HBN. Prime Vídeo estrenó el pasado 13 de septiembre la serie ‘En fin’, que tiene un marcado sabor onubense. Creada por David Sainz (Malviviendo), ubica en España el epicentro del peor apocalipsis posible: el que nunca llega. Compuesta por seis episodios, En fin rompe con la fiebre de las catástrofes, tan bien nutrida por Roland Emmerich y compañía, y se pregunta cómo reaccionaría el mundo ante una falsa alarma por apocalipsis.
Esta serie, que ya ha alcanzado el número 1 en la plataforma de Amazon, ha sido rodada en varios escenarios de la provincia onubense, sobre todo en La Antilla, Isla Antilla, Punta Umbría, Isla Cristina y Lepe, tanto escenas en zonas urbanas como en espacios privados como hoteles. Además, cuenta con varias escenas en las que se ven puntos de la costa onubense, de Lepe y Ayamonte vistas desde dron. Pero no solo eso, sino que uno de sus protagonistas es el actor onubense Dani Mantero, quien además fuera concejal de cultura del Ayuntamiento de Huelva en la anterior legislatura.
José Manuel Poga, al que hemos visto, entre otras series, en La casa de papel, El cuerpo en llamas o Tú también lo harías, interpreta al desdichado Tomás en En fin. Su mujer es encarnada por Malena Alterio en uno de los primeros trabajos post-Goya de la actriz. El cómico David Sainz, que también guioniza y dirige los seis episodios, ha recurrido a uno de los comediantes más en forma del panorama español al agregar, al apocalíptico elenco, a Raúl Cimas.
Luisa Gavasa (El maestro que prometió el mar) y el camaleónico Javier Botet, junto a Antonio Dechent (A puerta fría) y Leonor Waltling (Hable con ella) completan un elenco en el que ni siquiera falta Chenoa interpretándose a sí misma.
‘En fin’: Sinopsis
Según la psicología, el duelo tiene cinco fases, y la última de todas es la aceptación. Tomás, un padre de familia felizmente casada, las atraviesa a la velocidad de Usain Bolt cuando escucha que el mundo tiene, literalmente, los días contados: apenas un mes. Sin pensarlo demasiado, abandona a su mujer y a su hija y se zambulle en una juerga infinita de alcohol, drogas y sexo. La que debía ser la última mañana del planeta lo encuentra desnudo y con resaca en un centro comercial.
Rodeado por desconocidos con los que la noche anterior compartió una orgía, Tomás oye la peor noticia de todas: el asteroide que debía impactar contra la Tierra ha pasado de largo. Con la misma convicción con la que decidió huir de casa, Tomás empieza a jugar sus cartas para solicitar su readmisión en el hogar. En cambio, y por motivos obvios, ni su mujer ni su hija están muy entusiasmadas con la idea.