Miguel Velasco Márquez. La Gran Sábana sirve de excepcional marco para la cinta que desde Venezuela nos trae la realizadora Claudia Pinto. Un paraje bellísimo que poco puede hacer ante una historia sobre la búsqueda de la redención abruptamente narrada y con graves tiempos muertos que indigestan sobremanera su visionado.
La cinta nos retrata el último viaje de Martina (Carme Elías), a la que le quedan pocos meses de vida y ha decidido viajar al Amazonas con el firme propósito de morir en el lugar en el que algún día fue feliz. Quiere subir al monte Roraima y dejarse morir en el camino, pero descubre que no puede hacerlo si no contrata a un guía que la acompañe. La inesperada visita de su nieto Lucas (Omar Moya) dará un vuelco a sus planes: le pondrá delante al verdugo que necesita, y a la vez, el cariño que podría impedir que los llevase a cabo.
El argumento, aunque manido, parece prometedor pero se queda en la más absoluta nadería por un guión más propio de un telefilm de sobremesa, cuyo punto partida (la escapada del niño) ya resulta de por si inverosímil, y a lo que unos diálogos sonrojantes y unas situaciones que chirrían continuamente no ayudan a reflotar un conjunto que se va a pique sin solución alguna. Pinto comete en su cinta todos los errores propios de una opera prima: edulcoramiento excesivo, subrayados que restan más que suman al film, excesos de información en una cinta que no lo requiere en absoluto…
Y es una pena, porque de haber sabido hilvanar el símil de Caracas con el monte Roraima la historia hubiera adquirido gran altura emocional.
Carme Elías es prácticamente lo único que se salva. Pese a que su personaje, al igual que el resto, está desdibujado, consigue una interpretación magistral, cargada de sapiencia. Es la razón por la que el espectador soporta estoicamente los 113 minutos de la cinta. Realmente soberbia.
El paisaje de la Sabana es fabuloso, contiene planos realmente bellos, aunque el trabajo de fotografía podría haber dado mucho más de si, y las intenciones de la directora son buenas. Pero el resultado finalmente es decepcionante, empalagoso y estéril. El espectador no logra sentir conexión con la historia del padre en Caracas, así como las escenas entre el joven y su acompañante resultan totalmente prescindibles. Finalmente nos queda la sensación que estamos ante algo así como un pastel de pinta suculenta pero hueco por dentro. Por suerte siempre nos quedará Carme Elías.
Ficha técnica
Película: La distancia más larga. Dirección: Claudia Pinto. País: Venezuela. Año: 2013. Duración: 113 min. Género: drama. Interpretación: Carme Elias, Omar Moya, Alec Whaite, Iván Tamayo, Isabel Rocatti, Marcos Moreno, Malena González, Beatriz Vásquez, José Roberto Díaz, Alberto Rowinsky. Fotografía: Gabriel Guerrera. Guión: Claudia Pinto.