Redacción. El delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Pedro Yórquez, ha supervisado los últimos trabajos de descorche que ha llevado a cabo la Junta de Andalucía en el monte público Santa Clara-El Vínculo, en el término municipal de Aroche. Estas actuaciones, que han concluido hoy, se han realizado en el marco de la campaña de la saca del alcornoque (Quercus suber), que comenzó el 1 de junio y se extenderá hasta el 1 de septiembre.
“El corcho supone uno de los principales recursos proporcionados por el monte de alcornocal en fincas de Huelva y el resto de Andalucía. Es un producto natural con una gran variabilidad en cuanto a sus características y propiedades, de ahí la necesidad de determinar la calidad”, ha manifestado Pedro Yórquez. En este sentido, la Junta pone en valor “su alto valor ecológico” y la importancia económica de las múltiples producciones del alcornocal, entre las que destaca el aprovechamiento del corcho, a través del Servicio del Alcornocal y el Corcho en Andalucía (SACA).
Entre las actuaciones del SACA destaca el Programa del Plan de Calas, para estimación de calidad de corcho y el asesoramiento de gestión. Ambas actividades proporcionan información relevante tanto acerca de la calidad de corcho en árbol antes del descorche, como en pilas, tras el descorche, necesaria tanto para productores como industriales. “Esta regulación redunda en la transparencia del mercado corchero. Además de incrementar el valor productivo de los alcornocales andaluces, proporciona la información necesaria para el desarrollo y la planificación de cualquier plan de gestión forestal sostenible”, ha explicado el delegado territorial competente en la materia.
La calidad del corcho está definida por dos parámetros: El calibre y el aspecto. Para la obtención de estos parámetros se toman muestras de unos 70 alcornoques, de cuyos análisis resulta un parámetro muy útil, la calidad media. Este valor se obtiene del porcentaje de corcho de cada calidad y del precio de mercado de cada clase de calidad. La saca del alcornoque se realiza en periodos de 9 a 12 años.
Un aprovechamiento sostenible
En el monte visitado por Pedro Yórquez, la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul tiene previsto un aprovechamiento en 2024 de unos 1.350 quintales de corcho. La extracción del corcho, incluidas las labores previas, está contratada a través de licitación pública a empresas del sector, dirigidas y
supervisadas en todo momento por la Delegación Territorial por medio de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía (AMAYA), que tiene encomendada la gestión de montes como el de Santa Clara-El Vínculo a través del Plan de Gestión Integral (PGI) de El Mustio.
El aprovechamiento comenzó con la ejecución de labores previas, los ruedos y veredas, aunque el corcho se extrae en junio. Estas acciones iniciales, que en esta zona se han realizado en otoño para respetar el periodo de reproducción del buitre negro (Aegypius monachus), consisten en la eliminación de la vegetación arbustiva mediante operaciones de arranque, descuaje o roza. En el caso de los ruedos, se elimina la vegetación arbustiva en una circunferencia alrededor de los pies de alcornoque, tanto para facilitar el acceso al árbol como para favorecer su desarrollo posterior y protegerlo contra un posible incendio forestal. Las veredas eliminan la vegetación en fajas para acceder a los árboles y para desemboscar el corcho. La anchura varía dependiendo del tránsito que vaya a soportar.
Una vez que se comprueba que el corcho se despega del árbol con facilidad, ya en junio, se procede a su extracción. Este año, como novedad y gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Aroche, se realizará antes de la venta un clasificado del corcho extraído. “Esta práctica facilitará el conocimiento del producto a las empresas interesadas en su compra”, en palabras de Pedro Yórquez, ya que la venta del producto se realiza por subasta pública.
El representante de la Junta ha concluido que “el corcho es un aprovechamiento sostenible que, además, ayuda a la conservación de los bosques y dehesas de alcornoques”. “El resultado es un producto completamente natural, renovable y biodegradable, que se utiliza principalmente para la elaboración de tapones y como aislante, aunque tiene otros usos”, ha agregado.