P. G. Hay partidos que no se juegan, se ganan. Puede ser el del Numancia, que llegaba para el Recreativo de Huelva después de haber sumado un solo punto de doce posibles. Por eso Sergi Barjuan, entrenador del Decano, valoró tanto esta victoria: “Necesitábamos mucho este triunfo”.
El técnico le dio mayor importancia a lo conseguido por sus jugadores señalando que “éste no era el campo más propicio para ganar, pero se ha conseguido”. De ahí que reconociera que “el vestuario es una fiesta”, dada la importancia que tiene romper una racha tan adversa de cuatro partidos sin ganar.
Sergi, preguntado por el juego de su equipo, indicó que “es normal que se tenga que sufrir, la Segunda División es muy igualada y siempre se sufre. Ante el Éibar se sufrió también y se perdió; ahora ha sido al revés, el equipo puede jugar mejor o peor, estar más o menos acertado, pero ha competido muy bien”.
Respecto al partido en sí, Sergi destacó que “hemos estado muy aplicados”, resaltando el hecho de que enfrente estaba un equipo que “no había perdido en su campo y que llevaba ya ocho jornadas sin perder”. Habló de que en los goles poco se pudo hacer, puesto que “uno fue de penalti, y el otro un auténtico golazo”. Sí confesó que en el descanso “estábamos convencidos de que se podía ganar, y se hizo”.
Por último, sobre el hecho de ser líder de nuevo, Sergi Barjuan indicó que es “bonito recuperarlo después de una serie de malos resultados”, pero siguió considerándolo como “anecdótico”. “A mí lo que me gustaría es ser líder en mayo”, apostilló.