Clotilde Ventoso Vargas. Platero, después de muchos años, vuelvo a encontrarme contigo en este poema en prosa que nunca dejó de tener un sitio -que no es lugar- en mí, en ese paraíso que todos perdimos y que intentamos recuperar durante toda nuestra vida. Tú haces que podamos volver a ese remanso de gozo y frescura en el que transitamos una vez y al que siempre añoramos.
Te digo, Platero, que ahora que cumples cien años -estás en tu mejor edad- quiero traerte aquí, conmigo, con nosotros, y recordarte haciéndote presente muy especialmente en este año 2014.
¡Qué curioso, Platero, que vieras la luz por casualidad! ¿Recuerdas? Se había enfadado Zenobia con tu amo, por cualquier cosilla, pues ya sabes de las rarezas de Juan-Ramón. Tenía que entregar él a su editor una traducción de R.Tagore en una fecha determinada y era indispensable la ayuda de Zenobia para llevarla a cabo y como no estaba dispuesta a hacer ese trabajo, se vio obligado a darle las hojas que te llevaban a ti dentro, y que harían las delicias de muchas generaciones de lectores, para su inminente publicación. Son cosas del destino, está claro que no podías quedar escondido entre las páginas de sus obras completas. Tenías que ver la luz, y lo hiciste en la Navidad de 1914 -aunque ya te conocía y te quería Juan-Ramón desde 1908- para regocijo de todos.
No te pensó nunca Juan-Ramón para que te leyeran los niños, pues nunca escribió para ellos; ya sabes lo que dijo en el Prologuillo del libro: «el niño puede leer los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos se le ocurren».
Empezó a soñarte y a plasmarte en un papel estando en su Moguer natal, aunque luego corrigió la obra, y bastante, estando en Madrid, lejos de su pueblo y evocando su pasado.
Porque Platero, tú viniste para hacernos mucho bien a todos, empezando por tu amo, que desde que naciste habla de su propia Alma, y dice que ahora se hace más buena, más pacífica, más pura cada día. Porque tú has sido un camino de purificación para él y para los que te hemos conocido y querido; y algunos que te llamaron «el más burro de los burros» o «el burro más odiado», o que eras «una regresión cavernícola», seguro que ya estarán arrepentidos -ya sabes que Dalí y Buñuel, eran nuestros «enfants terribles» y su corazón no podía ser tan grande como el tuyo-. Al hombre bueno habría que llamarlo Asno -eso decía Juan-Ramón- en tan alta consideración te tuvo siempre.
Te mereces todos los homenajes que te hagamos, porque si el sentido que tiene la vida no es otro que el de ser cada día mejores, más generosos, más fraternales, más olvidados de nosotros mismos, más «atentos» a todo y a todos los que nos rodean, digo, que si este es nuestro objetivo, tú has ayudado a Juan-Ramón a conseguirlo; porque contigo, nos dice Antonio Sánchez Barbudo, «no sólo cambió de tema y estilo en su obra, sino que se produjo en él un cambio fundamental de actitud ante la vida y ante los otros», y esto, Platero, es un logro sólo tuyo.
Yo creo, que al soñar tus ojos de color azabache, se vio reflejado en ellos, y también vio otras muchas cosas, que antes no había visto nunca. Por eso, Platero, empezar a ilusionarse contigo y aparecer «el afuera», fue todo uno para nuestro Juan-Ramón. Tú le enseñaste que había mucho que mirar y que admirar; que sentir y que amar. Le mostraste esa realidad que sin tus ojos nunca habría visto: los niños, las flores, los animales -ya sabes en aquellos años, que mal tratados erais todos, que a las perras, recién paridas, los chiquillos les quitaban los perrillos y los estrellaban contra las tapias; eso lo he vivido yo de pequeña en mi pueblo; y los burrillos como tú, ¡que mal trato recibían!; y los galgos ¡que volvían exhaustos del campo, y apenas comían para sostenerse en pie!; pues eso digo, Platero, que Juan-Ramón, que antes sólo miraba para adentro y veía a un hombre apenado y abatido, se encuentra ahora con un Universo como caído del Cielo: con sus niños, sus colores, sus frutos, sus flores, sus risas, sus soles, sus mariposas blancas… con un Universo en donde también cabe lo antiestético, lo inhumano…pero siempre con esa mirada que aprendió de ti y contigo. Y Juan-Ramón, que ha descubierto “el afuera”, lo contempla, y piensa que te lo cuenta, cuando eres tú el que, humilde y callado, le haces creer que escuchas lo que sin ti nunca hubiera dicho. ¿Quien ha hecho que quede atrás, cuando está contigo, el Juan-Ramón lastimero y egocéntrico y aparezca ese otro Juan-Ramón, que ahora vemos como un ser que sabe mirarlo todo con una indescriptible ternura?… ¡pues claro que has sido tú!, Platero, el que lo ha convertido en un soñador que sabe apreciar el calor de la vida, que vuelve su mirada a sus recuerdos de niñez, o que compone imágenes con una variedad de recuerdos a los que añade hechos de su invención, o relata escenas duras que sabe entregarnos una vez que las ha tamizado a través de su reflexiva y magnánima mirada. ¿Recuerdas, Platero, la risa de la niña tísica, y al niño tonto?, ¡cómo se quedaron estas impresiones grabadas en el corazón y en la memoria de Juan-Ramón!, y cómo supiste compartir con él cada estampa que dibujó en su poema, que es tu poema.
Por todo esto te quiere todo el mundo. Te diré que eres el personaje más leído después del Quijote y de La Biblia y que, desde que naciste, has sido inspiración de todo tipo de artistas.
Quiero hoy, un día cualquiera del Año 2014 y desde Huelva, hacerte algunos regalos, como no podía ser de otro modo, siendo, digámoslo así, el primer Centenario de tu nacimiento:
Fue gracias a ti, Platero, que VENOR, José-Vicente Ventoso, mi padre, en el periódico “LANZA», de Ciudad Real, en 1967, escribiera de Juan-Ramón que era «un creador, “un encontrador» de bellezas y sublimidades…Sabe dar emoción a la idea puliendo la palabra…Emplea el lenguaje del corazón, para el corazón. Es poseedor de un espíritu selectísimo que, aún viviendo su propio mundo interior, desea ardientemente «darse»…entregarse a los demás. Es…»
¿Recuerdas como te retrató FERNANDO MARCO en tu primera edición ? Pues mira que bonito te dibujó:
…Y la escultura que te dedicó JAIME PIMENTEL, hecha en bronce. ¡Qué contento estarás, sabiendo que no hay niño de Málaga, ni niño visitante, que no se haya subido a tus lomos y te haya abrazado y acariciado hasta hacerte brillar tanto como el sol!
Te va a gustar cómo te ha imaginado este artista destacado y reconocido sobre todo por sus grandes exposiciones-relato, JOSÉ LUIS SERZO, ha hecho una puesta en escena sólo para ti, mi querido Platero, ¿que tal, te gusta?
No podía faltar la música en este Aniversario, y te la pone nada más y nada menos que Don Andrés Segovia, para el poema «Melancolía» y «A Platero en El Cielo de Moguer». También «Los gitanos y las golondrinas», la interpreta para ti, MARIO CASTELNUOVO, grandísimo compositor e intérprete florentino. ¡Fíjate como todos te quieren!:
«A platero en el Cielo de Moguer»
«Los gitanos y las golondrinas»
También he querido buscar » la voz», y la he encontrado en BERTA SINGERMAN, figura única de la declamación. Verás Platero, cómo te estremece.
¡Cómo iba a faltar una recreación de tu amo, de su pueblo y tu pueblo, Moguer! El gran actor Agustín González dio vida a Juan-Ramón en esta película y lee estampas del libro de forma tan magistral como lo hace en todas sus interpretaciones. Con esta película dedicamos hoy también un recuerdo para él.
No terminaría nunca, Platero, de homenajearte. Como es natural, y estoy segura que así lo esperas, no podría faltar, entre otros muchos, el reconocimiento que te haremos en Huelva el día 8 de Abril, en una Exposición de Arte, que tendrá lugar en La Casa Colón, y en la que participaremos artistas de Huelva, así como varios niños de Moguer. En La Exposición vamos a soplar ¡cien velas! que estarán sobre una tarta hecha especialmente para ti y te daremos cien tironcitos de orejas.
Ahora que ya vamos terminando yo querría que esperaras un poquito más y te vinieras conmigo esta tarde, con mi padre, mi madre, mi hermana Conchi y mi «negrita», a dar un paseo por el camino del Molino Viejo, en Alcubillas, mi pueblo manchego. Iremos por los paisajes perdidos y continuamente recreados de mi infancia, donde no falta nunca nada ni nadie, y donde siempre hubo un lugar especial para ti, Platero; y volveré a ver, en el fondo de tus ojos negros, los colores de un Cielo, ya imposible…
7 comentarios en «Carta a Platero»
Precioso!!y muy didáctico!!! Mi enhorabuena a Clotilde Ventoso y a «Hueva Noticias» por difundir este Homenaje a Platero. Muchas gracias!
Te ha quedado precioso col tilde , cuanta realidad y cuanta imaginación a la vez, !enhorabuena, creo que a todo el mundo le va a encantar!
Un saludo
Maravilloso, entrañable, vean y escuchen
todos lo videos, son preciosos. Mi mas cordial enhorabuena
Un trabajo genial, por lo bien escrito y lo documentado. Enhorabuena, Cloti. Con tu permiso, lo he copiado para guardarlo siempre, que es lo que hago con las cosas que realmente merecen la pena.
Precioso articulo lleno de sensibilidad y ternura ,cosa que no es de extrañar conociendo tu dulzura. Felicidades compañera por este lindo homenaje, que Juan Ramón y Platero, felices se sienten y se regocijan desde las alturas.
No esperaba menos de algo que sale de su mente y corazón. Siempre es intensa en lo que hace. Auténtica como persona, intelectual, artista, esposa, madre, amiga… Mi querida Cloti -con quien compartí cinco años de Derecho-, y a la que admiro por todo lo que hace.
Querida Clotilde, en este diálogo que mantienes con Platero le descubres un mundo que, al fin y al cabo, él vio desde otra perspectiva, y es que quizás a Platero le faltaba información sobre su dueño y sobre si mismo. . Él solo sabe de su mutua compañía.
Gracias por abrirle los ojos a Platero ( seguro que ahora brillan mas ) y a nosotros con esta maravillosa carta.