Redacción. Concienciar a la ciudadanía de que en torno al 80% de los casos de ictus son evitables y está en nuestra mano prevenirlo es el objetivo de la campaña informativa puesta en marcha hoy en el Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez coincidiendo con la celebración del Día Mundial. De igual modo, es vital saber identificar los signos de alerta para contactar de inmediato con los servicios sanitarios, ya que en estos casos “el tiempo es cerebro” e influirá en el pronóstico y las posibles secuelas.
La delegada territorial de Salud y Consumo, Manuela Caro, en compañía del director gerente del Hospital, Manuel García de la Vega, y miembros del equipo directivo, han visitado la mesa informativa instalada a las puertas de Consultas Externas. Durante la mañana, profesionales médicos y de enfermería de la Unidad de Ictus, del servicio de Neurología, con la colaboración del alumnado del grado de Enfermería de la Universidad han facilitado información a pacientes y acompañantes, y han realizado mediciones de tensión y glucemias.
Aunque algunos de los factores de riesgo no pueden controlarse, como los antecedentes genéticos o la edad, cada persona sí tiene un papel protagonista para reducir la probabilidad de sufrirlo. En este sentido, son factores de protección realizar ejercicio aeróbico regular, hacer una dieta saludable, no consumir tóxicos como el alcohol o el tabaco, y controlar los factores de riesgo cardiovascular como son la hipertensión, el colesterol elevado o la diabetes.
Signos más importantes
Los signos más relevantes que deben alarmarnos de que podemos estar sufriendo un ictus son la alteración repentina del habla y la pérdida brusca de visión, fuerza o sensibilidad en alguna parte del cuerpo.
En caso de sospecha, es fundamental consultar de inmediato con los servicios de emergencias para activarse el circuito del Código Ictus, que garantiza una interconexión precisa entre todos los profesionales implicados. En el pronóstico de esta enfermedad resulta fundamental una rápida atención, de modo que cuanto antes se llegue al hospital, más opciones hay de que el tratamiento sea eficaz y se reduzcan las secuelas.
Este circuito incluye fundamentalmente a los servicios de urgencias y emergencias extrahospitalarios (SUAP, DCCU y 061), centros de atención primaria, servicios de urgencias hospitalarias, radiodiagnóstico, rehabilitación, unidades de cuidados intensivos y la Unidad de Ictus; profesionales que actúan de inmediato para que los tratamientos eviten al máximo las posibles futuras secuelas.
En la Unidad de Ictus del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez se han atendido en el último año un total de 763 pacientes, se han administrado 87 tratamientos de fibrinólisis (recanalización del vaso obstruido con fármacos) y se han derivado para trombectomía mecánica al hospital de referencia Virgen del Rocío 105 pacientes.
Entre los datos a destacar, en el Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez, el tiempo medio desde que el paciente llega al servicio de Urgencias hasta que recibe el tratamiento en la Unidad de Ictus es de 49 minutos, inferior al tiempo marcado de 60 minutos en los protocolos de atención del Plan Andaluz de Ictus, gracias a la implicación de todos los profesionales de los diferentes servicios y categorías que participan en el proceso. El cumplimiento de estos tiempos es un indicador de calidad asistencial ya que indica que el circuito funciona y el paciente recibe a tiempo del tratamiento
La Unidad de Ictus
La Unidad de Ictus del Hospital atiende a los pacientes que padecen un ictus y cumplen los criterios de ingreso. Está dotada de 6 camas monitorizadas, personal de enfermería y técnicos en cuidados auxiliares de enfermería con formación específica y un equipo de neurólogos vasculares y neurólogos generales que garantizan la atención especializada las 24 horas del día durante los 365 días del año, para que los pacientes de Huelva reciban el mejor tratamiento y atención de su patología.
La Unidad permite aumentar el número de pacientes que reciben tratamiento específico, mejorar la indicación o no del mismo, reducir las complicaciones y la mortalidad, aumentar la funcionalidad del paciente tras el ictus, iniciar el tratamiento de prevención secundaria y disminuir las recurrencias.
Además, el Hospital cuenta con una Unidad de Neuro-Rehabilitación específica para el tratamiento intensivo de determinados pacientes con ictus, de la que se han beneficiado en el último año 43 personas, con excelentes resultados. Está dotada con cuatro camas del servicio de Rehabilitación que permiten realizar este tipo de tratamiento en régimen de ingreso hospitalario. Para ello, adyacente a la Unidad de Ictus, dispone de Sala de Fisioterapia, Sala de Terapia Ocupacional, Logopedia y Estimulación Cognitiva, atendidas por profesionales especializados en el manejo de estos pacientes: médicos rehabilitadores, fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales.
El ictus es una enfermedad cerebrovascular que tiene un gran impacto sanitario y social debido a su elevada incidencia y prevalencia, siendo la primera causa de discapacidad en el adulto, con un elevado impacto en la vida de las personas que lo sufren y en la de sus cuidadores.
En Andalucía, anualmente 21000 personas sufren un ictus y se estima que aproximadamente un 50% de ellos tendrá algún tipo de secuelas. Existen diferencias en función del sexo siendo más frecuente padecerlo en los hombres. Se incrementa en edades avanzadas, aunque se puede sufrir a cualquier edad y se prevé que esta cifra aumente en los próximos años a consecuencia del envejecimiento de la población.