Ramón Llanes. El cine vino a vernos, a estar con nosotros en nuestro escenario de vida, a compartir patria de cultura, a degustar sol y bellezas; llegó el cine con su gala puesta desde los remotos lugares de Brasil, de Méjico, de Guatemala, del mundo hispano, estuvo ensimismado el cine en las atenciones que Huelva le prestó, en la complicidad de estos seres de aquí con los seres de allá, se encandiló el cine del aplauso limpio al terminar la película, los personajes del cine dicen que nunca conocieron lugar más fogoso, que se emocionaron al notar tanta cercanía en el trato humano, que volverían mil veces más a pasear Berdigón, Gran Vía, Concepción, Rábida; que fue la mejor sorpresa dicen los protagonistas del cine- encontrarse con una forma plácida de entender la convivencia, que las gentes les atraparon los sentidos, ( las gentes de esta Onuba vieja y romántica que otros creen apática); los actores y directores y productores de este cine reflexivo de la otra orilla se irán -lo han dicho ellos- encantados de haber vivido aquí unos días para enmarcarlos en su mejor memoria. Vinieron a traer cine y se encontraron con una realidad que también es cine amable, entusiasmo, convivencia, armonía y emoción. Con estos rasgos hace Huelva su patriotismo. Vinieron a conquistarnos y se fueron conquistados. Para nuestro más sano orgullo.