Redacción. El grupo de teatro del Centro de Educación Infantil y Primaria Juan Díaz Hachero de Cartaya, integrado por padres de los propios alumnos del centro, vuelven a subirse este año una vez más sobre las tablas del teatro del Centro Cultural de la Villa para hacer pasar un rato agradable al público que asista a su nuevo montaje, sobre todo a los más pequeños, así como para, de camino, realizar una labor solidaria como es aportar la recaudación a la lucha contra el cáncer.
Este año representarán la obra infantil ‘Aladín y la lámpara maravillosa’, tras “numerosas horas de ensayos y de trabajo que deseamos sea del agrado de todos”, asegura Rafael Álvarez González, uno de los padres que forman parte del proyecto. Este espectáculo, que se enmarca dentro de la Campaña de Navidad que impulsa el Consistorio cartayero con las asociaciones de comerciantes, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento del municipio, que viene colaborando con este grupo de padres y con sus representaciones desde su creación.
La función tendrá lugar de cara al público en general este miércoles, 18 de diciembre, a las 18.30 horas en el teatro del Centro Cultural de la Villa, aunque de cara a los escolares del municipio habrá distintos pases en horario escolar tanto el día antes, el martes 17, como el mismo día 18.
El precio de la entrada es prácticamente simbólico, tan sólo de un euro, que será destinado a la lucha contra el cáncer.
No es la primera vez que estos padres amantes de las artes escénicas hacen teatro ya que llevan haciéndolo cinco años, siempre coincidiendo con las fechas navideñas, de cara a hacer pasar un rato agradable a los más pequeños.
Sin ir más lejos, el año pasado más de 1.800 escolares de todas las edades y centros de Educación Infantil y Primaria de Cartaya disfrutaron de la particular versión que este grupo formado por aproximadamente una quincena de padres realizó de ‘El Bosque de Mari Castaña’. “Lo que hemos pretendido es desmitificar a los personajes típicos de los cuentos infantiles tradicionales, haciéndolos más reales y desmarcándolos de los estereotipos”, señaló entonces su director, Rafael Álvarez González. Y todo ello, aseguró, “para transmitir a los más pequeños valores tan importantes como la humildad y la sencillez”.
El resultado, aseguró entonces, “ha vuelto a ser muy positivo porque hemos conseguido que muchos no hayan parado de sonreír durante la representación, con lo que se ha cumplido el objetivo principal con el que nació este grupo de aficionados al teatro, que no es otro que entretener tanto a los pequeños como a los propios padres y madres”.
Álvarez González también ha subrayado en repetidas ocasiones que la iniciativa “requiere un enorme esfuerzo previo por parte de todos los integrantes, ya que además de llevar ensayando aproximadamente unos tres meses, también hay que buscar y preparar disfraces, decorados, atrezos y músicas”. Aun así, asegura, “merece la pena aunque sólo sea por ver la ilusión con la que acuden al teatro a ver a los personajes de sus cuentos favoritos y las caras de sorpresa que muchos de ellos ponen cuando reconocen en esos personajes a sus propios padres y madres”.