La Biblioteca de la Universidad de Huelva, de las más seguidas en redes sociales a nivel nacional e iberoamericano

Ana Rodríguez. Los tiempos cambian y hay que adaptarse a los nuevos si uno quiere alcanzar sus objetivos. Eso es exactamente lo que lleva haciendo desde 2009 la Biblioteca de la Universidad de Huelva: mutar y amoldarse a las nuevas herramientas que el avance tecnológico ha promovido para poder comunicarse con su público, en el que los estudiantes ocupan un amplio porcentaje.

En este empeño, la BUH ha logrado convertirse en toda una biblioteca 2.0, es decir, en una entidad que aplica las herramientas y filosofía de la web social para mejorar la comunicación con sus usuarios, conocer sus necesidades de información, difundir sus servicios y recursos y mejorar su visibilidad aplicando técnicas de márketing y branding. Y es que, para adaptarse a los requerimientos de su público, resultaba conveniente usar las mismas plataformas y canales de comunicación que éste.

A este respecto, Mar Ruiz, bibliotecaria de la Onubense, explica cómo decidieron emprender esta aventura en la Red: “empezamos en 2009 a trabajar en la web 2.0 con la creación de perfiles institucionales en Facebook y Tuenti, las dos redes más importantes de ese momento, y en 2010 constituimos un grupo formado por seis bibliotecarios voluntarios pertenecientes a diferentes servicios”. Un grupo que, a día de hoy, está integrado por Mª Ángeles Carvajal Cantero, Juan José Gómez Boullosa, Inmaculada González Parra, Isabel Lara Díaz, Lourdes Moyar Godino, José Manuel Yuste Álvarez y la citada Mar Ruiz Fernández.

Además de crear perfiles en Twitter y Facebook, la BUH incorporó un sistema de sindicación por RSS para que los usuarios pudieran recibir las novedades de su página web y abordaron un proyecto de base de conocimiento al que bautizaron como Oberón, en el cual se integran las preguntas más frecuentes (FAQ) del personal de la biblioteca. Para elaborar este último, utilizaron como herramienta la plataforma WordPress, en la que crearon un blog de carácter interno.

Sin embargo, también consideraron oportuno crear otro blog al que todos pudieran acceder, un nuevo espacio de comunicación más humano y cercano a los usuarios, incluso de carácter colaborativo, en el que los asiduos pudieran hacer sugerencias y plantear sus dudas. En contraposición a la página web de la BUP, el blog se presentaba como una herramienta más cómoda, con actualizaciones frecuentes, más fresca y que les permitiría además comunicarse con los usuarios de una manera más informal y directa.

El blog, llamado La Buhardilla y que está dirigido a docentes, alumnos, personal de la Universidad, los propios bibliotecarios y a la sociedad onubense en general, lleva casi dos años en funcionamiento, “y tenemos pendiente seguir creando comunidad”, afirma Ruiz. Además, “a la vista de cómo hemos evolucionado, basándonos también en las propias estadísticas que nos permite WordPress, pensamos que tenemos unos buenos informes que nos dicen que mucha gente nos lee, y que mucha gente se ha sindicado”, destaca la bibliotecaria.

Sin embargo, en las redes sociales, especialmente en Facebook, es donde la buena gestión y la iniciativa de este grupo se ha hecho más patente. “Cuando empezamos nuestro perfil en 2008 -a partir de 2011 tenemos una página de fans que es la que mantenemos activa- la mayoría de las bibliotecas mantenían en Facebook una forma de relacionarse con sus usuarios muy similar a la que tenía en la era analógica. Los contenidos de sus páginas pecaban de corporativismo, tanto por el tono utilizado como por el contenido informativo; abusaban en el número de publicaciones, produciendo el rechazo de los usuarios, y además éstas eran ‘un corta y pega’ de información ya publicada en la web oficial”, pone de relieve Mar Ruiz.

Por ello, el grupo de la BUP consideró oportuno poner en práctica un modelo distinto en el que primara la creación de contenidos propios atractivos a nivel cultural, en vez del clásico enlace para compartir, y presentar a la biblioteca como un lugar accesible, moderno y con clara vocación ciudadana. “La finalidad última era y es, evidentemente, crear una percepción positiva de la biblioteca y nuestra universidad a través de nuestras publicaciones”, afirma la joven.

Esta concepción moderna de relacionarse con el usuario ha funcionado, teniendo el perfil en Facebook de la Biblioteca de la Universidad de Huelva más de 8.700 seguidores, cifra que la coloca en esta red social por delante del resto de universidades españolas según un análisis realizado por la Biblioteca de la Universidad de Zaragoza y entre las 15 bibliotecas iberoamericanas con más usuarios, como se refleja en un artículo de la publicación Infotecarios.

La misma fuente sitúa el perfil de Twitter de la BUP (@bibliotecaUHU) entre los 10 con más followers de las bibliotecas nacionales (posee 2.322). Para el equipo de la BUH esta última red es un instrumento informal de comunicación con sus usuarios, diferente a cualquier medio tradicional. Mar Ruiz señala a este respecto que “las características de Twitter, impuestas por su limitación en cuanto al número máximo de caracteres, hacen de esta herramienta un instrumento eficaz para comunicar de manera inmediata eventos, novedades, consultas, etc. Además, y gracias a las cuentas a las que seguimos, supone un canal singular y a la carta de información que podemos redireccionar hacia nuestros seguidores”.

Asimismo, también abrieron una cuenta en Tuenti (Rocío Bibliotecaria) con el objetivo de acercarse a sus usuarios más jóvenes, los alumnos de los primeros cursos, alcanzado este 2013 los 1180 amigos.

Desde 2010, y hasta la actualidad, la presencia de la Biblioteca de la Onubense en las redes sociales se ha ido incrementado y consolidando, creando nuevos perfiles -como el de Flickr o el de YouTube (BibliotecaUHU)- para acercarse a la comunidad universitaria, comunicarse e interactuar con ella, informarla, escuchar lo que ésta tiene que decir y, como no, incentivar su participación y el interés por el preciado tesoro que guardan, los libros.

Para alcanzar todo lo logrado, “en algunos casos ha habido que cambiar de mentalidad y tener claro el nuevo enfoque: apostar por la colaboración y la participación de los usuarios para con el servicio, pedir su opinión y contar con ellos”, destacan desde la BHU.

Todo ello, con una gran dosis de creatividad y contenidos útiles, ya sean con fines de formación, información o simple entretenimiento cultural, ha hecho alcanzar gran éxito en Internet a este servicio universitario que cerrará 2013 como un ejemplo de biblioteca 2.0.