera la titularidad del los terrenos. Tras un exhaustivo estudio arqueológico debería rehabilitarse y/o recuperarse lo que pudiera existir aún. Y bueno, se me ocurre que a posteriori se podría acometer una reconstrucción no mimética sino desde postulados arquitectónicos actuales, pero que recuperara la volumetría y presencia paisajística que sin duda debió tener en tiempos. Ahí emplazaría un nuevo Museo de la Ciudad, trasladando todo lo que hay en Alameda Sundheim, por ejemplo…El nuevo edificio debe reflejar las características formales del antiguo castillo, pero distinguiendo con toda claridad lo nuevo y lo antiguo, desde luego con respeto y con el mayor rigor arqueológico. ¿Qué os parece la idea? Muchas gracias a todos, y sobre todo al investigador. Un saludo desde El escorial.