HBN. La 49ª edición del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla alcanza su punto medio este sábado con la presentación de una obra de Quevedo, uno de los autores más destacados del Siglo de Oro español. La compañía Morfeo Teatro, conocida por sus propuestas singulares, trae al escenario ‘Polvo serán, más polvo enamorado’, una versión de Francisco Negro. Morfeo Teatro regresa al patio de los Guzmán, donde anteriormente han representado ‘El médico a palos’ (2009), ‘La escuela de los vicios’ (2014) y ‘El retablo de las maravillas’ (2016).
Según la Diputación, las Comedias Burlescas del Siglo de Oro eran obras llenas de humor absurdo que se presentaban durante el Carnaval en fiestas cortesanas. Estas obras mostraban un ‘mundo al revés’, grotescamente parodiado y ofreciendo una sátira mordaz de la vida. Esta adaptación de Quevedo presenta una selección de sus letrillas, bailes y sonetos, mostrando su obra «más carnal, vehemente y funesta» y su «sardónica visión» sobre la fragilidad de la vida, rindiendo homenaje al poeta.
La obra retrata una compañía de comediantes ambulantes, conocida en el Siglo de Oro como ‘gangarilla’, que interpretaba tanto papeles masculinos como femeninos. La historia comienza con el entierro de un cómico por sus compañeros y la aparición de la Muerte para llevarse al fallecido. Este argumento permite la representación de los entremeses ‘El Caballero de La Tenaza’, ‘El Marión’ y ‘El Miserable’, que no se han escenificado desde el siglo XVII.
La obra invita a reflexionar sobre «lo insensato de buscar la felicidad con la fatalidad a nuestra espalda» y «a desafiar al destino con un sueño». Como proclama la compañía, «todos nuestros sueños y anhelos serán ceniza, mas tendrán sentido; polvo serán, mas polvo enamorado».
Morfeo Teatro, de Burgos, es conocida por la originalidad de sus propuestas. Su filosofía es adaptar o rescatar piezas poco comunes, tanto clásicas como contemporáneas, con una puesta en escena provocadora y una cercanía especial con el espectador. Su teatro ofrece un desalentado optimismo para revisar la trivialidad de la existencia y las convicciones en un mundo absurdamente lógico. Sus producciones, teñidas de esperpento, van de la farsa a la performance, con un enfoque humanista y una crítica social penetrante.