HBN. La 43 edición del Festival Internacional de Danzas de Villablanca se está desarrollando del 19 al 26 de agosto, fechas en las que por su carácter itinerante llevará el folclore tradicional a localidades como Palos de la Frontera, Almonte, Aljaraque, El Cerro de Andévalo, Villanueva de los Castillejos, Bonares, San Juan del Puerto, Muelle de las Carabelas y Faro; celebrándose los días centrales en Villablanca hoy jueves y mañana viernes.
De este modo, hoy jueves actuarán en Villablanca el Ballet Folklórico del Bío Bío de Chile, Comunidad de Danzas Folclóricas del municipio de Tepebasi de Turquía, el Ballet Folclórico Sabor Boricua-Aguadilla de Puerto Rico, Chanthaburi Folk Dance Group-Mueang de Tailandia y la Danza de Palos de Villablanca.
El día 23, el turno será para la Asociación Cultural Folklórica ‘El Venero’ de Extremadura, Grupo ‘Pronija’ de Prnjavor de Bosnia Herzegovina, Compañía Estatal de Canto y Danza Folklórica de Georgia ‘Gurjaani’, El Shams Ballet Group de Egipto y el Conjunto Artístico Nacional México Vivo de México. Historia del Festival El Festival Internacional de Danzas de Villablanca nace en Agosto de 1980, formando ya parte del patrimonio histórico-cultural de la provincia de Huelva.
Con una trayectoria de cuarenta y tres años, ha mostrado a lo largo de sus diferentes ediciones una de las manifestaciones más ancestrales y puras del hombre: la danza y el folclore como puesta en escena de valores, costumbres, ritos, leyendas y manifestaciones sociales. Este Festival nace como iniciativa de vecinos y vecinos de Villablanca, cuya contribución ha sido fundamental en la esencia de un certamen que ha mostrado las manifestaciones populares de los cinco continentes.
Su germen se encuentra en la Danza de los Palos de Villablanca, autóctona de la localidad, a la que se sumaron otras danzas ancestrales para configurar lo que es hoy en día: un evento que favorece la conservación y difusión de la cultura mediante la danza, representante de la defensa y preservación del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La solidez alcanzada a lo largo de estos años se traduce en un encuentro entre culturas, un espectáculo que cada día exige mayor entrega y dinamismo, un evento que requiere promoción e inversión, unos recursos humanos especializados y una infraestructura adecuada a las exigencias y la calidad de los grupos que nos visitan.