Más de 1.200 kilómetros de pedaladas llevan al onubense Anselmo Arenas a Santiago de Compostela en una semana

P.C.G. Un reto personal, una promesa por la familia y cuatro meses de preparación han llevado a Anselmo Arenas a recorrer pedaleando los más de 1.200 kilómetros que separan Huelva de Santiago de Compostela. Pero no de cualquier manera. Lo ha hecho en una semana con la única y exclusiva compañía de su ‘Thatcher, la dama de hierro’, una modesta bicicleta que no le ha fallado en ninguna de las ocho etapas en las que ha realizado el trayecto.

Este bicigrino, como se denomina a sí mismo, asegura que a sus 51 años esta experiencia «ha sido inolvidable» y «que le ha cambiado la vida completamente. Era un reto personal que tenía previsto hace muchos años y que ahora por las circunstancias que atraviesa la familia me he decidido a hacer», explica.

El particular Camino de Santiago de Anselmo se resume en ocho días, ocho etapas a una media de 150-160 kilómetros por día, más o menos lo que recorre un ciclista profesional en una competición de alto nivel como el Tour de Francia. Toda una gesta para un deportista aficionado como él: «Siempre me ha gustado el deporte, la bicicleta, correr…pero la verdad es que nunca había llegado a este extremo. Lo he hecho por sentirme bien conmigo mismo no solo en lo físico, sino en todos los aspectos».

Así, Anselmo partió el viernes 25 de abril de Huelva a las 16.00 horas «con las alforjas cargadas de ropa, algunas viandas, un montón de ganas y un presupuesto de 200 euros para todo el camino». Antes de marcharse se encomendó a la Virgen del Rosario, de la Hermandad de la Cena. Desde su hermandad pedaleó hasta Riotinto, donde descansó para iniciar al día siguiente el trayecto dirección Zafra, y hacer allí su segunda noche.

De ahí a Cáceres, y de la provincia extremeña a Baños de Montemayor y después a Zamora. Todavía en Castilla y León se adentró en Lubián, perteneciente también a la provincia zamorana, antes de recalar en Cea e iniciar el último tramo hasta Santiago de Compostela. Allí llegó el 2 de mayo a las 11.30 de la mañana, cuando aún faltaban horas para que se cumpliera una semana exacta de su salida desde Huelva.

Durante el trayecto le han surgido muchas anécdotas, como que se perdió en Guijuelos (Salamanca), y ha conocido a mucha gente, más extranjeros que españoles: «Me he encontrado con gente de todo tipo, pero maravillosa y muy acogedora. Me ha sorprendido especialmente tropezarme con muchos árabes cuando se supone que es un Camino marcado por la cristiandad. Y también con un hombre que había recorrido 80 kilómetros en sandalias».

Aunque ha viajado solo, a Anselmo no le han faltado los apoyos desde la distancia. Su familia y sus amigos han estado apoyándole en todo momento: «Nunca me sentí tan querido. Durante el camino recibía cientos de mensajes y tenía que apagar el móvil para no quedarme sin batería y poder seguir utilizando el GPS que es completamente imprescindible. Cuando llegaba a los albergues, ya agotado, me quedaba dormido contestando los mensajes de familiares y amigos».

El bicigrino onubense cuenta que la llegada fue «increíble, con una gran emoción contenida comparable al Camino de El Rocío, que he realizado varias veces. Se te caen las lágrimas y te das cuenta de muchas cosas, entre ellas lo importante que son los tuyos. Es una experiencia muy espiritual«.

A su vuelta a Huelva, que hizo en autobús, su familia le recibió con pancartas en la playa y hasta le han regalado un trofeo que le recordará siempre el especial Camino de Santiago que recorrió entre abril y mayo de 2014. Una experiencia que recomienda a los onubenses por lo «espectacular de los paisajes y por la gente que te encuentras por el camino. Zamora y Salamanca, me han gustado especialmente, son dos provincias muy bonitas».

Pese al trayecto y a las dificultades propias que se plantean en una iniciativa de este tipo, este aventurero onubense no ha perdido las ganas de asumir más retos y de recorrer más kilómetros en bicicleta y ya tiene en mente su próxima ruta: «Me han faltado kilómetros, por eso, si las fuerzas no me faltan, tengo 20 días libres y presupuesto y si mi ‘Thatcher’ aguanta pedalearé desde Huelva hasta Roma. Espero no perderme tanto como ahora, ya que dicen que todos los caminos llegan allí».