Rocío Estudillo. La marca onubense más trendy, indie y vintage para gente cool como tú. La marca Antoñita Varela.

Miguel Ángel Velasco. 31 años, una sonrisa encantadora en una boca perfecta. Una sonrisa aniñada en un cuerpo de mujer. Un estilo. Una forma de pensar, de ser marcada por su impronta personal, por ese mirar que tiene a la vida sin miedo, ni perjuicios. Responsable. Penetrante, como la de su admirada Frida Kahlo. En ella, en Frida, se inspira. Su influencia es notable y sus raíces mejicanas marcan sus sentidos y estilo. Colores. Muchos colores. Alegres matices que señalan el sino de su espíritu rebelde. La conservación pura de su ayer infantil, imborrable. Huella indeleble.

«Siempre me gustó trabajar sobra la materia, el objeto, darle forma y vida. Comencé en esto por afición, siempre tuve mucha habilidad con las manos y en mi cabeza creaba miles de formas. Después además tenía y tengo, sobre todo en ésta época de crisis, una necesidad de sobrevivencia, lógicamente. Ello me servía de complemento, nunca mejor dicho, para vivir con independencia de mi trabajo en una tienda de Huelva. Después, cuando dejé la tienda, me volqué totalmente en esto y en el mundo de la moda, que me atrae sobremanera. De las tendencias…”

Todo esto me lo dice mientras sorbe despacio el humeante café con leche que deposita con sumo cuidado sobre la mesa de roble del amplio comedor rústico de la casona de Alberto Moncada. Estamos en Castaño del Robledo y en el exterior hace frio. Tras los cristales el cielo gris oscuro anuncia agua y hace que, en el interior, todo se haga más acogedor alrededor de la imponente chimenea que crepita haces de luces. Enciendo un cigarrillo y la contemplo. El color del fuego, su color, se posa en sus ojos. Ella parece mirar lo que piensa.

“ …Y todo ello con la figura de Frida Kahlo siempre sobre mí, como una obsesión. La cultura mejicana es muy parecida a la andaluza. Ese color, tan diverso y sobresaliente, me encanta. Y la historia de la Kahlo me fascina y la influencia que su marido, Diego Rivera, tuvo en ella, su impronta. Toda su vida fue un torbellino de sensaciones, una tormenta de colores y formas. Tuvo una personalidad muy acusada… Es mi fuente, mi base de inspiración y de choque”.

Sus vivaces ojos se hacen aún más despierto hablando de este personaje. Se mete en él. Apura el café y se levanta a atizar los rescoldos de la chimenea que danzan igual de vivos que sus sueños. Se siente en su espacio. Un lugar bucólico donde crear, elaborar, plasmar todo aquello que le nace en su mente. Lentamente se vuelve hacia mí y amplía su ya encantadora sonrisa alumbrando aún más la estancia.

“Como dice mi eslogan mi marca es muy trendy, indie y vintage, para las personas más cool. Es algo atrevido, alegre y moderno. Al día, como las gentes de hoy. Una marca colorista y musical. Yo parto de cero pues ahora todo lo que gano lo invierto en mi empresa. En comprar materiales, registrar la marca, tenerla al día administrativamente hablando, los papeleos… Ten en cuenta que me dedico a la media bisutería. Trabajo la piedra, el oro rosa y amarillo y la plata. Pero en estos momentos lo que hago con más pedidos son los flecos, pulseras, anillos, todo el mundo del complemento en sí… Las compro aquí en España, a comerciantes vascos o castellanos, pero son más caros. Las últimas compras las he realizado de Hon-Kong y Méjico. También en La India. Como acudo a muchas ferias veo lo que hay en ellas y contacto con fabricantes y vendedores. Para este año quisiera estabilizarme y asentar mi tienda on line . Ya estoy presente en todas las redes sociales y quisiera abrir mi propia página web, cosa que me marco como escalón inmediato y naturalmente me encantaría expandirme por Andalucía».

En este momento se queda pensativa y hace un mohín de contrariedad. Abre los ojos hacia mi y pone una expresión ambigua. “Me encantaría ser profeta en mi tierra. Sin embargo en Andalucía se me resiste. Todo lo contario de lo que sucede en Madrid y otros lugares de España donde ya se me conoce y muchas persona, incluso conocidas, como es el caso de Mario Vaquerizo, Laura Sánchez y otros, ya llevan complementos de colgantes o pulseras mías. Pero todo al tiempo. Estoy convencida de mis posibilidades. Soy joven y tengo el empeño de conseguir todo aquello que me he propuesto. Y ese propósito no es otro que triunfar con mi marca Antoñita Varela en todo el país».

Habla y habla con pasión de su profesión. Se la ve enteramente entregada a ella. Y a su icono. La figura de la Kahlo. Por ello se espanta cuando le pregunto si sería capaz de hacer algo personalizado, rompiendo su estilo y personalidad. “ No. Mi estilo es mi marca. Su característica. Pero ten en cuenta que sólo hago una pieza por cada modelo, lo que lo hace único y personal, dentro de mis colecciones. Pero nunca perder mi sello. El cliente debe de adaptarse a mi diseño y no al contario. Cambiar sería como prostituirme, venderme y perder mi personalidad. No. Quiero marcar mi propio estilo y defenderlo.”.

No cabe la menor duda. La personalidad la tiene perfectamente definida. La noche, mientras tanto, ha caído de lleno en el pueblo serrano. No se vislumbra el cielo pero todo hace indicar que parece que va a nevar. Aunque así no será es como si esto fuera verdad. La estampa es idílica y el calor del lar lo hace más real. Da un salto , ágil y presta, quiere hacernos una cena serrana a base de sanas calorías. No obstante, se para en el marco de la puerta y dice con seguridad. “Ahora, tengo dos puntos de venta. Uno en Lepe, en la boutique Suit-Lepe y otro en Huelva, en la nueva tienda de mi amiga Ana Borrero, una preciosidad, Chic Touché. Y pon también que me encantaría crear la mía propia pero por el contenido que trabajo esto es muy difícil. Crear puestos de trabajo, darme a conocer en Huelva y que Huelva sea un referente de este mundo. Tenemos que tener en cuenta de que aquí existe mucha gente dedicada a la moda, cada vez más. Muchas blogueras, diseñadoras, costureras, modelos. Hay un ambiente que hace vaticinar un futuro grande. ¡ Ojalá sea así…! Estamos saliendo del letargo de esta ciudad y contamos con un futuro envidiable, por lo menos en cuanto materia prima se refiere.”

Rocío, la llamo antes de que desaparezca por las entrañas de la vieja e inmensa cocina, qué es la inspiración. “El duendecillo, Miguel…. La inspiración es el trabajo diario, duro y constante, pero también eso que te sale de dentro y no sabes porqué. A mi me encanta la noche y es con ella cuando me siento mejor y, ¡ no te lo vas a creer!, pero es en la noche y viendo una película cuando consigo que me llegue la inspiración…”.

Y se marcha soltando una gran carcajada. Como he dicho antes una gran niña metida dentro de una cabeza y cuerpo de mujer. Rocío Estudillo. Antoñita Varela. Tanto monta.

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