Redacción. El Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de Huelva, en el Campus de La Merced, acogía en la tarde de este lunes 5 de mayo la tercera y última conferencia del ciclo ‘El misterio de la vida’. Una ponencia ofrecida por el obispo de la Diócesis de Huelva, monseñor José Vilaplana Blasco, con la que finaliza el ciclo organizado por la Academia Iberoamericana de La Rábida bajo el título ‘Del origen del Universo al Milagro de la Vida’.
José Vilaplana Blasco (Benimarfull, Alicante, 1944) llegó a la Diócesis de Huelva hace ocho años. Aficionado al arte, Vilaplana realizó sus estudios eclesiásticos en el Seminario Metropolitano de Valencia, siendo ordenado sacerdote en 1972.
Entre los momentos más destacados de su amplia trayectoria se puede citar su formación espiritual en la Universidad Gregoriana de Roma entre 1980 y 1981 y cuando fue nombrado rector del Seminario Menor Diocesano de Valencia en Játiva, así como obispo auxiliar de Valencia (1984 – 1991) y obispo de Santander entre 1991 y 2006.
Su llegada a Huelva se produjo el 17 de julio de 2006, una etapa que reconoce que ha sido intensa y de mucho interés.
1 comentario en «José Vilaplana indaga en ‘El misterio de la vida’ en el ciclo de conferencias de la Academia Iberoamericana de La Rábida»
Excelente conferencia que recogía el misterio de la vida bajo un punto de vista del cristianismo. La bondad y el amor recogidos en la Palabra, sintetizan el espíritu de un hombre que se siente como “el bebé dentro del seno materno”, protegido por algo que no es capaz de percibir, pero que le arrulla, protege y le da la vida. Estas palabra a mi me definieron una manera de apreciar el valor de la Fe, esa fe a la que muchos pretendemos llegar y confiamos alcanzar, en su momento.
Como científico y ponente de la primera conferencia “Un segundo en la vida del Universo”, escuchar la versión de D. José fue tremendamente enriquecedora, pues me permitió aproximarme, un poco más, a la comprensión de la “nada”, y pensar en el “antes de la nada” y quizás, como dijo acertadamente el Presidente de la Academia Iberoamericana en su glosa previa a la despedida, hoy todos nos hemos acercado un poco más al binomio Ciencia y Fe, Fe y Ciencia, que pueden perfectamente convivir y andar juntos el camino del “Misterio de la Vida”. Muchas gracias D. José