Redacción. Según un reciente estudio del Ministerio de Sanidad sobre el consumo de drogas entre la población joven (14-18 años), el consumo de vapeadores se ha disparado en los últimos años. No es un dato sorprendente; su visibilidad es total y su accesibilidad también, lo que se refleja en escenas frecuentes de jóvenes vapeando.
‘Aunque el término vapor puede sonar inofensivo, el aerosol que sale de un cigarrillo electrónico no es vapor de agua y puede ser perjudicial’ afirma el doctor Antonio Ruiz Reina, neumólogo del Hospital Quirónsalud Huelva. Y es que este vapor contiene sustancias tóxicas como la nicotina que provocan enfermedades pulmonares, cardiacas y daño cerebral, además de aumentar las probabilidades de cáncer.
La adolescencia es un periodo delicado para el desarrollo del cerebro. Durante estos años, la estructura cerebral crece, cambia y forma nuevas conexiones. Es característico de estos años asumir más riesgos, como puede ser el vapeo, ya que las áreas cerebrales que regulan las emociones y la recompensa se desarrollan más rápido que las encargadas del autocontrol y la planificación. Por ello, el papel de los padres en esta situación es determinante para que los hijos no adquieran hábitos dañinos para la salud.
Explica el doctor Ruiz Reina que la nicotina puede tener efectos duraderos en el cerebro adolescente. ‘La exposición a la nicotina puede dañar la capacidad de aprendizaje y concentración de los jóvenes y hacerlos más propensos a actuar impulsivamente cuando llegan a la edad adulta’.
A nivel respiratorio, los últimos estudios afirman que el vapeo, con y sin nicotina, pueden causar inflamación y daños respiratorios graves y persistentes. Además, aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas como el asma y el EPOC y de mayor gravedad como la neumonía química y la bronquitis obliterante.
Existe la creencia que los vapeadores son una ayuda para abandonar el tabaco tradicional. Pero señala el experto que ‘esto es falso’. La dependencia del tabaco no es solo química, también es psicológica, gestual y social. Por ello, el abandono de este hábito solo se conseguirá con asesoramiento psicológico y tratamiento farmacológico.
Como conclusión, la recomendación por parte del doctor Ruiz Reina es la eliminación del hábito tabáquico tradicional, así como vapeadores con y sin nicotina evitando así problemas de salud a corto y largo plazo.