Domingo Rodríguez se impregna de realismo y colorido para mostrar una faceta poco conocida de su pintura

Elisabeth Méndez. Domingo Rodríguez Cruz es un artista onubense que ha hecho del arte un elemento esencial de su vida, comenzando por los dibujos y pasándose posteriormente a las acuarelas, esfera en la que se hizo fuerte a partir de 1997. Ese año fue clave en su trayectoria artística, según comenta a Huelva Buenas Noticias el pintor, iniciando desde ese momento un recorrido con sus obras que le ha llevado por los más variados escenarios de la capital y la provincia , y con el que hace escala en este mes de diciembre en el Restaurante Rocataliata de Huelva, cuyas paredes ha llenado de colorido con su exposición, y teniendo entre sus perspectivas de futuro dar el salto hacia la capital de España.

Distinguido por sus tradicionales paisajes sobre Huelva, destacando entre ellos lo que confiesa sigue siendo su gran debilidad, “pintar las playas onubenses”, Rodríguez muestra en este mes de diciembre una faceta poco conocida de su arte: el realismo en su estado puro. Un realismo a través del cual sus naturalezas muertas y objetos parecen cobrar vida en el cuadro, reflejando el más fiel retrato de la realidad, siendo su exquisito juego de luces y sombras el que dota a sus obras de volumen y autenticidad.

Respecto a esa evolución en su estilo y temática, este onubense, para quien “Huelva lo es todo”, confiesa a este periódico que fue por una necesidad, “mi cuerpo y mi mente me lo pedían, necesitaba ese cambio”, dando como resultado 14 obras de arte en las que se pueden apreciar desde farolillos de feria a canastos de mimbre, latas, chapas, flores e incluso bodegones, entre otros trabajos, percibiéndose en todos ellos ese colorido y realismo que caracteriza su nueva etapa artística, y entre los que abundan los cuadros de gran formato.

Nueva etapa en la que además está sufriendo cambios en su proyección artística, pasando de las exposiciones locales y provinciales a la que nos tiene acostumbrados a una idea más aperturista, con proyectos en mente que le llevarían hasta Madrid, “idea que aun está en proceso, pero que espero se pueda llegar a consolidar rápido. En ello estoy trabajando ahora”.

Domingo Rodríguez, quien forma parte de la Asociación de Acuarelistas de Andalucía y la Asociación de Artistas Plásticos Onubenses Enrique Montenegro, AAPOEM, se muestra como un enamorado de Huelva, de su barrio, de sus playas, especialmente la de Punta Umbría, y de su gente. “No salgo nunca de Huelva porque aquí tengo todo lo que necesito, soy feliz disfrutando de lo nuestro”, nos confiesa este onubense que siempre ha encontrado en el arte su forma de distracción, su hobby, compaginándolo con sus trabajos en Astilleros, en la construcción naval y en el gremio de la pesca de altura, a los que se ha dedicado a lo largo de su vida.

Todo aquel que quiera conocer su obra y contemplar sus cuadros en primera persona, tienen una cita durante este mes de diciembre con el pintor en el Restaurante Rocataliata de la capital, donde ya se muestran sus cuadros.