Dra. Ángela Valladares: «La ansiedad y la depresión están a la orden del día y la prevención es clave para evitarlas»

Esta psiquiatra trabaja día a día en HLA Los Naranjos con psicoterapia escuchando al paciente y ayudándole a enfrentar la realidad, más allá de los fármacos

Ángela Valladares

Cristina Morales. Poco a poco se pone más el foco en la importancia de cuidar la salud mental, esencial para estar sanos al 100%. Hoy en día ir a terapia se está convirtiendo en algo habitual y natural, sobre todo para los jóvenes, eliminando ese estigma que antes tenía todo aquel que acudía al psiquiatra. Es por ello que HLA Los Naranjos ofrece en Huelva un servicio de psiquiatría con expertos en el ámbito que acompañan al paciente y le ofrecen tiempo y un seguimiento exhaustivo. La prevención es clave, al igual que la escucha, algo que buscan en primer lugar todos aquellos que tienen algún problema.

Entre estos profesionales se encuentra la Dra. Ángela Valladares García, graduada en Medicina por la Universidad de Sevilla y especializada en Psiquiatría vía MIR, en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Valme de Sevilla, realizando el itinerario de Psicoterapias, que le permitió tener una sólida formación en psicofarmacología y terapias biológicas, y disponer de las técnicas psicoterapéuticas para ofrecer la mayor cantidad de recursos, herramientas y alternativas posibles, dentro de las particularidades y necesidades especiales de cada caso. Allí también se formó en Terapia Electroconvulsiva, siendo la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica de este centro pionera en la aplicación exitosa de esta terapia en casos concretos.

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Angela Valladares psiquiatra Realizó dos rotaciones voluntarias en: Trastornos mentales orgánicos y neurociencias, en la Unidad de Psicogeriatría y Trastornos Mentales Orgánicos del Hospital Universitari i Politècnic La Fe, Valencia. Y, en Abordaje farmacológico y psicoterapéutico especializado para
pacientes con Trastornos de la Personalidad y pacientes con Trastornos de la Conducta Alimentaria, en el Programa Específico del Hospital de Día de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, centrándose en el subprograma de Trastorno Límite de Personalidad y la Terapia Dialéctico Conductual de Linehan.

Además, es Máster Universitario en Terapias de Tercera Generación, por la Universidad Europea Miguel de Cervantes, Valladolid y Máster Oficial en Neuropsicología, por la Universitat Oberta de Catalunya, Barcelona. En su extensa experiencia profesional ha trabajado en diferentes centros sanitarios públicos de Andalucía, como la Unidad de Hospitalización de Salud Mental del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez de Huelva y diferentes unidades relacionadas. Desde marzo forma parte del equipo del HLA Los Naranjos de Huelva, donde puede desarrollar lo que más le gusta, el cara a cara con el paciente y las consultas personalizadas. Hablamos Ángela Valladares para que nos cuente más sobre su interesante trabajo:



– ¿Cómo tomaste la decisión de estudiar medicina? ¿Y psiquiatría?
– A mi siempre me había gustado mucho la ciencia pero, sobre todo, lo relacionado con el hombre. En la época de bachillerato empecé a leer libros divulgativos de neurología y temas así, también porque tuve un caso cercano de demencia y me empecé a interesar por la neurología y la psiquiatría. Dudé un poco en la especialidad, de hecho dudé entre neurología, endocrino y psiquiatría. Al final por suerte no me fueron las cosas mal en el MIR y escogí psiquiatría en el Hospital Virgen de Valme de Sevilla.

– ¿Cómo fue tu experiencia como residente?
– Tengo muy buenos recuerdos de esa etapa, a pesar de la sobrecarga de trabajo y a las guardias, pero estaba muy motivada y me gustaba lo que hacía. Durante la especialidad se pueden hacer rotaciones externas y yo estuve en el Virgen del Rocío 3 meses en una unidad de trastornos de personalidad, sobre todo el trastorno límite de la personalidad que es un trastorno muy incipiente y que supone un gran reto que aún no está del todo controlado y que está relacionado con una alta mortalidad por la incidencia de suicidios y me pareció muy importante formarme más en esto. En este dispositivo se hacen muchas terapias de grupo, algo que a mi me gusta mucho, ya que no entiendo la psiquiatría solo desde la perspectiva farmacológica, el psiquiatra no debe estar solo para recetar medicamentos, sino que tiene que ir más allá y estudiar lo biopsicosocial, todo lo que envuelve al paciente, escucharlo y prestarle herramientas que puedas ayudarle.

A mi siempre me ha llamado mucho la vivencia del paciente con una patología, cómo es la vida del paciente con la enfermedad, cómo afronta su día a día. Pienso que al final un psiquiatra puede llegar a a curar más que otros especialistas o al menos aliviar mayor sufrimiento frente a lo que se pueda pensar por lo invisible de algunos síntomas.

También roté en el Hospital La Fe de Valencia, en una unidad de psicogeriatría y trastornos mentales orgánicos. La psiquiatría de los ancianos, en la que se veía de todo, por ejemplo personas operadas de tumores cerebrales que luego presentaban alteraciones de conducta, o demencias, así como otras patologías a caballo entre la neurología y la psiquiatría. Me gustó mucho esta especialidad, descubrí que me gusta mucho trabajar la psiquiatría con los ancianos, además se le daban mucha importancia a las terapias, como las de grupo.

– ¿Cómo decides dar el salto de la sanidad pública a la privada?
– Terminé la especialidad y trabajé unos meses en agudos, la unidad de hospitalización de salud mental del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Una experiencia enriquecedora aunque me di cuenta que me gustaba más pasar consulta. Así, estuve luego 10 meses en Lepe y 1 año en el dispositivo de salud mental de Huelva Capital, en Plaza Houston. Y ya de ahí di el salo a la privada, a explorar nuevos caminos. La razón principal fue la de poder pasar consulta y hacerlo con más tranquilidad y más tiempo para los pacientes, llevar un control más seguido de los casos y poder dedicarles el tiempo necesario, que al final en la pública es muy difícil, sino imposible en la mayoría de las ocasiones, y a mi lo que más me gusta es el trato con el paciente y el pasar consulta. No se puede hacer psicoterapia y creo que al final no se puede trabajar tanto la prevención, algo tan necesario en psiquiatría.

– ¿Cuál es tu trabajo diario?
– Paso consultas ambulatorias, consultas externas de psiquiatría general. Soy el equivalente a un médico de cabecera pero en la especialidad de psiquiatría, así me gusta llamarlo. Aunque hoy en día está de moda especializarse mucho en un ámbito, pienso que a veces perdemos la visión global y que es necesario poder tratar casi cualquier caso que venga, que tengan respuesta.

Veo casi todo tipo de patologías, incluso infantil, a no ser que se trate de casos que necesiten por sus características clínicas, un psiquiatra especialista en psiquiatría infantil, en cuyo caso realizaría la correspondiente derivación. Al igual que pasa con patologías que necesiten, por ejemplo, un ingreso.

– ¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión? ¿Y lo que menos?
– Lo que más me gusta es tratar con personas, escuchar el sufrimiento de las personas y darles su espacio, que se sientan escuchados, que es muy importante. Me gusta hacerlo de la forma más natural posible, me pongo a «charlar» con ellos aparentemente pero a la vez estoy explorando y viendo qué les pasa. Pienso que para no frustrarte con esta profesión tienes que disponer de cierto grado de filantropía, de gusto por el otro, que te guste escuchar a las personas, entenderlas y relacionarte con ellas. Curiosidad e interés por el otro.

Lo negativo es que es una profesión muy dura porque ves de primera mano el sufrimiento del otro, todo lo que ha pasado, sus vivencias… También que tu actuación tiene un límite y hay veces que no se puede llegar a todo ni todos. Por ejemplo algo muy duro son las pérdidas de los pacientes por suicidio, son inevitables los sentimientos de impotencia para el profesional, algo que les pasa también a las familias.

– ¿Cuáles son los casos más frecuentes que os suelen llegar?
– Los casos más frecuentes que vemos en la psiquiatría privada son ansiedad y depresión. Lo positivo de la privada es que se pueden detectar los casos de manera más precoz, se pueden concertar más citas con el mismo paciente, se pueden prevenir muchas complicaciones, se dispone de más tiempo y se puede trabajar mucho la escucha, que es algo muy importante en psiquiatría. Eso es lo que más me gusta, que puedo centrarme mucho en mis pacientes, puedo dedicarles tiempo, que es lo que más me gusta a mi, el trato en la consulta.

– ¿Qué servicios prestáis en el área de psiquiatría del HLA Los Naranjos?
– Disponemos de un psiquiatra más y psicólogos, que prestamos el servicio en salud mental. Aquí hacemos consultas regladas, no atendemos por ejemplo urgencias ni contamos con unidad de hospitalización. Por el momento, que yo conozca, no existen servicios de urgencias ni unidad de hospitalizaciones específicas de psiquiatría en el ámbito privado en Huelva, para eso habría que acudir a lo público. Todo se hace desde la consulta, que suele ser individual, aunque a veces también pasa un familiar porque es interesante y más completo ver la situación desde la mirada del otro. Hacemos analíticas en el caso prescribir fármacos y controlamos si puede haber algún problema físico también y hay que derivar a otro especialista.

– ¿Cómo trabajas cuando llega un paciente?
– En un principio se hace una entrevista de exploración y escucha. Se pregunta por una serie de síntomas y nos centramos en las alteraciones,
por ejemplo del sueño o la alimentación y cómo le está afectando esta situación a su vida y a su funcionalidad, en el trabajo o en sus
relaciones. Ya se ve si se puede beneficiar de un tratamiento psicofarmacológico o con la psicoterapia puede ir bien. También puede
derivarse al psicólogo. Luego se hacen revisiones para ver cómo va evolucionando el paciente, ya que en una consulta única no suele solucionarse todo. Incluso se tarda un tiempo en realizar un diagnóstico, hay que ir viendo diversos escenarios, situaciones y momentos.

– ¿Cuáles son los problemas de salud mental que más se dan en la sociedad actual?
– Depende de edad pero por ejemplo en los jóvenes está a la orden del día la ansiedad que generan las redes sociales y el compararse constantemente con los demás. Uno se siente inferior en comparación con lo que ve publicado, ya que hay un sesgo de publicación, solo se publica lo bueno y además a veces una realidad distorsionada. También en relación al aspecto físico, los trastornos de conducta alimentaria son muy frecuentes y todo un poco por lo que se ve en las redes, que ponen mucho  el foco en la imagen. Luego en edad más adulta hay mucha ansiedad laboral, mucha exigencia, malas condiciones… Y una ansiedad mantenida en el tiempo deriva casi seguro en una depresión, por lo que es algo que debe tratarse.

– ¿Crees que siguen quedando secuelas tras la pandemia de Covid-19?
– Se siguen viendo consecuencias pero es que además marcó un antes y un después, todo el mundo me habla de antes de la pandemia y después de la pandemia. Hay también muchos duelos que se han quedado congelados, que no se pudieron resolver, por ejemplo de seres queridos pero también de capacidades físicas que se han perdido en ese tiempo, personas que empeoraron por no poder moverse ni salir. Hay personas que lo vivieron bastante mal y que siguen arrastrando problemas de sueño y ansiedad. También marcó mucho la soledad, sobre todo en ancianos y en los jóvenes menores de 20 años, ese aislamiento social en una edad en la que tanto se socializa les marcó mucho.

– Envía un mensaje a los onubenses.
– Ante la duda lo mejor es consultar, que si no es necesario volver no se vuelve pero que no le tengan miedo, mejor prevenir que curar, sobre todo teniendo la oportunidad, Cualquier cosa puede complicarse y es mejor prevenir, porque las cifras de suicidio están ahí y hay que luchar contra él, ya que toda vida es importante.


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1 comentario en «Dra. Ángela Valladares: «La ansiedad y la depresión están a la orden del día y la prevención es clave para evitarlas»»

  1. Muy buena entrevista. Dicen las lenguas populares que de hoy, “la sociedad está enferma”, yo creo que siempre lo estuvo, pero no se hablaba de ello. Sí se necesitan profesionales especialistas, en Salud Mental, que nos ayuden en el día a día, con los problemas propios y asociados que no esperábamos encontrarnos en el caminar de la vida, pero que causan, ansiedad, insomnio, estrés, depresión y aquellos con los que nacen los TLP y TLN que al convivir con otra persona, terminan por destruirla por dentro y por fuera.

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