P. Gamero. “Las finales se juegan para ganarlas”. Lo pudo decir más alto Sergi Barjuan, pero nunca más claro. Y apostilló: “Veo el equipo mentalizado para ganar”. A confesión de parte… Y es que el Decano afronta este domingo (20:00) otro de esos partidos catalogados como “finales”, ante un rival “diferente”, según el técnico albiazul, pero al que hay que superar si se quiere seguir en la pomada.
“Quedan cuatro finales, pero la principal es mañana. Hay que ser claros, las finales se juegan, pero se juegan para ganarlas y veo al equipo está mentalizado para ganar”. Lo dijo Sergi, que preguntado sobre si esta era la última oportunidad, como manifestó en rueda de prensa Jesús Vázquez, señaló: “Tenemos que ser conscientes de que hemos dejado escapar muchas cosas. Ha sido una temporada muy atípica, no es normal lo que nos está pasando. Ha sido duro para todos estar arriba y salir de ahí, mentalmente cuesta mucho que los jugadores se vayan recomponiendo”, argumentando que “hemos tenido que cambiar mucho las alineaciones por sanciones y lesiones, y esto tampoco te ayuda para tener un equipo base”.
De esta forma, según manifestó el técnico “todo esto te va creando dudas. Lo que hemos solucionado desde el Éibar para acá, son esas dudas de identidad, sabemos lo que queremos, lo que buscamos. En Jaén es cierto que se pierde el partido, pero la posesión lo tenemos, son errores puntuales los que te marcan el partido”. Y dadas las circunstancias, confesó que “no conseguir los tres puntos mañana, nos dejaría con pocas opciones, aunque quedan muchos enfrentamientos directos entre los de arriba”.
Pese a la necesidad de ganar y la mala racha que vive el Decano, Sergi lanzó un mensaje de optimismo: “Veo al equipo en predisposición de ganar, si no, no saldríamos al terreno de juego. Sabemos lo que tenemos que hacer, y lo hemos trabajado. Luego en un partido pueden suceder mil cosas, pero esperemos que cambien la dinámica negativa, que podamos tener algún atisbo de suerte, que salga algo a favor”, indicó.
Sergi abundó en la fe que tiene en sus jugadores, de ahí que señalar que “mañana saldremos a competir al cien por cien por encima de nuestras posibilidades porque es lo único que podemos hacer ahora mismo. Aunque la racha es muy negativa, la segunda vuelta no es muy buena, llevamos nueve partidos sin encajar un gol, y esto te hace ver que si hubiéramos estado más finos cara a la puerta contraria, el esfuerzo realizado hubiera tenido más premio”.
Enfrente, según el parecer del entrenador de Las Franquesas del Vallés, estará “un rival diferente a lo que hemos tenido a lo largo de toda la Liga, con una estructura que creo que va a utilizar aquí también, con cinco hombres en zona defensiva. Lo hemos trabajado, pero también otra alternativa que pueden utilizar. Al final tenemos claro que hay que competir al máximo, por encima de nuestras posibilidades individuales para que el rendimiento colectivo sea muy alto”.
Es un partido que, por la marcha del rival, preocupa al técnico: “Así es, porque el Girona viene en una línea ascendente, de optimismo para ellos, de creer que puede salvarse, que puede sacar algo de todos los campos. El otro día sin jugar un partido muy brillante consiguió empatar ante el Castilla cuando iba a perder. Sus jugadores saben que les quedan pocas balas en la recámara, y una de ellas es ésta, y viendo los resultados que estamos obteniendo en casa están muy esperanzados”, comentó.
Y para superar el escollo catalán, Sergi entiende oportuno hacer grupo, y convoca a todos los jugadores: “Tenemos que darle al partido esa importancia de final, y por eso vamos para convivir todos, los disponibles y los lesionados, que están sufriendo más. Todos juntos para darnos ese apoyo mutuo necesario para afrontar esta final, que es así, para conseguir la victoria. Le damos a este partido la importancia que se merece, y el que no esté preparado, que lo diga, se engaña a él y luego engaña al equipo”, remarcó.
Y uno de los nombres propios en esa lista es el de Jonathan Valle, que vuelve. El técnico elogió al cántabro por sus ganas de recuperarse: “Ha hecho un trabajo individual inmenso junto a los médicos, recuperadores y preparador físico para estar a tope. Para un partido completo no está, pero es cierto que aporta cosas diferentes, cosas nuevas, y que el mismo equipo cuando lo ve jugar y entrenar, se contagia de lo que él transmite. Ese contagio de energía positiva puede ser beneficioso para el equipo”, recalcó el técnico apostillando que “en estos cuatro partidos puede aportar esas cosas diferentes en momentos puntuales”.
