Mari Paz Díaz. El escritor y periodista Daniel Blanco (Moguer, 1978) protagoniza este miércoles 20 de febrero la actividad ‘Miércoles literario’, que cada semana se celebra en la Casa Museo Zenobia Juan Ramón Jiménez de Moguer. Este joven moguereño presenta su libro El secreto del amor, una novela de época que ha recibido el Premio Jaén de Narrativa Juvenil 2012, un galardón dotado con 15.000 euros.
Daniel Blanco tiene fijada su residencia en Sevilla, donde se marchó para estudiar Periodismo, y ahora regresa a su pueblo después de conseguir en los últimos años una quincena de premios, entre los que se encuentran el de poesía infantil ‘Versos en Nubes’ de la Ciudad de León, el de relatos cortos de La Caixa y el Premio de Teatro de la Universidad de Sevilla, todo ello después de publicar en 2009 el libro Cita con la vida, que fue prologado por el escritor Antonio Gala.
Además de todo ello, el pasado viernes 16 de febrero, se estrenó bajo la dirección de Alfonso Zurro su obra de teatro llamada Gente, con la que ganó el XVII Premio de las Letras Hispánicas, una historia que trata sobre las frustraciones.
En definitiva, la trayectoria de Daniel Blanco es un ejemplo de cómo alcanzar el éxito en el ámbito literario desde el mundo de la comunicación. En esta entrevista, este joven doctorando del Departamento de Literatura de la Facultad de Comunicación y Máster de Escritura Creativa de la Universidad de Sevilla nos cuenta sus inquietudes y nos ofrece todos los detalles de su novela El Secreto del amor.
-Cuéntanos, ¿cómo es la obra premiada, El Secreto del Amor?
–El Secreto del Amor es una novela para todos los públicos, una novela de época con aventuras, misterios, intriga y, sobre todo, amor, mucho amor. Es un homenaje a nuestra adolescencia, a ese momento en el que lo único que importa es enamorarse y ser correspondido. El libro reflexiona sobre ese sentimiento universal que mueve al hombre desde siempre: amar y ser amado. ¿Acaso hay algo más importante? Me resulta curioso que los jóvenes suelen estar en esa transición de niño a adulto cuando ya se enfrentan a una de las experiencias más apabullantes de su vida, la del primer amor. El secreto del amor está ambientada en una corte, porque amar siempre queda mejor a la luz de unas velas, ¿no? Han dicho de ella que es la historia de amor que todos deberíamos vivir alguna vez.
-Con esta obra has obtenido el Premio Jaén de Narrativa Juvenil 2012, ¿qué ha supuesto para ti, teniendo en cuenta que es tu primera novela?
-Una sorpresa, una alegría y, sobre todo, un empujón muy importante para mi carrera profesional. El Premio Jaén es uno de los reconocimientos de literatura juvenil más prestigiosos dentro del panorama nacional. Me ha permitido publicar con una gran editorial –Montena, división juvenil de Random House Mondadori- y que mi historia llegue a miles de lectores. Y eso, ¡es fantástico!
-Estudiaste Periodismo, pero desde muy pronto te iniciaste en el mundo de la literatura. ¿Cuándo sentiste la necesidad de escribir?
-Elegí Periodismo porque combinaba mis dos grandes pasiones: escribir y contar historias. Siempre he sentido la necesidad de inventar historias, de imaginar otros mundos, de construir ciertos personajes. La pasión viene después, con los años, cuando decidí que quería escribir, que quería compartir con los demás mis creaciones y que me leyeran para que visitaran ese mundo que era sólo mío.
-¿Cómo te sentiste cuándo empezaron a llegar los reconocimientos?
-Cada vez que gano un certamen literario lo vivo casi como un milagro, como si llevara un billete de lotería premiado. La primera vez que pasó, lo recibí con asombro y con miedo. De hecho, pensé que sería el primero y también el último. Afortunadamente, no fue así. Estos premios me animaron a seguir escribiendo, me dieron el ánimo para no abandonar.
-No sólo no fue el único, sino que hoy en día cuentas en tu haber con un número muy importante de reconocimientos. ¿Cómo te sientes siendo tan joven?
-Es abrumador. Porque no puedo evitar pensar que el factor suerte también influye a la hora de que un jurado elija mis textos entre cientos de participantes. También sé que estos reconocimientos son fruto del trabajo, de la constancia y del esfuerzo.
-¿Dónde crees que está la clave del éxito de tus creaciones literarias?
-Ni idea. Ni yo mismo podría decirlo. Sólo sé que intento escribir sobre lo que me preocupa o me inquieta. Es verdad que me interesan especialmente las emociones universales, ésas que nos democratizan a todos: el amor, la esperanza, la frustración, el miedo al sufrimiento… Escribo lo que me gustaría leer. ¡Ah! Para ser escritor, antes hay que ser un buen lector.
– ¿Cómo ha influido tu profesión de periodista a la hora de escribir?
-Me ha influido mucho, muchísimo. De hecho, no estaría aquí sin ese trabajo previo. El periodismo me curtió en el oficio de escribir. La escritura es un músculo que hay que ejercitar. Mis años en El Correo de Andalucía fueron un entrenamiento intensivo. Aprendí a contar historias, a interpretar la realidad, a descartar lo banal.
-Pero decidiste dejar el periodismos para dedicarte a escribir…
-Hay momentos en la vida en los que uno debe establecer prioridades y elegir. Yo tenía un trabajo estable, pero decidí arriesgarme y apostar por lo que realmente me gustaba: escribir mis propias historias. Fue complicado porque siempre hay dudas, inseguridades y, a veces, uno piensa en dar marcha atrás, pero la ilusión siempre fue mucho mayor que el miedo.
-¿Qué pensó entonces tu familia?
-Hubo un primer momento de desconcierto y confusión, pero cuando vieron que era una decisión meditada y que no dejaba el trabajo para cruzarme de brazos, sino para seguir trabajando en otra dirección, me apoyaron. ¿Quién no se alegra con la felicidad de un ser querido?
-¿Cómo se sienten ahora cuando ven lo que has logrado?
-Son felices, pero no por lo que he logrado sino porque me ven contento. Supongo que suspiran aliviados porque la apuesta me está saliendo bien.
– El futuro, ¿cómo te lo planteas?
– Sólo pienso en ¡escribir, escribir y escribir! Al futuro le pido seguir viviendo de esto, que a los demás les siga gustando lo que escribo. Todavía me quedan muchos retos que lograr. Espero que sea el comienzo de una carrera larga. Me gustaría escribir más y mejor, explorar otros géneros, cruzar fronteras… Ya no me imagino el futuro alejado de la literatura.
-Hablemos de tu localidad natal, de Moguer. ¿Qué te ha aportado?
-A Moguer le debo muchas cosas y una de las más importantes es, sin duda, ese ambiente literario que se respira en cada esquina del pueblo. Uno, sin saberlo, está en contacto con el arte desde siempre, y además, de una forma cotidiana, verdadera. Moguer tiene carisma. Un lugar maravilloso para crecer.
-¿Has bebido de la literatura de Juan Ramón Jiménez?
-Por supuesto. Uno siempre debe inspirarse con los mejores. De hecho, son los grandes maestros de la palabra los que me metieron dentro el gusanillo de la escritura. ¡Yo quería escribir como ellos! Platero y yo es uno de mis libros de cabecera. Me fascina por su precisión, por su luz, por delicadeza.
-¿Echas de menos Moguer cuando estás fuera?
-Sí, por supuesto. Y cada vez más. Ahí están mis raíces, mi infancia, los amigos que me han visto crecer y, sobre todo, mi casa y mi familia. A Moguer están ligados algunos de los mejores recuerdos de mi vida.
-¿Cómo te están acogiendo tus paisanos?
-Fenomenal. Se han alegrado enormemente con la noticia. Para mí, desde luego, es un honor ser profeta en mi tierra. Mis paisanos me leen con cariño porque me conocen, pero uno siente una extraña responsabilidad con ellos, como si no quisiera defraudarlos.
-Para terminar, ¿qué sería para Daniel Blanco una buena noticia?
-Creo que todos estamos hambrientos de buenas noticias. Me imagino muchas: que la justicia es justa, que la política es honrada y trabaja para el pueblo, que a los ciudadanos se les devuelve el futuro, que volvemos a tener razones para el optimismo, para la alegría.
En general, estamos viviendo un momento delicado. Y, sin embargo, sin educación y sin cultura el futuro empequeñece. Sin remedio.
Muchas gracias y enhorabuena Daniel.