RFB. En Huelva contamos con un vecino que tiene una responsabilidad fundamental, como director, en una Agencia clave para el desarrollo de la Comunidad Andaluza, el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, IECA. Y cuando hablamos de desarrollo lo hacemos pensando en todos los órdenes, porque el IECA lo que obtiene, maneja y produce son datos, información, algo determinante para el conocimiento, la toma de decisiones y, por tanto, para el bienestar de la sociedad en último término.
Manuel Ignacio Castaño Sousa llegó al IECA hace justo dos años tras una dilatada experiencia como funcionario en el Ayuntamiento de Huelva, particularmente en la Gerencia de Urbanismo y en el Departamento de Nuevas Tecnologías. Ingeniero Superior Informático de formación, su desempeño siempre ha estado relacionado con conceptos como la estadística, la inteligencia artificial, la demografía, la información o la comunicación.
Teniéndolo tan a mano pensamos en pedirle hacer una visita a su sede y que nos contase cosas, sobre la naturaleza del organismo y lo que se produce allí. Y amablemente accedió, con lo que nos dirigimos a la Isla de La Cartuja y al antiguo pabellón de Nueva Zelanda de la Expo 92 que, modificado y adaptado al nuevo uso, mantiene sin embargo las ‘rocas’ en la fachada que simbolizaban el primer paisaje avistado por James Cook a su llegada a la remota isla del Pacífico.
Castaño nos ha acompañado a una visita por las instalaciones, en la que hemos tenido la oportunidad de conocer ese espacio y a la gente que un lunes por la tarde tenía turno. Iniciamos la charla preguntándole sobre la misión del IECA en pocas palabras. Responde que «es el centro andaluz donde se producen más datos, más información en todos los aspectos, demográficos, sociales, económicos… Y otra parte muy importante, que no tiene ningún otro centro de datos de España: el dato del territorio, estadístico y cartográfico«.
Esto último es el resultado de una singularidad, el que en otros lugares -Comunidades y a nivel nacional- hay por una parte institutos estadísticos y por otra cartográficos. Andalucía ha sido la primera en unir y combinar los dos ámbitos y en ese sentido llama la atención de instituciones foráneas, considerándola un modelo a seguir. A Manuel le parece una genial idea la decisión tomada en su día por la Junta en ese sentido -aún no estaba él-.
Volviendo a los datos, el director del IECA añade que su organismo tiene la responsabilidad en la oficialidad de ese dato que, por otra parte, sirve de instrumento fundamental para la toma de decisiones estratégicas y operativas en las políticas que el gobierno andaluz pretenda adoptar.
La fusión de los anteriores Instituto de Estadística de Andalucía -IEA- y del Instituto Cartográfico de Andalucía -ICA- en el IECA tiene un marcado argumento funcional. El objetivo fundamental es, como afirma Castaño, «vincular la información con el suelo, con el territorio. Muchos de nuestros proyectos se verifican con información georreferenciada«.
Lamenta de alguna forma que «la gente conoce el INE pero no el IECA, que es nuestro ‘INE’, y en el que se encuentra mucha más información que nos concierne, y más desagregada«.
Quizá con menos recursos en algunos casos, para Manuel sin duda la posición relativa del organismo andaluz, comparándolo con otros importantes del conjunto nacional, como el catalán, vasco o valenciano, es más que favorable en muchos aspectos.
La charla con Manuel Ignacio Castaño resulta muy interesante y estimuladora. Desde luego si uno es curioso lo que va diciendo provoca un continuo interés. Se ve a nuestro interlocutor apasionado por naturaleza, pero especialmente satisfecho por comandar este buque insignia de la información y los datos en Andalucía. El sistema se completa con unidades autónomas en las distintas consejerías, pero coordinadas por el IECA. Parece que Manuel no lleva dos años si no toda la vida en el Instituto y su compromiso lo percibimos como más allá del mero profesional.
Sabe de la importancia de lo que producen y tienen entre manos, por eso afirma que «tiene un valor incalculable que hay que poner en valor. Se tiene que avanzar en su conocimiento, en la divulgación de lo que producimos. Tiene que servir, además de para las decisiones del gobierno, para la gente en general«.
Cuentan con casi una centena de técnicos permanentes y unos cincuenta que van reforzando los recursos humanos en base a proyectos concretos, generalmente financiados por la Comunidad Europea.
Uno de los funcionarios que desarrollan esta, para nosotros, fascinante labor, es Martín Manzanera Díaz, jefe del Servicio de Estudios, Síntesis y Métodos Estadísticos. Saludándolo comenzamos la visita a estas amplias instalaciones. Nos lo presenta Castaño como uno de sus más notorios ‘fichajes’, una apuesta personal. Martín llevaba mucho tiempo en el centro, antes de asumir esta responsabilidad. «Empecé a trabajar aquí a finales de los noventa, con un contrato vinculado a la Universidad de Córdoba, y me gustó tanto que me dije ¿qué hay que hacer para entrar aquí? ¿oposiciones? pues a por ello. Y aquí estoy, muy contento.
De formación inicial como economista, Manzanera destaca, en la misma línea que el director, que “tenemos lo que se llama la malla estadística, que lo que hace es georreferenciar a las personas, a la población andaluza, de forma que se sepa a la hora de planificar políticas públicas, hospitales, colegios, sabes por lugares los que viven y todas sus características. Fuimos los pioneros en desarrollarla, y otros institutos quieren hacerlo, y el mismo INE”.
En este punto Manuel comenta que «yo soy informático de profesión. Yo no entiendo de datos, entiendo de procesar datos, de su tratamiento Y lo que quiero es que, aparte de producir datos e información, demos servicio. Tenemos que crear aplicaciones que después otros utilicen«.
A esa labor de divulgación y promoción el equipo del IECA está juramentado. Programan actividades en esa línea, algunas para las nuevas generaciones, como el concurso ‘Andalucía en el mapa‘. Un certamen escolar para hasta 4º de ESO. «Ellos a través de un mapa -nos cuenta- pintan Andalucía, pero con datos estadísticos. Uno de los equipos hizo un mapa de la felicidad por pueblos, señalando con chinchetas de tres colores, verdes para los más felices y rojo para los menos. La conclusión era que los pueblos del interior, más rurales, eran también los más felices. El que más Fuente Obejuna. Las claves estaban en el estrés, la paz, la densidad poblacional…«.
Otro de los técnicos con el que coincidimos este lunes por la tarde es Juan Antonio Gonzalvez García, jefe del Servicio de Planificación y Coordinación.
Le preguntamos y nos dice que «en el Servicio de Planificación y Coordinación lo que hacemos es… digamos que el instituto se mueve en un marco legal, que es la Ley de Plan Estadístico y Cartográfico, aprobada en septiembre pasado. Esta ley establece el marco de actuación estadístico y cartográfico -de todo el sistema andaluz- para los próximos años, 2023-2029. En el Servicio lo que hacemos fundamentalmente es coordinar todas las tareas de desarrollo y ejecución de ese plan. Tenemos las relaciones con todas las unidades de estadística de las consejerías,.. como el Instituto tiene esa función de coordinación de todas las unidades del sistema, pues este es el servicio encargado de ello«.
Ante la cuestión de si el Plan es ambicioso ambos, Manuel y Juan Antonio, lo confirman con rotundidad. «Ambicioso y avanzado«, subrayan.
«Aunque se comenzó a diseñar en 2019, y luego tuvo el parón del 2020 por la pandemia, está metido todo lo de la inteligencia artificial, lo de la gestión del dato… algo ya que es hoy presente, pero que se hizo hace cuatro o cinco años. Es un plan muy innovador -apostilla Castaño-”.
Añade Gonzalvez que «El plan tiene muchos aspectos novedosos pero muchos también veníamos ya trabajándolos. Y hemos puesto sobre el papel cosas que ya veníamos haciendo, porque es que ya estábamos metidos en temas de estos. Como dice Manuel, de integración de registros administrativos, de la innovación, del apoyo a la toma de decisiones, todo el tema de gobernanza, … sobre todo eso ya veníamos trabajando y te venía arrastrando. Lo que hemos hecho es registrarlo y ponerlo sobre el papel, además de definir un montón de actuaciones estratégicas aparte de lo que veníamos haciendo«.
Juan Antonio comenta que cree que falta cultura de uso de los datos entre la población. Y hay que avanzar en esa divulgación de lo disponible. «Una de las facetas estratégicas en el plan -prosigue- es precisamente la relación con los medios de comunicación. El INE, por ejemplo, tiene muchos recursos en comunicación y están más avanzados en eso. Nosotros ya hemos metido en el plan algunas actividades en ese sentido. Falta también quizá formar un poquito a los profesionales de los medios para que puedan acceder con más facilidad. El SIMA si se utiliza más».
Manuel Castaño explica que en el IECA hay tres grandes áreas -subdirecciones- y una secretaría general. El área de Coordinación, Comunicación y Métodos, dirigida por Juan del Ojo Mesa, de quien depende entre otros Juan Antonio Gonzalvez; el área de Producción de Información, cuya responsable es Mª del Carmen Fernández Cuevas; y el área de Infraestructuras de Información, dirigida por Agustín Tomás de Villar Iglesias.
La Secretaría General está ocupada por José Luis de Villar Iglesias, a cuyo despacho nos conduce el director, al ver que se encuentra esta tarde. Nos lo presenta destacando la absoluta confianza que tiene en él. Según indica Castaño, lleva todos los servicios comunes, pero aparte un aspecto muy importante. Es el que que ejerce las funciones de control, así como hacen los secretarios de los ayuntamientos el hace en el IECA. Lleva la economía del propio instituto.
Llegó hace poco más de un año, de la mano de Manuel Castaño. Funcionario veterano, lleva en la Administración 12 trienios. Su último destino fue Cultura y Turismo, y el antepenúltimo en Presidencia. Fue concejal del Ayuntamiento de Sevilla muy joven, en la etapa de alcalde de Rojas Marcos. Es un perfil, el de José Luis, que valora mucho el director del IECA. Su experiencia y capacitación constituyen una garantía de que las cosas se hacen correctamente.
Seguimos en nuestro periplo por el IECA y llegamos al Servicio de Producción Cartográfica. La jefa, Cristina Caturla Montero, no se encuentra en estos momentos, pero se encuentran en la sala dos técnicos del Servicio, Juan León y Manuel Cano a los que les preguntamos.
Están trabajando ahora en el DERA -datos espaciales de referencia de Andalucía-, uno de los proyectos que llevan a cabo. El DERA es un compendio de capas de información geográfica que pueden utilizar como referencia tanto los proyectistas, estudiantes, investigadores….
Ahora están en concreto con el Centro de Conservación de Carreteras, de la Consejería de Fomento. Ahí pueden encontrar la Toponimia, los nombres geográficos de las cosas….
Otras fuentes son, por ejemplo, los centros de Salud, provenientes de la Consejería de Sanidad. «La información -aclara uno de los técnicos- la van generando los mismos organismos, tantos públicos como privados. Y esa información nosotros la vamos incorporando en las distintas capas. (son doscientas cincuenta y tantas capas las que contiene el DERA). Ahí está, por ejemplo, la red de espacios naturales protegidos de Andalucía, que es una de las capas de información. Las delimitaciones territoriales constituyen otra de las capas. Esto es importante, porque definen los límites municipales, y suelen existir litigios entre municipios. Las verificaciones territoriales son uno de los productos estrella. La resultante proporciona datos oficiales.
Los expedientes técnicos que realizan sirven para solventar estas controversias territoriales. En al departamento coexisten distintos perfiles. Ellos son originariamente delineantes, pero hay geógrafos, topógrafos o ingenieros de Geodesia. Su trabajo les gusta.
Seguimos hablando con Manuel camino de otro departamento. Nos indica que la Cartoteca y la Fototeca del IECA tienen un valor patrimonial impresionante. Comenta que «estuve en el CSIC, en Madrid, y ellos tienen un SIG -sistema de información geográfica- de 1850 con un plano de 1850. Entonces, tienen georreferenciadas a las personas que vivían en 1850 pero, claro, con un plano de esa época. Y digo, eso nosotros podemos hacerlo».
Llegamos al espacio físico del Servicio de Estadísticas, que dirige la valverdeña Sonia Fernández Boniquito. No está hoy pero si José Ramón Oliva Mora que, casualmente, también es de Valverde del Camino. En este servicio se trabaja en la Contabilidad Regional y en Estadísticas de Empresas. Precisamente José Ramón Oliva es el jefe de gabinete de la Contabilidad Regional. También veterano en la institución, lleva desde el año 1995, pasando de becario, a contrato y por último a funcionario.
Explica José Ramón que el servicio esta separado en dos niveles pero realmente hay tres, el destinado a las estadísticas de empresas, el de las estadísticas coyunturales, en el que «lo que se hace es, digamos, adelantar la evolución de ciertos indicadores (industria, turismo,…). Y después el departamento de cuentas, que lo que hace es valiéndose de las estadísticas de empresas, de coyuntura y de otras estadísticas, que lo que hace es sintetizar e integrar información para hacer un cuadro de oferta, demanda y renta. Dependiendo si son trimestrales o anuales la metodología cambia un poco. El IECA hace en ese sentido análisis técnico e independiente, nunca valoraciones, que hacen en la propia Secretaria General de Economía, con analistas propios que tienen«.
Hablamos en esta breve tertulia de nuevo del valor de los datos que proporciona el IECA. José Ramón dice “yo creo que el valor de los datos es tremendo, y no debería sustentarse en soportes coyunturales, si no en estructurales -se refiere a personal técnico- .”
Manuel abunda en la idea, comentando que “se estima en el año 2025 que la economía generada por los datos de los 27 países de la Unión Europea ascenderá a 800.000 millones de euros, con influencia en en 11 millones de trabajadores«.
Nos despedimos de José Ramón y a la vista tenemos a Marina Enguídanos Weyler, responsable de estadísticas de empresas. Señala que «nuestro producto, digamos estrella, es el directorio de empresas y establecimientos. Los datos se obtienen de fuentes administrativas. Antes contábamos con datos de naturaleza tributaria, pero ya no. Y ahora como fuente principal el directorio de empresas que elabora el INE, el DIRTE que se llama. Esa información se completa y focaliza a través de fuentes de la Seguridad Social en Andalucía. La información importante que añadimos es que particularizamos la información de empleo a cada empresa y lo intentamos hacer a cada uno de sus establecimientos«.
Es ingeniera agrónoma, pero siempre ha trabajado en temas económicos. Trabajaba en Estadística en la Consejería de Agricultura, y ahora precisamente vuelve a ese organismo, a un departamento de ayudas estructurales.
Marina destaca que un elemento prioritario en su labor es preservar el secreto estadístico, la privacidad y la protección de datos. «Tenemos que seguir teniendo la confianza del administrado, que nos proporciona sus datos para el uso más correcto. Sobre el resultado de nuestro trabajo, por otra parte, se basa la toma de decisiones«.
La otra columna del Área de Producción es la de Servicio de Estadísticas Demográficas y Sociales, cuyo jefe es Juan Antonio Hernández Rodríguez. Allá nos vamos y nos encontramos con Margarita Montesó Llano -estadísticas sociales- y Francisco José Viciana Fernández -estadísticas demográficas-.
Les preguntamos que cual es el dato más curioso con el que trabajan. Fran dice que «tenemos muchísimos datos singulares, sería difícil elegir uno«. Margarita da un paso adelante y comenta que «uno que resulta muy singular es la estadística de nombres, que llama mucho la atención«.
Ella es psicóloga y estadística, y entró en el Instituto directamente por oposición. Fran es médico epidemiólogo y estadístico facultativo. Está en el organismo desde 1992.
Han destacado ese dato de los nombres porque tiene muchas visitas en la web. Fran comenta que «los nombres van cambiando, muy despacio, pero cambian«. Él diseñó la primera publicación que salió al respecto, y nos comenta que en principio era un subproducto de estadísticas poblacionales, pero se convirtió en uno de los subproductos con más éxito en la web. El IEA fue el que hizo primero la publicación de nombres y apellidos, antes incluso que del INE.
Se nutren de los padrones y el registro de nacimientos. Tienen los datos de la población de Andalucía desde 1996, «pero estamos intentando irnos hacia atrás todo lo que podamos«. Han visto que hay registros desde finales del siglo XIX, y el objetivo es ir avanzando hacia atrás, con padrones, registros civiles, entierros… antiguos.
«Estamos pensando en la posibilidad de irnos muy atrás -asegura Fran-. Hay países, como los nórdicos, que tienen hasta dos siglos de seguimiento de su población. Y aquí tenemos registros históricos muy buenos que en algunos casos se están perdiendo. Intentaremos recuperarlos lo mejor que podamos«.
Les preguntamos por la unidad mínima de estudio, núcleos poblacionales, municipios,.. Responden que «La unidad mínima de información es la persona, y tenemos análisis incluso de núcleos familiares. Esa información no puede salir a ese nivel de desagregación, pero podemos producir a ese nivel de desagregación. Como tenemos individuos seguidos en el tiempo podemos saber si una persona que residía en tal lugar en tal año se ha movido al cabo de determinado tiempo a otros sitios. Esa persona que estaba, por ejemplo, soltera hace tres años, se casa y termina viviendo en otro lugar.
Esta información nutre las mallas de información de las que dispone el sistema. Por otra parte, sí se pueden dar datos individuales si son anónimos. Trabajan con muestras pequeñas, anónimas, en las que hacen el seguimiento, hasta el fallecimiento, de individuos concretos. Lo fundamental que se contiene en estos casos es la información que hay en los censos (domicilio, profesión, nivel de estudios, estado civil, …). Con esos estudios podemos saber si se mueren más los solteros que los casados, si lo hacen más o menos jóvenes, con más o menos estudios,…«.
Finalizamos la visita en el Servicio de Difusión y Publicaciones, para Manuel verdaderamente esencial. Su jefe es Fernando Martínez Escriche, y nos encontramos allí a Lourdes Rodríguez Macías y Alícia del Río González, que nos atienden amablemente.
Alicia se encarga de la Biblioteca, fundamentalmente, y ayuda en otras tareas. Aclara que «La biblioteca recoge publicaciones nuestras pero también de otros muchos organismos, públicos y privados«. Lourdes, como administrativa, está para todo.
Alicia nos enseña el lugar donde están los planos físicos, algo muy llamativo para el curioso. Hay cartografía antigua y también más reciente. Ella no es la que se ocupa de esa parcela, pero comenta que hay un poco de todo, mucha topografía. «Hay cartas náuticas, eso si lo se porque las he catalogado yo«.
«Precisamente con el Puerto de Huelva se hizo un trabajo especial de planos del puerto -añade Manuel-»
Nos despedimos con las ganas de llegar a casa y ponernos a bichear en la web del IECA, a buscar datos que son un tesoro de información, oficial y accesible.
Fotos: Edith-HBN y Lucía Espinosa.