Redacción. El BM Ángel Ximénez de Puente Genil se proclamó ayer Campeón del XXXVII Trofeo Internacional de Balonmano Ciudad de Moguer que ha vuelto a convertirse después de muchos años, en uno de los grandes eventos deportivos de pretemporada a nivel nacional.
El Rebi Cuenca, el Grupo Desportivo Aguas Santas de Portugal y el Pedro Alonso Niño completaron el cartel de un gran trofeo que ha permitido a los aficionados de toda la provincia disfrutar de un espectáculo de primer nivel, con dos grandes conjuntos de Liga ASOBAL y un participante en la Copa de Europa, además del equipo local.
El CB Pedro Alonso Niño y el Ayuntamiento de Moguer han apostado este año por recuperar el prestigio y la solera que siempre tuvo el trofeo de balonmano moguereño, en cuya organización han colaborado también la Federación Andaluza de Balonmano y la Diputación Provincial.
El Ángel Xímenez en el que milita el moguereño formado en la cantera del PAN, Dani Serrano, actualmente el mejor equipo andaluz de balonmano, empató a 33 con otro equipo ASOBAL como el Rebi Cuenca en el primer choque del torneo, venció al PAN Moguer por 22-34 en el segundo partido, y se impuso al Aguas Santas 32-30 en la última jornada, logrando proclamarse campeón de este veterano torneo que se convirtió en una gran fiesta del balonmano con un extraordinario ambiente en las gradas.
El BM Rebi Cuenca, antiguo Ciudad Encantada, mostró también sobre el parqué del pabellón Zenobia la calidad de su contrastada plantilla. Los conquenses empataron a 33 con el Ángel Ximénez, se impusieron a los locales por 24-35 y perdieron con el Aguas Santas 33-32, demostrando en todos sus choques una gran potencia y calidad.
Por su parte el equipo portugués, que disputará esta temporada la Liga de Campeones y que trajo hasta Moguer hasta 7 jugadores internacionales, ganó por la mínima al Rebi Cuenca y perdió 32-30 con el que sería campeón del trofeo en la jornada de ayer.
La enorme calidad de los jugadores que han participado en este torneo, que han ofrecido un espectáculo de primerísimo nivel, animado además por la gran igualdad que se ha visto sobre la cancha en la mayoría de los encuentros, han convertido a este XXXVII Trofeo Ciudad de Moguer en una gran fiesta del balonmano, recuperando el extraordinario ambiente que ha caracterizado durante décadas a este evento deportivo, y convirtiendo por unos días a la ciudad del poeta en la capital del balonmano nacional.
La organización, que ofreció una magnífica recepción a los participantes en el emblemático monasterio de Santa Clara y ha cuidado hasta el mínimo detalle de esta gran cita deportiva con el apoyo de un gran grupo de voluntarios, se ha mostrado muy satisfecha tanto del nivel deportivo del evento como de la asistencia masiva de espectadores a las gradas que han visto cumplidas sus expectativas de poder ver en directo a algunos de los mejores jugadores de Europa.