Mari Paz Díaz. En pleno corazón de la Reserva de la Biosfera y Paraje Natural Marismas del Odiel, la isla Saltés es uno de los lugares más emblemáticos de Huelva capital debido a su historia y las leyendas que se ciernen sobre él.
En esta isla, los romanos erigieron un templo a Hercules y en el año 1.012 los árabes fundaron el Reino Taifa independiente de Shaltish. Es decir, el pasado 2012 se conmemoraba mil años desde la creación de reino.
A raíz de esta fecha, Platalea solicitó autorización a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía para organizar una serie de visitas guiadas a la emblemática isla Saltés para recordar el Milenio del Reino Taifa Huelva-Saltés.
La iniciativa logró el visto bueno de la administración y alcanzó una enorme aceptación al ser una actividad muy novedosa ante la posibilidad de conocer un lugar mágico de Huelva. Tanto es así que desde entonces hasta ahora se organizan visitas a la isla Saltés con una periodicidad mensual, visitas que han posibilitado que a lo largo de este año más de 600 personas hayan podido conocer este enclave tan carismático.
El director de Platalea, Diego Vázquez, se muestra muy satisfecho con esta propuesta que está teniendo mucha aceptación y sin la que “esta fecha milenaria hubiera pasado desapercibida”
Un poco de historia. La ciudad islámica de Shaltish presenta numerosos vestigios de su última fase de ocupación, es decir, del período comprendido entre finales del siglo XII y principios del XIII. La fortaleza perteneciente a este período almohade, ocupa por sí misma una superficie de 3.500 metros cuadrados y constituye uno de los principales polos del conjunto urbano. Además, está próxima al puerto medieval.
Prospecciones superficiales realizadas en diferentes puntos de la isla muestran que los vestigios de ocupación y a veces de construcciones sólidas están diseminados en casi la totalidad del espacio utilizable. Las excavaciones se han realizado únicamente en una parte del yacimiento, la más alta topográficamente.
Según recoge Platalea, los autores árabes, aunque de manera desigual, han mencionado Shaltish en sus obras geográficas, como han hecho al-Marrakushi e Ibn Idahri. Pero es al-Himyari (Siglo XIII) quien ofrece una descripción pormenorizada de la ciudad medieval, tanto sobre su estructura urbana como sobre sus recursos económicos.
Según este autor, la ciudad no presentaba recinto amurallado alguno y su tejido urbano era denso, al que se añadían, además varios arrabales. Contaba con abundante agua potable. Existían talleres de metalurgia del hierro, así como atarazanas y un puerto bien protegido.
Todas estas actividades industriales y comerciales se completaban con una agricultura rica: huertos, pastos y leguminosas en abundancia participaban de la riqueza isleña. Al-Himyari nos da, incluso, algunos datos sobre la historia del asentamiento humano en Shaltish, recordándonos la existencia de un lugar de culto precristiano, las correrías normandas de la alta Edad Media o la presencia en la isla de numerosos cristianos.
Conviene resaltar que muchas de estas informaciones vienen confirmadas por la descripción de Al-Idrisi y posteriormente verificadas por las observaciones arqueológicas.