Mari Paz Díaz. Guillermo Zamora Rodríguez tiene 32 años y puede decirse que es un trotamundos. Porque después de finalizar la carrera de Derecho en la Universidad de Huelva le pareció una buena opción marcharse a Londres para aprender un poco de inglés. Y así comenzó un periplo internacional que le ha llevado a vivir en varios países del mundo, no sólo en Inglaterra, sino también en la India y, en la actualidad, en Argentina, donde lleva un mes trabajando en una empresa de Derecho Marítimo.
No en vano, Guillermo lleva viviendo fuera de Huelva desde febrero de 2009, cuando se marchó a la capital londinense, donde estuvo durante dos años. «Allí encontré un trabajo como recepcionista nada más llegar, así que fue una suerte. Aguanté con ese trabajo los dos años, porque me permitió costearme mis estudios en Londres», nos comenta Guillermo desde Buenos Aires.
Tras su periplo inglés se marchó un año a vivir a Nueva Delhi (India), «donde trabajé como consultor de comercio internacional, dentro del programa de becas Extenda, para una empresa catalana, inQuve».
Todas estas experiencias han enriquecido mucho a nuestro ‘Onubense por el mundo’ de esta semana, que ha querido compartir con nosotros las aventuras que ha vivido en estos años.
-¿Has tenido algún problema con el idioma en tus viajes?
-Al principio, en Londres le dediqué muchos esfuerzos al inglés. Una vez que te sueltas supongo que es más fácil. No obstante, lo cierto es que en cualquier lugar del mundo entienden mejor el inglés que en Inglaterra. A lo mejor por el esfuerzo que hacen en otras partes, más que por entender un acento diferente, entre otros factores.
En la India no tuve absolutamente ningún problema en comunicarme en inglés. Me refiero incluso al tema del acento. Personalmente me resulta más fácil entender el inglés de un indio que el inglés de un británico. Me imagino que es un sentimiento mutuo. De hecho, aprendí hindú. Y la alegría de un indio cuando te dirigías a él o ella en su idioma local era más apreciado que en Inglaterra.
-¿Cuál es tu balance de la experiencia de tus diferentes estancias?
–Muy positivo, como siempre. Tanto de Londres, donde saqué más rédito a nivel curricular, como en la India, donde el beneficio fue más de experiencia vital y personal.
En Buenos Aires, de momento, la ciudad es una auténtica metrópolis. No me la imaginaba tan cosmopolita y moderna. Llevo poco para formarme una impresión de la experiencia todavía.
-En cuanto a Argentina, ¿la ves muy diferente a España?
–No demasiado. En España no tenemos una ciudad con tantos habitantes ni tan extensa, pero las costumbres son muy similares. No obstante, tiene una diferencia: existe una mayor desigualdad que en España. Me refiero a la brecha a nivel económico, cultural, educacional…, entre las clases más desfavorecidas y el resto de la población. Esto a pesar de que Argentina debe ser uno de los países de América Latina con mayor clase media. No obstante, la brecha es mucho mayor que en Europa.
–¿Cómo es Buenos Aires?
-Vivo en Vicente López, una municipalidad dentro de la provincia de Buenos Aires, pero que forma parte de la misma área metropolitana de Buenos Aires.
Buenos Aires es inmenso, es artística, es pueblo, es mucha cultura.
-¿Y los argentinos?
-Pues hay de todo claro, como en botica. Yo lo que veo es gente culta y profesionales, tanto por la zona en la que vivo como en el trabajo. No obstante, en los medios de transporte no es eso tanto lo que veo. Y, como he dicho anteriormente, la desigualdad social es amplia.
Los habitantes son más parecidos a los italianos que a los españoles. Les gusta mucho el diálogo, la comunicación en general. Es obvio que son muy buenos comunicadores y eso se nota mucho en las ganas de hablar, de dialogar, de comunicarse en general.
Además, me imagino que la situación se acentúa cuando el interlocutor para ellos es extranjero y, en especial español, por las ganas de relacionarse con algo nuevo o extraño y, por lo tanto, las cosas de las que hablar son más numerosas.
-¿Cuál es la imagen que tienen de España?
-Aquí nos conocen como gallegos debido a que la emigración desde el norte de España, especialmente de Galicia, ha sido más numerosa que, por ejemplo, la llegada desde Andalucía.
Los argentinos nos ven con un gran cariño e, incluso, con fraternidad. Los lazos culturales son evidentes, como el idioma, pero también en ámbitos como la literatura, la música, el fútbol u otros espectáculos. Los artistas españoles aquí son muy conocidos: Joaquín Sabina es uno de los más claros exponentes de ello.
–¿Qué estás haciendo en estos momentos?
-Estoy en un Leadership Program de una empresa especializada en Derecho Marítimo. Abogados, en definitiva, pero con un perfil más negociador e informal por el tipo de trabajo que llevamos a cabo de lo que es habitual en el negocio jurídico.
-¿Te has marcado algún nuevo objetivo?
–Siempre estoy pensando en qué hacer o qué emprender. Ya veremos. Algo habrá que iniciar o crear. Es algo que me ilusiona mucho, el afrontar nuevas realidades y nuevos retos.
-¿Qué piensa tu familia de tu aventura?
-Viendo cómo han salido las cosas, parece que el haber salido de España en un primer momento me ha ayudado desde un punto de vista profesional. No obstante, me imagino que para todos es más cómodo estar cerca de tus seres queridos.
-¿Y tus amigos?
-Pues un poco lo mismo. Hago todo lo posible por verlos lo más que puedo. Me gusta sentirme en Huelva porque estoy rodeado de los que considero mis allegados. Por supuesto, mucho más que cuando estoy fuera.
-¿Cuáles son tus planes futuros?
–Seguir creciendo profesionalmente y emprendiendo cosas nuevas que me ilusionen. No será fácil conjugarlo todo.
-¿Piensas volver a España, a Huelva, en breve?
–Pues cada vez que pueda. A mí lo que me gusta es disfrutar Huelva y estar ahí, con mi familia y amigos. Pero emprender en Huelva también tiene ciertas dificultades por lo lejos que está de mercados importantes, tanto nacionales como extranjeros.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
-La luz, el sol, su gente, mis amigos, mi familia, la playa, la Universidad, su noche…, sin estar ordenados por orden de importancia.
-¿Recomendarías a la gente que saliera fuera?
-Depende de las circunstancias de cada uno. En cada momento puede ser una experiencia más o menos positiva. Sí es cierto que a todo el mundo, tanto a nivel personal como profesional, le beneficia hablar otros idiomas, por ejemplo. Pero vivir fuera tiene ciertos inconvenientes que no son fáciles de afrontar ni de llevar a cabo.
-Para terminar, ¿qué le dirías a los onubenses?
–¡Os echo de menos!