De cómo don Alonso Pérez de Guzmán prefiere la “soledad de Huelva” a las gentilezas de la Corte de Felipe III

Segunda parte del artículo sobre la Reina de Portugal.
Segunda parte del artículo sobre la Reina de Portugal.

Adolfo Morales. El Centro Virtual Cervantes, nos facilita la lectura del magnífico trabajo de D. Jesús Ponce Cárdenas. Universidad Complutense de Madrid. “Góngora y el conde de Niebla. Las sutiles gestiones del mecenazgo”, siendo ésta una obra de una calidad histórica interesantísima, relata pormenorizadamente con gran profusión de datos la vida de la aristocracia en la provincia de Huelva, entre 1606 y 1617. Tiempo en el que Góngora además desarrollaría gran parte de su obra poética.  Resulta de lo más sorprendente a estas alturas, descubrir que aquella Fábula de Polifemo y Galatea y sus tres estancias laudatorias estaban dirigidas a la profunda relevancia asumida por la Casa de Guzmán en la Baja Andalucía, teniendo a Huelva y su entorno como escenarios.

Jesús Ponce ya advierte del injusto trato recibido por don Manuel Alonso de Guzmán y Silva al reconocerlo como “un mecenas perdido en las páginas más nebulosas de la Historia”.


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Breve historia de Huelva.
Breve historia de Huelva.

El primogénito de don Alonso Pérez de Guzmán, séptimo duque de Medina Sidonia y doña Ana de Silva y Mendoza, hija de los príncipes de Éboli. Nació el seis de enero de 1579 y fue bautizado con el nombre de Manuel Alonso Domingo Francisco de Paula Pérez de Guzmán el Bueno y Silva. El sucesor de la Casa de Medina Sidonia, VIII Duque de Medina Sidonia, y su ascendencia se remontan a Guzmán el Bueno (1256) (obsérvese el escudo nobiliario, situado en la calle Palacios de Huelva, y el detalle algo deteriorado de la cimera, que advierte un remate  del lance que lo haría pasar a la leyenda, cuándo en la defensa de la plaza de Tarifa, perdió la vida de su hijo menor, al no ceder ante los musulmanes).

Desde su nacimiento, el pequeño recibió el título que ostentaban los herederos de la Casa de Guzmán, así se convirtió en el undécimo conde de Niebla. La formación del primogénito de los Guzmán y Silva tuvo lugar en el palacio de Sanlúcar.


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El 16 de noviembre de 1598,  tres meses después de la muerte de Felipe II tuvieron lugar en el Alcázar de Madrid las capitulaciones matrimoniales de Manuel Alonso de Guzmán y doña Juana de Sandoval, una de las hijas menores de don Francisco de Sandoval y Rojas, marqués de Denia, futuro duque de Lerma y hombre de confianza del joven rey Felipe III.

Escudo.
Escudo.

En la solemne boda oficiaron como padrinos: el soberano Felipe III y su hermana la infanta Isabel Clara Eugenia. Dicha alianza dinástica hacía pensar en un magnifico futuro cortesano para el heredero de la Casa de Guzmán, aunque más pronto que tarde habría que revelarse que eran muy otros los designios del orgullosos noble. Así, alegando que una asignación de veinte mil ducados no resultaba suficientes para establecer su residencia en la corte, abandonaron la corte el 10 de enero de 1599 para retirarse a sus dominios onubenses. Durante los meses siguientes, los recién desposados supervisarían la ampliación del Palacio de Huelva, donde establecieron su domicilio.

Sólo ocasionalmente el conde de Niebla abandonaría sus estados para hacer breves y espaciadas visitas al aula regia  de Madrid o Valladolid, lo que aún hace más verosímil que su hija Luisa naciera y días después fuese bautizada en la misma ciudad de Huelva.

Batalla naval.
Batalla naval.

El joven matrimonio tuvo pronto descendencia, el primogénito fue el malogrado don Baltasar de Guzmán, al que siguieron don Gaspar Alonso de Guzmán y Sandoval, don Melchor de Guzmán y doña Luisa Francisca de Guzmán.

Manuel Alonso Pérez de Guzmán mantuvo apego y fidelidad a la corona y sirvió ganando honores en la distancia de la corte: Cazador Mayor del Rey, hombre de cámara del soberano, Caballero de la Orden del Toisón de oro. En su carrera militar en la Marina, terminó recibiendo el nombramiento de Capitán General de las Costas de Andalucía, Capitán General de las Galeras de España. Dirigió en 1625 desde Jerez las operaciones militares con las que se consiguió rechazar el ataque de la flota anglo-holandesa a la ciudad de Cádiz dirigido por Sir Edward Cecil.

Un amante de su tierra, de Huelva.
Un amante de su tierra, de Huelva.

Pero este hombre amaba sobre todo esta tierra, la naturaleza, las labores del campo, la pesca del atún, el salazón, o la naturaleza de Las Rocinas. En definitiva la calma del equilibrio que propone la naturaleza, lo que él denominó “la soledad de Huelva”, es curioso que el término “soledad” se repite, y así de nuevo dice “en esta soledad le halló el príncipe de los poetas” refiriéndose a Góngora, aunque bien debiéramos trasfigurar el término soledad por calma, serenidad, o retiro deseado y anhelado.

Así comienza la Fábula de Polifemo y Galatea: Al Conde Niebla.  “Estas que me dictó, rimas sonoras, culta si aunque bucólica Talía, oh excelso conde!, en las purpúreas horas que es rosas la alba y rosicler el día, ahora que de luz tu Niebla doras, escucha, al son de la zampoña mía, si ya los muros no te ven de Huelva peinas el viento, fatigar la selva”.

Para Manuel Alonso ese aislamiento en medio de la naturaleza, es más un retiro, es más un halago que un castigo. Un lugar en el que un noble prefiere retirarse y vivir en contacto con la naturaleza al medrar incierto de una carrera en la corte y al trasiego inquieto de vivir en la gran ciudad. Además de disfrutar del arte tanto de mecenas como de espectador. Huelva, Niebla, Ayamonte y Las Rocinas son sus cuatro puntos cardinales de este universo que le hacen sentirse “libre”.

VARIOS (1 de 1)-26Ya conocemos las costumbres y la focalización familiar de don Manuel Alonso, lo que hace confirmar aún más no solo su residencia sino su continuidad en la misma, por lo que es impensable que en fases previas al parto o inmediatas a éste, pudieran encontrarse en una ciudad que no fuera su casa palacio de Huelva.

A pesar del rigor de lo escrito hasta ahora, no son exclusivas estas voces y otros muchos historiadores, estudiosos y nobles avalan y defienden del mismo modo la autenticidad del dato que las funestas sombras de la ignorancia han promovido una injusta confusión que hoy vamos a cerrar.

Luisa Francisca de Guzmán nace en Huelva el 13 de Octubre de 1613. Así también lo declara la Casa de Ayamonte, Sr. Don Francisco López de Solé y Martín de Vargas, Marqués de Ayamonte, Conde de Cabra, o D. Fernando Guillamas y Galiano (caballero profesor de la Orden de Santiago, y Gentil hombre de Cámara de S.M.) en su historia de Sanlúcar de Barrameda, o también D. Rodrigo Amador de Los Ríos en su Huelva, sus monumentos y artes – Su naturaleza e Historia, editado en Barcelona en 1888, o las referencias contenidas en La Iglesia Mayor de San Pedro de Huelva. Historia de su fábrica. De Manuel Jesús Carrasco Terriza, y al “cronista de Huelva” el melillense D. Antonio José Martínez Navarro por nombrar solo a algunos. Exijamos por tanto la restitución de este dato por mor de la historia y la ciudad de Huelva.

3 comentarios en «De cómo don Alonso Pérez de Guzmán prefiere la “soledad de Huelva” a las gentilezas de la Corte de Felipe III»

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