Redacción. La Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Moguer ha viviendo este domingo 9 de marzo su peregrinación anual a la aldea de El Rocío de una manera muy especial, ya que la hasta ahora calle Las Carretas ha vuelto a ser la calle Moguer, consiguiendo así una reivindicación histórica de los moguereños. Así, este mediodía ha sido develado en la casa hermandad el azulejo que inmortaliza el capítulo que Juan Ramón Jiménez dedicó a la Romería de Pentecostés.
La familia rociera de la localidad ha vuelto de esta forma a reencontrarse con la Blanca Paloma durante el acto oficial de peregrinación a la aldea almonteña, que como cada año tiene lugar el segundo domingo de marzo
Los moguereños han vuelto a postrarse a los pies de la Reina de las Marismas en este acto de fe y devoción, pero lo han hecho con un pellizco especial de emoción y agradecimiento, al ver cómo la actual calle Las Carretas vuelve a convertirse en la calle Moguer.
Esta modificación ha sido posible gracias a la gran labor realizada por Rocío Iglesias, que se movilizó para conseguir, tras una reunión mantenida con el alcalde de Almonte, y la posterior aprobación por el pleno de ese Ayuntamiento, que la calle Moguer volviera a estar presente en la aldea, un hecho que llena de orgullo y agradecimiento a un pueblo que lleva cuatro siglos acudiendo a su cita con la Blanca Paloma.
El programa de actos para la peregrinación oficial de 2014 ha contemplado además la inauguración en la fachada de la casa-hermandad de un azulejo de cerámica que reproduce íntegramente el capítulo XLVII de Platero y yo, ‘El Rocío’.
Este trabajo artístico ha sido financiado por el Ayuntamiento de Moguer en el marco del programa conmemorativo del Año Platero, para llevar la obra más universal de Juan Ramón Jiménez a esos rincones a los que dedica el Premio Nobel alguna de las páginas más gloriosas de la literatura universal.