Redacción. Virginia Beltramini será la nueva secretaria general del Consejo de Administración de Cepsa, y directora de Asesoría Jurídica y Assurance de la compañía, a partir del próximo 16 de septiembre. En dependencia directa del CEO, Maarten Wetselaar, se incorporará también como miembro de su Comité de Dirección.
Licenciada en Derecho por la Universidad Complutense y Máster en Asesoría Jurídica de Empresas por el IE Business School, Beltramini ha desarrollado su carrera profesional en España y Estados Unidos. Cuenta con una experiencia de más de veinte años en procesos de transformación y M&A, habiendo liderado equipos globales en compañías de sectores de servicios BTO, digital e inmobiliario.
Durante los últimos 13 años ha ejercido como general counsel y secretaria del Consejo de Atento, uno de los mayores proveedores de servicios de outsourcing y transformación de experiencia de cliente a nivel global, donde ha liderado proyectos de expansión internacional, salida a bolsa, emisión de bonos y la reestructuración de deuda, entre otros. Adicionalmente, también ha sido responsable de las áreas de Compliance y Riesgos.
La nueva directora de Asesoría Jurídica de Cepsa ha recibido distintos reconocimientos sectoriales y cuenta con una amplia experiencia y conocimiento del ámbito legal y regulatorio.
Cepsa es una compañía internacional líder comprometida con la movilidad y la energía sostenibles con una sólida experiencia técnica tras más de 90 años de actividad. La compañía también cuenta con un negocio de química líder a nivel mundial con una actividad cada vez más sostenible.
A través de su plan estratégico para 2030, Positive Motion, Cepsa proyecta su ambición de ser líder en movilidad sostenible, biocombustibles e hidrógeno verde en España y Portugal, y de convertirse en un referente de la transición energética. La empresa sitúa a los clientes en el centro de su actividad y trabajará con ellos para ayudarles a avanzar en sus objetivos de descarbonización.
Los criterios ESG inspiran todas las acciones de Cepsa para avanzar hacia su objetivo neto positivo. A lo largo de esta década va a reducir sus emisiones de CO2 de alcance 1 y 2 en un 55 %, y el índice de intensidad de carbono de los productos energéticos que comercializa en un 15-20%, respecto a 2019, con el objetivo de conseguir emisiones netas cero antes de 2050.