Redacción. Técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio han localizado y controlado durante esta temporada de cría un total de 678 nidos de aguilucho cenizo (Circus pygargus), que ha logrado incrementar su población en un 82 por ciento desde que se iniciara hace ya nueve años el ‘Programa de Actuaciones para la Conservación del Aguilucho Cenizo en Andalucía’. Estos datos vienen a consolidar una tendencia al alza de la especie en la región, que ha alcanzado un máximo histórico.
Gracias a las medidas que desarrolla la Junta en el marco de este Programa de Conservación se ha conseguido también que el 65,9 por ciento de los nidos se desarrollen con éxito y que sólo se haya producido el 9 por ceinto de mortalidad en nidos, para lo cual ha sido necesario el manejo de 325 de ellos.
De esta forma, el programa de actuaciones para la conservación de esta especie en Andalucía, puesto en marcha en 2004 por la Junta y cofinanciado por la Unión Europea, ha logrado que sus poblaciones se estabilicen e incluso tengan un moderado crecimiento en nuestra región. Esta rapaz se distribuye de forma continua en el valle del Guadalquivir utilizando los cultivos de cereal como principal hábitat de cría, localizándose asimismo las mayores densidades en la provincia de Jaén, en la zona occidental de la provincia de Sevilla y en la oriental de Huelva. También se han detectado grandes concentraciones en el área septentrional de Málaga y Cádiz y en gran parte de la franja litoral gaditana.
Las actuaciones durante la temporada de cría de la especie han contado con la colaboración de la mayoría de los agricultores y propietarios de cultivos de cereal (el 85,1 por ciento), lo que viene a confirmar el alto grado de aceptación de esta iniciativa entre el sector. Estas medidas, incluidas en el Programa de Conservación de Aves Esteparias que lleva a cabo la Junta, tienen como objetivo reforzar las poblaciones de estas especies en Andalucía y compatibilizar las actividades agrícolas y ganaderas con la conservación del medio natural.
El aguilucho cenizo es una rapaz de pequeño tamaño que visita la península ibérica para reproducirse, seleccionando principalmente los cultivos de cereal para su actividad. Este hecho es una de las mayores causas de mortalidad por acción indirecta del hombre, debido a la recolección mecanizada de la cosecha de cereales de periodos cortos que ocasiona la pérdida de algunos nidos de la especie.
Entre las acciones realizadas para preservar el aguilucho cenizo, catalogado como vulnerable, destacan el abandono de rodales sin cosechar alrededor de los nidos (70 por ciento), el retraso de los trabajos de la siega hasta que los pollos completen su desarrollo (19 por ciento), el traslado de los nidos a lindes y cultivos colindantes o el rescate de las crías que hayan quedado desprotegidas para su traslado a los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de la Junta de Andalucía para su recuperación. En los trabajos de seguimiento realizados durante esta temporada de cría han participado un amplio operativo formado por técnicos, auxiliares, agentes de Medio Ambiente y ONGs.
Conservación aves esteparias. Esta iniciativa se enmarca en el Plan de Conservación de Aves Esteparias, puesto en marcha en 2004 por la Junta para preservar sus poblaciones. En la actualidad Andalucía alberga 25 especies diferentes, de las cuales 15 están amenazadas. Entre ellas, la avutarda, catalogada en peligro de extinción, es la más amenazada, seguida de la alondra de dupont o ricotí y el aguilucho cenizo, vulnerables a la extinción.
Estas aves tienen su hábitat natural en las estepas y campiñas de la región, superficies llanas o levemente onduladas sin apenas arbolado y con predominio de cultivos herbáceos, especialmente cereales, La conservación y mejora de estos espacios es esencial para garantizar la preservación de estas especies, por ello, uno de los pilares básicos en el programa de conservación de las esteparias es contar con el compromiso y apoyo de los agricultores, ganaderos y propietarios de fincas para la mejora de estos espacios en general, y de las condiciones de vida de estas aves en particular.
En este sentido, el objetivo de la administración es trabajar de forma conjunta por una agricultura sostenible que garantice la conservación de la biodiversidad con el aprovechamiento económico.