El investigador Domingo Martín ultima una esperada publicación sobre la historia de las tabernas y bares de Huelva

Mari Paz Díaz. ‘Bares y Tabernas de Huelva (1800 – 1995)’ es el título de un nuevo estudio en el que está trabajando el conocido historiador onubense Domingo Martín Gómez, un proyecto que ha generado un enorme interés entre los onubenses, puesto que muchos ya han mostrado su deseo de tener en sus manos un ejemplar de la futura publicación. Por el momento, tendrán que esperar un poco, porque el libro está previsto que esté terminado a finales de este año 2013 o principios de 2014, por lo que la edición podría lanzarse en febrero del próximo año.

A pesar de ello, el investigador ha querido adelantar a Huelva Buenas Noticias algunas pinceladas de este llamativo trabajo, además de mostrarnos algunas de las fotografías que ha ido recabando en los últimos años, en muchos casos de carácter inédito, ya que han sido aportadas por los propietarios o familiares de los establecimientos a los que hace referencia.

Domingo Martín Gómez trabaja en el mundo de la hostelería y es un enamorado de la investigación histórica, como lo demuestran sus anteriores publicaciones, tan conocidas como Callecedario. Diccionario histórico de las calles y plazas de Huelva, así como Únicas, que recoge la historia de 129 mujeres clave para la historia de Huelva. Por este motivo, desde hacía años había sentido un enorme interés por conocer los orígenes y la trayectoria de los bares y tabernas que habían existido en la ciudad de Huelva. Fueron razones más que suficientes para iniciarse hace unos años a estudiar la evolución de estos lugares comunes para todos los onubenses e indagar en cuáles fueron los más emblemáticos de cada época. Y es que Domingo reconoce que «todos hemos pasado en algún momento de nuestra vida algún rato que nunca se nos olvidará en un bar, una cafetería o, antes, en una taberna».

‘Astoria’, ‘En la esquinita de te espero’ o ‘El Zeppeling’ son sólo algunos de los establecimientos más emblemáticos de la Huelva de antaño, por lo que no podían faltar en esta investigación, «ya que estos lugares forman parte de la cultura onubense al ser los centros de tertulia y de encuentro por excelencia en otra época de Huelva», nos comenta Martín, que considera que «este estudio era más que necesario, por lo que era cuestión de tiempo que alguien lo llevara a cabo».

Una de las cuestiones más difíciles del trabajo fue seleccionar el número de tabernas, bares y cafeterías que habían existido en Huelva, dado que a lo largo de su historia, la ciudad pudo contar con más de mil. La cifra es realmente llamativa, por lo que Domingo es consciente de que cuando se edite su libro es probable que siempre haya alguien que diga que falta algún local. Tan sólo hay que tener en cuenta que en 1956 se hizo un estudio del número de bares existentes en Huelva y se llegaron a contabilizar hasta 350 locales.

Sin embargo, a pesar de esa inquietud, el investigador ha analizado más de 200 establecimientos onubenses, un número bastante considerable. La elección de un lugar de estudio u otro ha dependido en muchas ocasiones de la existencia de fuentes en las que poder indagar. Porque, según nos comenta, «he querido hacerlo pero de una forma coherente, es decir, en base a una documentación. Por ejemplo, hay bares como ‘Las 8 horas’, que era muy conocido en Huelva, pero cerró hace treinta años y no existe prácticamente nada sobre el mismo, por lo que al final decliné que lo mejor era no incluirlo».

Sus fuentes de información han sido muy variadas, desde las de carácter documental, como el Boletín Oficial de la Provincial de Huelva y otros documentos conservados en el Archivo Municipal de Huelva y de Gobernación, a la prensa onubense, sin olvidar los testimonios orales de los dueños y familiares de los establecimientos estudiados. Eso sí, el autor es consciente de que la memoria en ocasiones puede dar lugar a equívocos, como le ha sucedido por ejemplo con el Bar ‘La Copa’, situado en la zona de La Palmera, en cuya fallada aparece la fecha de fundación de 1925, mientras que él mismo ha podido constatar documentalmente que ya antes, hacia 1816, había un local de bebidas en ese mismo emplazamiento.

La estructura seguida a la hora de presentar su investigación ha sido básicamente en sentido cronológico con el objetivo de que para el lector quede claro cuál ha sido la evolución seguida por este tipo de lugares. De esta forma, la primera parte del libro se centra en los últimos años del siglo XIX, entre 1880 y 1900, para continuar con los periodos situados entre 1901-1940, 1941-1970, 1971-1980 y, por último, 1980-1990.

«Aunque existen documentos que ya hablan de «las casas de bebidas donde se jugaba al billar» a finales del siglo XVIII, he querido comenzar este estudio en 1880 porque es en el siglo XIX cuando existen más fuentes sobre el tema, sin olvidar que fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando aparecen las primeras cafeterías y cafés cantantes, como fue el caso de ‘La Alegría’«, aclara Martín. Entre los locales más emblemáticos de aquella época se encontró ‘El Nuevo’, nacido a finales de los años cincuenta del siglo XIX y que se mantuvo durante un siglo, hasta la misma década del siglo XX.

Así, de finales del siglo XIX fueron también el Restaurante ‘Los Galleguitos’, Café ‘Universal’, ‘La Central’, Café ‘América’ o ‘Nuevo Mundo’, la cafetería situada en la calle Marina desde 1890.

La proliferación de restaurantes no se registra hasta el siglo XX, cuando aparecen locales como Casa ‘Domínguez’, que después pasaría a ser Restaurante ‘Los Gordos’, Casa ‘Calvo’ o el Bar ‘La Viña’. A pesar de ello, Domingo aclara que «el 95% de los establecimientos que había en Huelva era un bar».

El origen de los bares se encuentra en las tabernas, de ahí el nombre elegido para su estudio. Se trataba de establecimientos donde se vendía el vino de la tierra, vino de Huelva, muchas veces fabricado por el propietario del local. Así sucedió desde principios del siglo XX hasta los años setenta fundamentalmente.

Es más, desde la década de los cincuenta se constata un deseo en Huelva de contar con locales más elegantes, como sucedió con el Bar ‘Gran Vía’, que después pasaría a ser la Cafetería ‘Pealayo’, o con ‘La Española’.

La tendencia se consolida a finales de los sesenta, cuando nos encontramos con Cafetería ‘Antón’ o ‘Las Columnas’, sin olvidar a Casa ‘Gonzalo’. Es decir, a medida que iba avanzando el tiempo, se cuidaba más la decoración, una característica común en toda Andalucía, no sólo en Huelva.

En general, sobre las características de los bares, Martín apunta que entre 1890 y 1930, todas las cafeterías que tenían cierto prestigio debían tener una sala de billar, algo que se consolida en los años veinte.

Curiosamente de esa década, de los años veinte, fue una serie de bares que han sido emblemáticos en la Huelva del siglo XX, como fueron ‘En la esquinita te espero’, que nace hacia 1922 y que se ha mantuvo hasta los años noventa, así como el ‘Onuba’, ‘Astoria’ o ‘El Rengel’, entre otros.

Para el autor, otro de los momentos más atractivos de este recorrido se produce en los años setenta cuando surgen los pubs, que luego se consolidarían en los ochenta. ‘Otawa’, ‘Hexágonos’ o ‘Snoopy’ fueron de los primeros pubs de Huelva, iniciando una nueva forma de divertirse para la gente de Huelva. «El ‘Otawa’, por ejemplo, marcó una época en la ciudad, siendo el más moderno, todo de madera e introduciendo la novedad de que los clientes podían guardar una botella propia en una especie de taquilla», explica Domingo Martín.

También de los setenta fueron algunas de las cafeterías que han marcado una etapa en Huelva, como Cafería ‘Antón’ o ‘Pelayo’, que con los años darían paso a cafeterías más adaptadas al público joven, como ocurre con Cafetería ‘Garden’ y ‘Laxeira’ o la Coctelería ‘Caracas’, que se convirtieron en el referente de la hostelería de Huelva durante unos años.

En esta época también nacen nuevos espacios, que combinan una zona de pub con cafetería, incluyendo también atracciones, como sucede con ‘El Invernadero’. 

Pero, en la investigación no sólo se tratan los locales más emblemáticos del centro de Huelva, sino que también se hace un recorrido por los barrios, de tal forma que se incluye el caso de Casa ‘Leonardo’, en Las Colonias, ‘Las Columnas’ de Isla Chica o ‘El Cateto’ de El Matadero. Y, por supuesto, no podían faltar ‘Los Cuartelillos’, instalados en un principio en la antigua calle Moguer de Huelva.

El recorrido cronológico de Domingo Martín por los bares, cafeterías y restaurantes de Huelva finaliza en los años noventa del pasado siglo XX. Lo hace por una razón obvia, «porque es necesario que pase más tiempo para poder analizar de forma objetiva lo que sucedió».

Luego, de forma paralela al ámbito temporal, en la publicación se hace referencia a otros aspectos, como sucede con la aparición de los primeros cafés suizos en España o las ventas, como por ejemplo la Venta ‘Isla Chica’, Pepe ‘El Serrano’ o ‘El Recreo’, que es la más antigua que se encuentra documentada.

Uno de los aspectos más interesantes del trabajo es conocer la transformación del tiempo de ocio de los onubenses, tal y como se podía ver con algunos rincones que pasaban de ser tabernas a bares o un café, dependiendo de los requisitos que debía cumplir. Todo ello por no hablar de los salones de variedades y cafés cantantes de finales del siglo XIX.

Incluso, en este estudio hay un apartado para las llamadas ‘calles prohibidas’, que con los años comienzan a adentrarse un poco más en la ciudad, como sucede con la calle Gran Capitán, por citar un ejemplo. Así ocurre especialmente en los años setenta. Entre los más famosos se encontraban ‘El Murciélago’, ‘Sahara’ o ‘Afrodita’.

En definitiva,  ‘Bares y Tabernas de Huelva’ es más que un estudio de locales concretos, puesto que se trata de un análisis de la propia sociedad onubense, ya que conociendo cómo se divertía su gente, también se puede entender cuál era la mentalidad de aquellos años, las inquietudes o preocupaciones de la población en cada momento.

Con todo ello, este onubense es consciente de que en este proyecto hay un componente sentimental muy fuerte, «porque permitirá a la gente recordar una época de su vida que estoy seguro que les habrá marcado, a cada uno en un momento y lugar diferente». En fin, son lugares para siempre, cuyas vivencias estarán siempre dentro de cada uno y con este libro quedarán inmortalizados.

Y, en este sentido, Domingo Martín quiere reivindicar el importante papel que jugaron las tabernas, «que no eran lugares a los que iban los obreros a emborracharse, sino que se trataba de un espacio de tertulia y de cultura, una vez que salían del trabajo. Un espíritu que hoy en día se ha perdido, a pesar de iniciativas como ‘7 Lunas’ en el Polígono que intentaron recuperarlo».

Una investigación que, además, pone de manifiesto que la forma de vivir de los onubenses ha distado poco de la del resto de los españoles. Es decir, «la tónica general de Huelva en cuanto a bares se refiere ha sido muy similar a la de otras ciudades del país, dado que la finalidad de una taberna, independientemente de cómo era por dentro, era la misma en todos sitios, ya estuviera en un pueblo o en Madrid. El trabajador acudía a las tabernas para desahogarse una vez que finalizaba la jornada laboral. Distinto era la clase media-alta, que solía ir a los cafés y cafeterías como un lugar de reunión social. Tan sólo hay que tener en cuenta que la primera reunión para constituir la Sociedad Colombina Onubense se hizo en una cafetería.

Razones más que suficientes para que sean muchos los onubenses los que hayan mostrado su interés por este estudio, que marcará un antes y un después en la forma de entender y acercarnos a la historia del día a día, de la vida cotidiana de Huelva.