Mari Paz Díaz. Proyecto Hombre lleva en Huelva desde 1994, lo que supone cerca de 19 años de trabajo en la lucha contra la drogadicción. La entidad onubense nacía poco después de la instauración en España de esta organización que se creaba en un momento en el que la droga era una de las principales preocupaciones de la sociedad, de ahí que se impulsaran iniciativas de este tipo, importando un modelo que estaba funcionando muy bien en los países anglosajones.
A lo largo de estos años, los responsables de Proyecto Hombre en Huelva se muestran satisfechos con los resultados obtenidos, ya que han ayudado a numerosos onubenses a salir de adicción a las drogas. Han sido cerca de dos décadas en los que ha sabido consolidarse como un referente social en Huelva, con una trayectoria que ha ido pareja a la evolución que ha tenido la propia la sociedad. Y es que el mundo de las adicciones es muy cambiante.
De hecho, la fundación de Proyecto Hombre Huelva coincide con la difusión de drogas como la heroína, que conllevaba numerosos problemas sociales, especialmente entre la juventud. Esa situación que rozaba en algunos casos la marginalidad ha ido dando paso a una cuestión mucho menos visible y aceptada por la sociedad. “Las drogas han dejado de ser uno de los temas sociales más preocupantes, en parte gracias al trabajo de entidades como la nuestra, aunque esta normalización tiene su parte buena y su parte mala”, reconoce Víctor Rodríguez Maldonado, director de Proyecto Hombre.
En este sentido, Víctor Rodríguez añade que, en la actualidad, “estamos en una situación de invisibilidad porque hoy la droga no responde a un patrón social fijo, sino que cualquier persona puede tener en su entorno este problema, de ahí que nuestros retos ya van en otra línea”. No en vano, el consumo de drogas como la cocaína es mucho más invisible que otras drogas de antaño como la heroína. Es más, desde que una persona comienza a consumir cocaína hasta que pide ayuda porque ha tocado fondo puede pasar hasta diez años.
En cualquier caso, Proyecto Hombre en Huelva deja claro que hay que dejar atrás la clásica división de drogas duras y blandas, porque siempre hay consecuencias, se consuma lo que se consuma. Es una advertencia especial para los jóvenes, un colectivo muy vulnerable al que a veces le llegan mensajes contradictorios por parte de los medios de comunicación. Tan sólo hay que tener en cuenta la enorme presencia en la sociedad del alcohol, que es muy accesible y permisible.
Sí, especialmente preocupante puede ser la juventud, una etapa difícil que es la principal receptora de la hiperestimulación de la sociedad actual. Además, “estamos en la cultura que busca la eterna juventud, de tener sensaciones constantes, hasta en la jubilación. Hay que asumir cada momento de nuestra vida”.
Una educación correcta, ni demasiado restrictiva ni con demasiada libertad, así como una buena comunicación entre padres e hijos son las claves para prevenir una posible adicción.
Recursos para luchar contra la adicción. A pesar del problema, Proyecto Hombre demuestra que se puede salir de la droga. El tratamiento que llevan a cabo va mucho más allá de analizar la sustancia que consume, porque según nos comenta el director de la entidad, “lo realmente importante es que la persona consiga su propio espacio para arreglar las cosas que no van bien en su vida. Y para ello, le dotamos de recursos como la autoestima, aprender a comunicar sus sentimientos, habilidades para decir que no, cómo enfrentarse a la presión o cómo llevar bien la relación de pareja y amigos”. Y todo ello se consigue “afrontando sus problemas, sabiendo que hay más personas como tú y con el apoyo de nuestro equipo de profesionales y voluntarios”.
Normalmente, la llegada de las personas a Proyecto Hombre se produce por presiones de la familia o cuando existe una bajada de los recursos económicos, provocando graves consecuencias en su salud y en sus relaciones de pareja, familiares o laborales.
En este sentido, la organización, de carácter aconfesional y apolítica, afirma que “nosotros no estamos aquí para juzgar a nadie, ni para intervenir moralmente, sino para solucionar el problema de la persona y de su familia. Por ello, da igual cómo llega la persona. Lo importante es que llegue para curarse”, asegura Rodríguez.
Por este motivo, durante el tratamiento suele pedirse la vinculación de la familia como soporte vital básico, pero también de otras personas del entorno, como los vecinos, amigos o compañeros de trabajo. El objetivo es dar visibilidad al problema porque, cuantas más personas se impliquen en esa nueva vida, mejor, sobre todo, en los primeros momentos.
Con todo, es cierto que durante el proceso pueden llegar a producirse recaídas del paciente. Es algo que forma parte del tratamiento, a pesar de que es un tema tabú para la familia. Sin embargo, estos periodos deben afrontarse sin miedo e intentando mantener a la persona activa para evitar cualquier factor de riesgo.
El porcentaje de curación es muy alto. Son muchas las personas que consiguen el alta terapeuta en Proyecto Hombre, porque, aunque es difícil, se puede salir. En definitiva, Víctor Rodríguez considera vital darle difusión a Proyecto Hombre al ser “un recurso muy importante para muchas personas que tienen este problema y no saben dónde ir, sobre todo, porque ofrecemos programas que pueden compaginarse con la vida normal, con el trabajo”. Además, cuando una persona recibe el alta suele contar con muchos recursos que son una garantía del éxito de cara al futuro.
Ya el mismo hecho de iniciar el proceso de curación es un síntoma de valentía, de querer solucionar un problema para iniciar una nueva vida. «Y todo el mundo merece una segunda oportunidad”, recuerda el director de Proyecto Hombre.
Todas las personas pueden acabar con un problema de drogas. No existe un perfil de la persona que necesita de Proyecto Hombre, ya que en la actualidad nadie está a salvo de caer o de conocer a alguien que caiga en un problema de drogadicción. La clave está en saber dónde están los límites de cada persona, evitar los riesgos. “La sociedad actual -asegura Rodríguez- se caracteriza por ofrecer estímulos permanentes, hay que estar constantemente haciendo cosas, gastando mucho, pero no siempre se debe ni se puede mantener ese ritmo. Y, sobre todo, olvidamos las cosas importantes, lo que la gente tiene por dentro”.
Reconocimientos. Fruto de este trabajo, la entidad ha recibido numerosos reconocimientos a lo largo de su trayectoria, entre los que se encuentran la Medalla de la Ciudad de Huelva de 2013 con motivo de las fiestas de San Sebastián, que ha sido uno de los galardones más recientes. La medalla fue recogida por el presidente del Patronato de la Fundación CES Huelva – Proyecto Hombre, Juan Vázquez Méndez, que estuvo acompañado por miembros del Patronato, terapeutas, familiares y personas voluntarias.
Mercadillo Proyecto Hombre. Otra de las iniciativas más conocidas de Proyecto Hombre es el mercadillo que cada año organiza en la Casa Colón de Huelva, que suele contar con la solidaridad de los onubenses. No en vano, el pasado año se conmemoró la décimo cuarta edición de este mercadillo que, a pesar de la situación económica actual, logró una importante recaudación.
