S. D. Ganar. Sólo vale ganar. Así entiende el partido del domingo en Melilla (pabellón Lázaro Fernández, 12:00) los jugadores y técnicos del Smurfit Kappa de La Palma del Condado. Allí se verán las caras con el Estopiñán melillense, colista del grupo V de Segunda B de fútbol sala, con un solo punto logrado en los ocho partidos que ha disputado.
“Lo consideramos una auténtica final”. Ese es el sentir de los palmerinos, aún doloridos por la amplia derrota sufrida en casa ante el Betis en la jornada precedente. En el seno del equipo condal nadie discute la justicia del triunfo de los nazarenos, pero el técnico del equipo, Joaquín Martín, considera que “fue de un castigo desproporcionado porque a pesar de que el Betis rayó a muy buen nivel concedimos licencias que ellos no desaprovecharon”.
Para el técnico del cuadro condal “si se quieren conseguir los objetivos, el grupo debe tener claro que tiene que ser un equipo”, algo que faltó en algunas fases del partido ante los verdiblancos, y una de las causas del severo castigo.
Pero ese partido queda atrás y el Smurfit Kappa sólo mira hacia el futuro más inmediato, que le sitúa en Melilla. Según Martín “es un partido en el que tenemos la oportunidad de sacar tres puntos que consideramos vitales”, si bien, pese a la condición de colista del rival, estima que “será un encuentro difícil”. “El Melilla es un buen conjunto, con jugadores importantes, y que ganaron la liga juvenil nacional hace tres años”, dijo.
El Smurfit Kappa de La Palma, en el arranque de la novena jornada, ocupa puestos de descenso, con seis puntos, y la victoria se considera determinante, primero para no verse en el riesgo de descolgarse, y segundo porque puede proporcionarle salir de esa zona de zozobra.
Enfrente estará un Estopiñán de Melilla, que solo ha conseguido hasta el momento un punto, el que conquistó en su feudo tras empatar (2-2) con el Mundoseguros Triana.