Paula Crespo. La carrera interpretativa de Berta Hernández no pudo empezar de mejor manera. De la mano de Nacho Cano participó en los tres musicales de éxito del ex de Mecano: ‘Hoy no me puedo levantar’, ‘En tu fiesta me colé‘, en ambos como protagonista, y ‘A’. Después de esta experiencia con la que se llevó el premio Premio Gran Vía de los musicales a la mejor actriz revelación 2006, cambió totalmente el rumbo de su carrera para sumergirse de lleno y también con muy buen pie, en la televisión. Esta etapa televisiva la ha convertido en una cara más que conocida dentro el panorama interpretativo español.
Berta, que desde pequeña tuvo claro que quería ser actriz, es licenciada en Arte Dramático por la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla, ESAD y desde 2008 se ha colado en millones de hogares interpretando diferentes papeles en diversas series de televisión, algunas de las cuales han batido récords de audiencia como ‘Tierra de Lobos’, de Telecinco, donde la pudimos ver caracterizada como Cristina, o ‘Amar es para siempre’, de Antena 3, donde hasta hace poco ha dado vida a Begoña. Dos de mayo, De repente Los Gómez y Bandolera, han sido otros de sus trabajos en la pequeña pantalla.
Ahora esta onubense vuelve a cambiar las cámaras por las tablas para embarcarse en dos proyectos teatrales que se estrenan próximamente y un corto en el que orgullosa comparte reparto con Asunción Balaguer.
Pese a que reside desde hace casi una década en Madrid, Berta no se olvida de Huelva y se ha convertido en una perfecta embajadora de nuestra tierra. Habitual del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, reconoce que se escapa siempre que puede y que se trae a compañeros de reparto y de profesión, algunos de los cuales ya se sienten ‘onubenses de adopción’. Además confiesa que: «cuando estoy estresada en Madrid me consuela y me da paz saber que siempre puedo volver, que Huelva está ahí y que en realidad yo pertenezco a ella».
HBN ha charlado con Berta para conocer de primera mano las buenas noticias que en forma de nuevos proyectos tiene esta actriz onubense entre manos.
– Después de tu papel como Begoña en ‘Amar es para siempre’, ¿qué proyectos tienes ahora entre manos?¿Dónde vamos a poder verte?
– Pues ahora estoy haciendo teatro. Estamos preparando dos obras que estrenamos en breve: una a finales de febrero ‘María y Ana’ de Álvaro Aranguez, con Adriana Torrebejano, y otra para marzo, con Pilar Bergés, de Cayetana Cabezas: ‘Te odio… casi’. También estoy esperando el estreno de un cortometraje que rodé hace muy poquito y al que le tengo especial cariño porque tengo la suerte de compartir reparto con la gran señora de la escena: Asunción Balaguer.
– Desde 2008 no has cesado de interpretar papeles en series televisivas de éxito, ¿te sientes cómoda en este medio?
-Me gusta mucho trabajar en televisión. Es un código totalmente distinto al que utilizamos en el escenario, pero me adapté enseguida. La primera vez que me puse delante de las cámaras fue junto a compañeros como Miguel Rellán, Cesáreo Estébanez o María Garralón. Les observaba todo el rato… intentaba contagiarme y aprender de su experiencia. Fue un privilegio aprender junto a ellos.
– Sin embargo, empezaste en el mundo del espectáculo nada más y nada menos que con los musicales de Nacho Cano y con premio incluido, ¿echas de menos cantar e interpretar?
-Yo no paro de cantar (risas). Canto todo el rato, en la ducha, por casa, a veces no me doy cuenta y canto hasta por la calle. La vida son etapas. Estaré agradecida toda la vida por la experiencia y las tablas que me dieron los musicales, pero no me considero una actriz de musical. A veces lo echo de menos, pero tendría que ser un proyecto que realmente me volviera loca para lanzarme otra vez a las tablas cantando.
-¿Qué es más complicado, el directo de los musicales o los interminables rodajes de las series de televisión?¿Y dónde te sientes más cómoda?
-Cada uno tiene su parte dura. Estar en un musical es vivir de noche. Dormir lo más posible durante el día para hacerte curas de voz, llevar una vida muy sana y muy ordenada. Supone pasarte muchas horas encima del escenario bailando, cantando e interpretando, haciendo dobletes los fines de semana y con solo un día libre. Aún así, es una gozada. Trabajar en tele también tiene su parte dura. Es la cara opuesta. Tienes que dormir muy, muy temprano… como a las nueve o diez de la noche, porque por lo general te recogen a las 6 de la mañana. Grabas durante todo el día, a veces con largas horas de esperas entre secuencia y secuencia, tienes que volver a entrar y salir del personaje, mantener la concentración para cuando den acción, estudiar y estudiar. Pero, a pesar de todo poder disfrutar hasta de los momentos más duros, es un privilegio. Me siento cómoda en los dos terrenos.
– ¿Cuándo supiste que querías ser actriz?
–Desde pequeña… no sé por qué. Sentía la necesidad de expresarme, de comunicar, de hacer sentir… tenía claro que era mi camino…Nunca he tenido dudas, siempre he sabido donde quería estar.
-Después de estudiar la carrera, ¿has tenido que formarte en algo más?
-Durante los cuatro años de la licenciatura tenemos una formación muy completa… danza, esgrima, acrobacia, mimo… Cuando acabas la carrera tienes miedo porque el futuro es bastante incierto. Yo tengo hasta el título del CAP por si me iba mal y tenía que dar clases, me cubrí las espaldas. Y luego durante todo el camino intentas seguir formándote y conociendo nuevas técnicas y nuevos maestros. La interpretación es un aprendizaje constante… como la vida. Es cierto que también cada personaje requiere algo distinto…con algunos te toca montar a caballo, con otros saber disparar… Eso también es lo divertido, que al vivir vidas diferentes no paras de aprender y descubrir cosas nuevas.
-Cuando te llega un nuevo proyecto, ¿qué es lo que te empuja a aceptarlo o rechazarlo?
– Siempre leo el guión y si es una historia y un personaje que me toca, que me da como un pellizco, digo que sí. También cuento siempre con el consejo de mi representante, que es quien mejor sabe qué es lo que me puede venir bien o mal para mi carrera.
-Una vez dado el visto bueno, ¿cómo lo preparas? ¿Algún método o fórmula mágica?
– Intento estudiar el personaje metiéndome en su piel, leo mucho, busco información… no para todos te sirven las mismas técnicas. Intento oírlo y saber qué me pide y qué le puedo dar yo de mi. Es como una conversación entre persona y personaje… un acto de dar y recibir.
-¿Qué papel no interpretarías nunca o qué trabajo no realizarías?
-Lo único que no creo que hiciera es algo que dañara a mi carrera o que me dañara a mi. No quiero cerrarme puertas a nada, pero no pondría en riesgo mi dignidad.
– Y, ¿cuál es tu sueño interpretativo?
-Sinceramente, en estos tiempos en los que todo se tambalea y todas las puertas se cierran, lo único con lo que sueño es con poder seguir comiendo y viviendo de mi profesión.
– Eres una actriz muy polifacética, ¿quién es tu referente? ¿En quién te fijas?
No tengo un referente fijo. Y me explico, por ejemplo admiro a Victoria Abril o Meryl Streep, pero me gusta dejarme emocionar. Me gusta admirar simplemente a quien me haga sentir, quien me remueva, a quien cuando salgo de ver una película o una obra de teatro me deje tocada, dándole vueltas a lo que he visto y replanteándome algo. No me importan tanto los nombres como lo que hay detrás de esos nombres cuando me están contando algo.
-¿Qué es lo mejor de tu profesión y qué ha supuesto para ti en lo personal?
-Lo mejor de mi profesión es que me hace feliz. Que es un camino difícil, pero lleno de emociones, de gente bonita y de proyectos que te hacen crecer mucho como persona. En lo personal ha supuesto encontrar mi camino y saber en que dirección quiero andar.
-¿Cómo llevas ser “una onubense en Madrid”?
-Con Madrid siempre digo que tengo una relación amor-odio. Son muchos años viviendo es esta ciudad, que aunque tienes de todo siempre por hacer, lleva un ritmo frenético y agota. Siempre que puedo escaparme a respirar y frenar un poquito vuelvo con energía y me gusta.
-¿Vienes a menudo a Huelva?
-Siempre que puedo. Huelva es mi tierra, mi ciudad, mi casa, mi familia… cuando estoy estresada en Madrid me consuela y me da paz saber que siempre puedo volver, que Huelva está ahí y que en realidad yo pertenezco a ella.
-¿Qué es lo que más echas de menos de nuestra tierra?
–Lo primero mi familia. Y por supuesto el mar, la playa, la comida y hasta el aire que allí se respira.
-Tu rinconcito preferido de Huelva es…
-El Rompido.
-¿Le has contado a tus compañeros algunas de las bondades onubenses?
-¡No solo se las he contado! Cada vez que puedo intento llevarme a alguno de mis compis y se enamoran enseguida de nuestra tierra. Incluso hay algunos ya dicen que son «onubenses de adopción» (risas).
-Hace ya tres años que el actor Frank Romero puso en marcha Huelva Actores, ¿qué te parece esta iniciativa?
-Todo lo que sea acercar a la gente al arte y aportar ilusiones nuevas me parece maravilloso. Es un buen comienzo para empezar a tomar contacto con la interpretación porque en Huelva estaba complicada la cosa. Ojalá despierte el interés de mucha gente y se animen a interpretar.
– ¿Qué consejo darías a esos onubenses que sueñan con llegar donde tú lo has hecho?¿Cuál es el secreto?
No creo que haya secreto. Lo que les diría es que no paren se soñar, de imaginarse donde desean estar, que no se pongan barreras y que, si de verdad lo sienten, crean en ellos mismos y que se lancen al vacío. Que es un camino duro, muy duro. Pero que merece la pena vivirlo y arriesgar. Solo tienes que tener ilusión y desearlo de verdad. Los sueños se cumplen… de hecho yo pienso que están para cumplirlos.
-Sabemos que de más joven eras deportista, de no haber sido actriz, ¿el deporte habría sido tu camino?
– (Risas) Puede ser… (más risas) No sé que habría sido de nos ser actriz, me hubiera gustado seguir con mi carrera de jugadora de Voley, pero a pesar de mi altura, no daba la talla. Supongo que hubiera encontrado mi camino cerca de algo relacionado con el arte, pero no tengo muy claro qué.
1 comentario en «Berta Hernández: «Huelva me da la paz de saber que pertenezco a ella y siempre puedo volver»»
Berta…we love you soooooooo much