P. G. Por la mínima, por obra y gracia de Jesús Cabrero. El meta del Recre fue el gran culpable de que el equipo onubense solo saliera derrotado por 1-0 del Heliodoro Rodríguez López, un campo que seguirá siendo maldito para los albiazules, después de 14 años sin ganar. Y la cuenta seguirá.
Que el Recre muriera en el área del Tenerife en busca del empate solo tuvo un responsable, Cabrero, que en los minutos 56 y 57 sacó dos manos providenciales que evitaron la sentencia del choque, y que al minuto siguiente, con un poco de fortuna, vio como un cabezazo de Aridane se iba al palo. Solo fueron tres exponentes de la superioridad del Tenerife, que llegó a lanza hasta 17 saques de esquina, y tuvo entre las cuerdas al Recre en todo momento. Solo a raiz de la expulsión de Aitor Sanz, con un cuarto de hora por delante, el cuadro chicharrero se tuvo que plegar para aguantar el acoso final de un equipo albiazul muy romo en ataque.
Ya el Recre debió darse con un canto en los dientes por acabar el primer tiempo con solo una derrota mínima, la que estableció Suso un minuto antes de cumplirse el primer cuarto de hora. El 1-0 con el que concluyó el primer tiempo fue lo mejor que le pudo pasar al Decano, a tenor de lo visto en el césped del Heliodoro Rodríguez López.
Y es que durante ese primer tiempo fue el Tenerife quien mandó, quien llevó más peligro, y el que se acercó con mucha más intención al portal de Cabrero. El Recre, inocuo en ataque en ese primer tiempo, lo dejó todo a un disparo desde el borde del área de Montoro tras dejada de Linares -fue su primer disparo en el minuto 27-, que se fue muy alto, y un casi remate de Linares en un balón servido por Zamora, mediocentro del equipo por mor de un once extraño.
Sergi habló en la previa que tenía claro lo que iba a hacer para solucionar el problema del lateral derecho. Se habló de Zamora, de jugar con tres centrales, y lo cierto que nunca cerró la puerta a que un zurdo, en este caso Fernando Vega, apareciera en esa zona. Fue lo que pasó. La nota novedosa de todo fue la presencia de Zamora incrustado en el centro del campo junto a Dimas. Será por aquello de la posesión del balón -modo irónico, claro.
Dio la impresión de que el invento de Sergi dio parcos resultados. La prueba, aparte de un primer tiempo malo, fue que el Tenerife jugó a sus anchas, cómodo, sin presión ninguna, elaborando ese juego suyo habitual en el que tanto aportan esas avispas que tiene arriba, con Suso, Aridane y sobre todo Ayoze Pérez, incordio entre los incordios.
En la primera jugada elaborada del Tenerife tuvo su premio. Suso se hizo con la pelota, filtró un buen pase a Aridane que le ganó la espalda a los centrales y la puso atrás, para que el que inició la jugada la mandara a la misma escuadra lejos de Cabrero. Ya en ese momento el Tenerife había botado tres córners y había metido en su campo a un Recre incapaz de dar dos pases seguidos.
Con el marcador a favor el Tenerife siguió con su misma idea, presionando arriba, jugando a los espacios, y entre Ayoze Pérez, Aridane, Suso y Cristo, bien pudieron formarle un buen ‘cristo’ al Recre, que sólo pasada la primera media hora dio alguna sensación de equilibrar la balanza.
Fue el momento de esas dos acciones en ataque del Recre, las únicas, que para colmo de males, en los compases finales se metió en una guerra de guerrillas estéril y peligrosa, con Muñoz Mayordomo por medio, saldadas con amarillas para Menosse y Linares. Que el partido se fuera al descanso, por lo visto en ese primer tiempo, fue una buena noticia para el Recre.
El Recre pasó de ‘Málaga’ a ‘Malagón’ en el segundo tiempo. Quiten el fuego de artificio de un disparo de Montoro tras reanudarse el partido, y todo fue un monólogo sonrojante del Tenerife al que Cabrero, providencial, impidió que diera matarile al choque mucho antes. Así, a los cuatro minutos, Aridane de cabeza, solo, vio como su remate que era gol o gol, lo salvaba in extremis Cabrero en una de esas paradas que repite hasta la saciedad la televisión cuando el protagonista nació en Móstoles. Pero a renglón seguido, otra vez Aridane se volvió a encontrar con el atinadísimo Cabrero, que evitó el segundo… como lo hizo el palo en la siguiente acción.
Fueron minutos de auténtica deriva recreativista, exclusivamente sustentado por el meta y por la mala, malísima puntería de los tinerfeñistas, que volvieron a evidenciar su negación ante el gol en otros disparos francis de Aridane y de Ayoze Pérez.
Aunque Sergi había movido ficha con la salida al terreno de juego de Arana y de Nong, el partido solo cambió cuando Aitor Sanz vio la segunda amarilla. Eso ocurrió en el minuto 74 y desde entonces, por fin, el Recre se pudo sacudir el acoso del Tenerife, que no algunas acciones a la contra, pero ya muy distanciadas en tiempo y espacio.
El Recre con todo perdido se fue arriba, y es cierto que pudo empatar en un remate de cabeza de Zamora que sacó bajo los palos Suso Santana, y que Nong, en un par de acciones, pudo hacer algo más. Pero se antoja escasos argumentos para poner en duda la justicia del triunfo del Tenerife, más corto de lo que pudo ser porque el Recre en Heliodoro tuvo un ángel salvador llamado Jesús Cabrero.
TENERIFE: Roberto; Moyano, Bruno, Alberto, Ayoze Díaz; Aitor Sanz, Ricardo, Cristo Martín (Íñigo Ros, 76′); Suso Santana (Nano, 85′), Aridane, Ayoze Pérez (Edgar, 83′).
RECREATIVO: Cabrero; Fernando Vega (Gallegos, 81′), Menosse (Arana, 56′), Morcillo, Toño; Dimas, Zamora; Montoro, Álvaro Antón, Joselu; Linares (Nong, 64′).
Árbitro: Muñoz Mayordomo (colegio castellano-manchego). Expulsó con roja directa al portero suplente del Tenerife, Diego Rivas, en el banquillo, y por doble amonestación al también tinerfeñista Aitor Sanz (73′). Mostró la cartulina amarilla a Aitor Sanz (60′ y 73′) y Nano (89′), por los locales; y a Menosse (37′), Linares (39′) y Toño (89′), por el Recreativo.
Gol: 1-0 (14′) Suso remata desde dentro del área un buen pase de Aridane.
Incidencias: Partido correspondiente a la 29ª jornada de Segunda División disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 10.781 espectadores.