Redacción. Los vecinos de la calle Noria de la localidad onubense de Cartaya han visto esta mañana como desaparecía una imagen ya habitual en su barrio, la de una grúa de grandes dimensiones situada en el corazón mismo de unas viviendas en construcción que, como consecuencia de la crisis, quedaron abandonadas.
La retirada se ha llevado a cabo tras siete años de numerosas protestas vecinales, que han conllevado a su vez la movilización del actual Equipo de Gobierno local realizando gestiones ante el propietario y las administraciones competentes para su retirada, que se ha llevado a cabo por fin en la mañana de este martes 4 de febrero.
La retirada se ha producido, según ha explicado el alcalde, Juan M. Polo, gracias a un escrito remitido por el Consistorio a la Consejería de Industria solicitando una visita de inspección, a la que se han unido las quejas de los vecinos solicitando una solución.
En este sentido, el alcalde recordó que “desde hace más de un año, este Equipo de Gobierno está haciendo gestiones para encontrar una solución al problema de los vecinos, aunque nos encontrábamos atados de pies y manos, puesto que no podíamos, en ningún caso, actuar directamente para retirarla, ya que se trata de una propiedad privada, a la que no podemos acceder sin la orden de un juez”. Después de reclamar una solución al propietario en varias ocasiones, y teniendo en cuenta la dificultad de la situación, puesto que la empresa se encuentra en fase concursal, “hemos exigido la intervención de la consejería, que es quien concede la autorización para su instalación y quien debe velar porque este tipo de estructuras cumplan con la normativa”.