Adrián Ungureanu. Del 18 al 27 de octubre podremos disfrutar de la Feria del Libro de Huelva. La plaza de las monjas se ha llenado de casetas de editoriales y librerías abrumándonos con libros clásicos y contemporáneos. Esta Feria también será el escenario de la presentación de uno de los libros más esperados por los onubenses, Cuando cae la noche, la nueva novela de Sergio Valdés Orellana. Comenzó su carrera literaria escribiendo relatos cortos que le sirvieron para ganar premios y guionizar un cortometraje estrenado en el Festival Internacional de Sitges con el que logró alzarse con dos premios en Los Ángeles. El año pasado le dieron un nuevo premio en Huesca. Cuenta, en sus propias palabras, con su «humilde legión de seguidores» y sigue en aumento. Como antesala de su presentación les ofrecemos una entrevista con el autor de Turno de noche (Ed. Onuba), la obra más vendida en la pasada Feria del Libro 2023.
—Hola, Sergio. Acabo de presenciar una gran expectación por comprar tu nuevo libro. Supongo que son amigos tuyos.
—Hola. Sí, al principio pensaba que lo decían como un cumplido pasajero, pero los cumplidos no duran más de un año. Algunos llegan a insistirme en la autopublicación para que así publique antes.
—Pero ¿esta obra pudo haber sido publicada antes?
—La verdad es que sí. Empecé a escribirla antes de tener editorial y publicar Turno de noche. Creo que es evidente que no escribo por dinero. Ya me gustaría, pero no me gano la vida con esto (Risas). Pero hay unos requisitos de tiempo y forma para publicar. Además tenía previsto una presentación en la caseta de la Feria y decidí que merecía la pena esperar aunque se trataba de casi un año. Pero finalmente no me han permitido hacerlo.
—Pero al final ¿harás presentación?
— Sí, gracias a la Hermana Pilar y a Abraham, que me han invitado a la caseta de la Librería Welba todas las tardes de la Feria firmando libros además de la presentación el primer viernes.
—Centrándonos en tu nueva novela ¿podrías contarnos de qué va?
—Básicamente está ambientada en una aldea ficticia de la Sierra de Aracena que ha sido infectada por una plaga de vampiros.
—¿Y? ¿No te gusta contar para no desentrañar mucho la historia?
—Es que la característica más atractiva de la obra no son los vampiros, no hay tanta sangre. Juego más bien con el terror oblicuo, el que no se ve. El encanto de esta obra reside en su pueblo.
—Pero ¿es ficticio, no?
—Sí y no. Es inventado aunque me inspiré en Rosal de la Frontera. Encina de la Sierra, como lo he bautizado es una pueblo de mentira pero con el que te puedes identificar fácilmente porque esas conversaciones son cotidianas, son nuestras, como también sus costumbres y su modo de vida. Lo curioso es que en nuestra Huelva vivamos una experiencia en la que cada día desaparecen habitantes que conocemos de toda la vida. Así que también espero hacer reír a muchos paisanos.
—¿Cómo se te ocurren estas ideas?
—No son mías. Deben de ser de la Providencia. Escribo como un observador de lo que imagino, por eso digo que no son mías, vienen solas.
—Pero ¿no has tenido nunca un momento de inspiración que te haya hecho escribir para no perder la idea?
—Eso es otra cosa. A veces hay ideas muy buenas que vienen solas, de repente. Otras aparecen en sueños. Escribí mi primer relato después de tener una pesadilla. Pero estos son ideas. Las historias surgen de la imaginación y para desarrollarlas hay que escribir y te aseguro que vendrán solas.
—¿Y te has basado en personajes reales?
—No y tampoco se lo recomiendo a nadie porque correrá el riesgo de sufrir una agresión. Tengo que decir que esta novela está dedicada al padre don Juan Antonio Ruiz Artola, sacerdote de Rosal y amigo de nuestra familia, y me sirvió de inspiración para uno de los protagonistas. Nada menos que el sacerdote de mi aldea ficticia. Pero solo lo tomé como referencia, luego es un personaje ficticio aunque la verdad que conté con su bendición. También tengo que decir que muchas de mis experiencias personales, inevitablemente, acaban reflejadas en mi ficción. Entonces, gran parte de las conversaciones, expresiones e incluso ideas, las he tomado de la vida real aunque luego las haya llevado a mi terreno. Así consigo que nos identifiquemos con los personajes, porque mis experiencias vividas son las mismas que las de cualquier onubense. Y sentimos la historia más viva.
—Supongo que es tu personaje favorito.
—Puede ser, debido a que me inspiré en mi amigo. Pero no puedo negar que todos los personajes tienen algo de mí, incluso los más detestables, con quienes termino al menos por empatizar y comprender, aunque crea que están equivocados.
—¿Encina de la Sierra es exclusivo de Huelva? En otras palabras, ¿el resto de España podrá identificarse con sus personajes?
—Claro que sí. Como todas las historias. Otra cosa es que para nosotros sea algo propio y conectemos de una manera más directa. La lectura nos permite visitar otros lugares sin desplazarnos.
—Y dime, ¿Cuando cae la noche es más de terror o de ficción?
—No me resulta para nada de terror, aunque también es cierto que escribo sobre ficción en nuestro mundo cotidiano. Diría que hay un equilibrio.
—¿Dirías que es una obra para adultos en general o para jóvenes? ¿En qué nicho lo situarías?
—Para todos los públicos, por supuesto. Es cierto que yo la encuentro graciosa pero estás hablando con alguien que de niño disfrutaba con La noche de los muertos vivientes. Con Turno de noche unos se asustaron más que otros pero creo que a todos en algún momento les ha parecido algo gracioso. De todas formas, no solo es para la gente de Huelva. Realmente es una novela escrita a mi gusto, que a mí me pudiera gustar como lector. No voy a ofrecer nada que no quiera para mí. Y creo que a los jóvenes también les gustará, pero que no esperen encontrar los clichés de moda.
Sergio Valdés Orellana estará en la Feria del Libro todas las tardes en la caseta de la Librería Welba firmando libros. Cuando cae la noche (Editorial Onuba) salió a la venta el viernes 18 de octubre en esta misma caseta donde el autor nos hará una presentación oficial a las 18 horas.
