Una iniciativa particular busca apoyo social para que las murallas de Niebla sean declaradas Patrimonio de la Humanidad

Paula Crespo. Niebla busca su hueco entre los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad andaluces. Sus murallas almohades de origen tartésico bien podrían formar parte de la selecta lista a la que los últimos andaluces en sumarse fueron en el año 2000, y en su segundo intento, los municipios jiennenses de Úbeda y Baeza y que está integrada por el casco histórico de Córdoba (1984); la Alhambra, el Generalife y el Albaicín de Granada (1984); la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias de Sevilla (1987); el Parque Nacional de Doñana (1994) y, las pinturas rupestres del Arco Mediterráneo (1998),

Y aunque no es tarea fácil, argumentos y precedentes no le faltan al municipio para embarcarse en esta aventura. De hecho, entre otros datos interesantes que podrían jugar a favor de la capital del Condado onubense destacan el hecho de que el centro histórico y su recinto amurallado de dos kilómetros perimetrales ya fue declarado en 1982 Bien de Interés Cultural (BIC) como Conjunto Monumental Histórico-Artístico y que actualmente es el mejor conservado y el de mayor tamaño de toda Europa. En España, concretamente en Ávila y Lugo se conservan algunos similares, pero no son de la misma época.

El Castillo de los Guzmanes, más conocido como Castillo de Niebla, y la Iglesia de Santa María de la Granada son los principales atractivos turísticos del recinto.

Por todo ello y por la repercusión histórico-turística que tendría para Niebla y la provincia de Huelva, el ililplense Daniel Ramos ha decidido crear una plataforma para conseguir el apoyo social e institucional necesario para poder hacer llegar la solicitud a la Unesco.

Para poder ser denominado Patrimonio de la Humanidad, el lugar o conjunto histórico que así lo solicite debe tener un «valor universal excepcional» y satisfacer al menos un criterio de selección de los diez (los 6 primeros para bienes culturales y los 4 últimos para bienes naturales) que establece desde 2005 la Unesco.

Según Daniel Ramos Niebla podría acogerse al número IV: Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico, tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana. «Esto efectivamente se cumple», explica Daniel «si tenemos en cuenta que Niebla es la ciudad amurallada más importante de España en su estilo árabe, que sus  murallas almohádes de origen tartésico son un elemento singular y el mayor y mejor conservado recinto de este tipo en Europa, ya que ha llegado hasta nuestros días prácticamente en su totalidad, manteniendo en muy buen estado sus lienzos y seis de sus puertas».

Sin embargo, señala Daniel que «además de esto la Unesco requiere que haya una masa social importante detrás de esta solicitud de declaración cuya aprobación supondría un crecimiento exponencial del turismo en la comarca y en la provincia. Por eso todos los ililplenses y onubenses que lo deseen pueden apoyar esta iniciativa dejando su firma a través de change.org. Hasta la fecha se han recogido 150 firmas. Faltan 50 para alcanzar el primer objetivo fijado por esta plataforma. Tenemos que recuperar el espíritu y el trabajo que se ha hecho con anterioridad, que no es poco, para que no caiga en saco roto».

Los precedentes
Se refiere el empresario ililplense al movimiento que se produjo en 1998 cuando el entonces alcalde de Niebla, Eduardo González Moreno, presentó al pleno en la sesión del 26 de febrero una moción para solicitar a la Unesco a través de la Dirección General de Bienes Culturales que Niebla fuera declarado como conjunto Patrimonio de la Humanidad y que fue aprobada por unanimidad por el consistorio ililplense.

El testigo de esta moción fue recogido por el diputado socialista Francisco Sánchez Moreno, quien lo elevó al Parlamento Andaluz en la sesión del 29 de octubre de 1998 en forma de proposición no de ley. Esta instaba al Consejo de Gobierno a incluir el recinto amurallado de Niebla en el Expediente de nominación para ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En su intervención Sánchez Moreno explicaba que Niebla era «para España y Andalucía la ciudad heredera de las culturas y que se convirtió en la capital de un importante reino Taifa«. Y subrayaba además que «de los numerosos pueblos que la poblaron la localidad heredó un conjunto monumental extraordinario […] que hoy se conserva practicamente intacto»  (declaraciones a EFE recogidas por ABC de Sevilla en su edición de 30 de octubre de 1998).

De acuerdo con el diario de sesiones del Parlamento Andaluz, la propuesta fue aprobada por unanimidad por todos los grupos parlamentarios, representados por aquel entonces por el mencionado Francisco Sánchez Moreno (PSOE-A), primero en intervenir por ser quien presentaba la propuesta no de ley; Matías Conde Vázquez (PP), un político onubense muy afamado; el Sr. Díaz Carrégalo (IU) y el Sr. Moreno Olmedo (PA).

Pese a todo no se logró que el Gobierno incluyera el recinto amurallado de Niebla en el Expediente de Nominación que debía ser evaluado por el Comité de del Patrimonio de la Humanidad.

El procedimiento
Y es que el proceso para conseguir esa denominación no parece fácil ni breve. No en vano, para que un lugar sea declarado Patrimonio de la Humanidad debe estar recogido en el inventario provisional que un país hace de sus bienes naturales y culturales y luego ser seleccionado e incluido en el Expediente de Nominación que debe ser lo más completo posible. A este respecto, Daniel Ramos asegura que «se han documentado todas las iniciativas y todas las firmas recabadas en todos los movimientos que se han producido desde el Ayuntamiento a lo largo de los años».

Ese expediente es evaluado de forma independiente por la Unión Mundial para la Conservación y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), que posteriormente trasladan sus recomendaciones al Comité del Patrimonio de la Humanidad. El Comité se reúne una vez al año para determinar si incluir o no cada sitio nominado en la lista definitiva, y a veces suspende la decisión para solicitar más información a los Estados miembro.

Para Daniel Ramos, «el camino es largo, pero ya hay mucho andado. Solo nos falta el compromiso firme de la gente de la zona, de la comarca. Que haya una demanda social importante».

Historia de la muralla
Las murallas datan de época musulmana, exactamente de 1330, aunque ya existían con anterioridad (son de origen tartésico). Los avatares de la historia han propiciado que se hayan destruido y reedificado en múltiples ocasiones. A sus dos kilómetros de perímetros hay que añadirle una altura 16 metros, 48 torres cuadradas de planta rectangular, y otras cinco rectangulares que contienen las puertas principales de acceso al recinto y dos torres más octogonales en el frente de levante.

Actualmente se conservan seis puertas: la de Sevilla (C/Ortega Egurrola) de estilo árabe aunque con vestigios romanos; la del Socorro (Plaza de San Martín), también con restos romanos, es característica porque por ella Alfonso X el Sabio entró a tomar la fortaleza y porque alberga una pintura del siglo XVI en el arco que representa a la Virgen del Socorro; la del Buey (Avda. Puerta del Buey), de estilo almohade-mudéjar está situada frente al río Tinto; la del Agua (C/Agua), del mismo estilo que la del Buey; la del Embarcadero, de la que solo se conservan algunos restos y  la del Agujero (C/Arrabal) a la que se accede a través de una escalinata y que es el paso a la ciudad a través de un antiguo arco romano.