Ana Rodríguez. Quienes estuvieron la noche del pasado domingo, 9 de febrero, viendo la Gala de los Goya, pudieron ser testigos de cómo la directora y guionista Pilar Pérez Solano subía al escenario para recoger el galardón al Mejor Documental por Las maestras de la República. Este audiovisual, cuya realización ha sido promovida por FETE-UGT y Transit Producciones, se ha alzado con el máximo reconocimiento de la Academia de Cine rindiendo un cálido homenaje a través de sus fotogramas a las mujeres que ejercieron la enseñanza en esta etapa de la historia de España.
En Las maestras de la República, documental que se ha proyecto en varias ocasiones en la provincia de Huelva (en la UHU, la Biblioteca Provincial, para determinados colectivos, en varios municipios, etc.), a través de la recreación de una maestra de la época y empleando imágenes de archivo inéditas y entrevistas con familiares e historiadores, se recuerda el decisivo papel que desempeñaron las mujeres en la modernización de la educación que se llevó a cabo en el periodo comprendido entre abril de 1931 y abril de 1939.
Una de estas féminas, de estas docentes, fue la onubense Soledad Abril de Dios, profesora en Lucena del Puerto durante la II República, al igual que su marido, Juan Mora Izquierdo, quien la acompañaba en este oficio. La hija de ambos, Soledad Mora, pudo ver el premiado documental cuando fue exhibido en Huelva capital y afirma que «está muy bien hecho a pesar de que han contado con escasos medios para su realización». Una opinión en la que coinciden muchas de las 80.000 personas que han visionado la cinta y que han agradecido a sus autores la apuesta que han hecho por recuperar una parte un tanto desconocida de la historia de España.
La labor de Soledad en su época de maestra, como la del resto de sus compañeras de profesión, consistió en poner en práctica un nuevo modelo de enseñanza que garantizaba el derecho social a la educación y la desaparición de las diferencias entre el alumnado. Las profesoras se convirtieron en el alma de las escuelas y consiguieron despertar la participación y el interés de sus alumnos poniendo en marcha métodos basados en la pedagogía activa, incentivando así el deseo por aprender.
Así pues, queda patente que las maestras de la época fueron mujeres valientes y comprometidas, que participaron en la conquista de los derechos de las mujeres y en la modernización de la educación, una tarea que también les trajo sinsabores, sobre todo a partir de 1939. Soledad Abril, como recuerda su hija, fue detenida en el centro de Lucena donde impartía clases, acusada de haber bordado una bandera republicana, así como de pertenecer a la Federación de Trabajadores de la Enseñanza, FETE, de UGT. La onubense tenía por aquel entonces poco más de 20 años.
Tras ser trasladada a Huelva capital, Soledad fue condenada al destierro durante dos años, marchando a un pueblecito muy cercano a la capital valenciana, con empleo pero sin sueldo. Su marido, Juan Mora Izquierdo, corrió la misma suerte. A él le acusaban también de pertenecer a UGT, siendo además hijo del tesorero de este sindicato en aquella época, Simón Mora.
«Sobrevivieron porque los vecinos les ayudaban, les daban comida, y su familia también les enviaba lo que podía», cuenta Soledad Mora. Tras pasar los dos años de condena, volvieron a Huelva y Soledad Abril reingresó en el sistema educativo. Sin embargo, su marido orientó su profesión hacia la enseñanza privada, montando la Academia ‘La Milagrosa’ junto a otros profesores. Ya en los años 60, algunos de estos maestros solicitaron el reingreso y se lo concedieron respetándoles algunos de los años que habían dedicado a la formación en instituciones privadas.
Historias como la de esta onubense quedan recogidas en Las maestras de la República, así como su gran aportación social, de la que en este mes de febrero somos más conscientes gracias a la industria de los sueños, que ha rescatado a maestras como Soledad de la caja del olvido para darles las gracias por el trabajo que hicieron.
2 comentarios en «Historias como la de la onubense Soledad Abril inspiran ‘Las maestras de la República’, ganadora del Goya al Mejor Documental»
Yo hice las prácticas de Magisterio con Don Juan Mora en el colegio Tres de agosto en Huelva, en el que también estaba su mujer Doña Soledad en el año 1977. He sentido mucha alegría y añoranza al verlos en esta foto. Los recuerdo con mucho cariño y les mando un fuerte abrazo allí donde estén.
Mis abuelos maternos los cuales me enseñaron Buenos valores de vida generosos , carismáticos y grandes persona con mucha humanidad y respeto por los demás. os hecho de menos allí donde esteis