HBN. El pueblo de Berrocal, enclavado en la cuenca minera de Huelva, se prepara para celebrar sus emblemáticas Cruces de Mayo, una de las festividades con mayor arraigo de la provincia. Este viernes 3 de mayo arrancan las actividades en las que la Real Hermandad Sacramental de la Santa Vera Cruz de Arriba y la Hermandad de la Santa Cruz de Abajo conmemoran sus tradiciones y raíces.
Un programa rico en historia y costumbres locales
Desde el viernes 3 de mayo hasta el martes 7 de mayo, la Real Hermandad Sacramental de la Santa Vera Cruz de Arriba despliega un programa lleno de actividades que encapsulan la esencia de su rica historia y fervor popular. El pistoletazo de salida lo marca la Corta del Romero, en la que los hermanos y hermanas disfrutan de una jornada festiva al aire libre que culmina con un pasacalles a cargo de la Charanga Tropical Band y con el concierto de La Jungle Band en La Perla, sede de la hermandad sita en la calle Larga.
El sábado 4 de mayo, conocido como Día del Romero, es un día repleto de actos que muestran la belleza y esplendor del legado de las Cruces de Berrocal y que se inicia con el recibimiento de la Banda de Música Virgen de las Mercedes de Bollullos Par del Condado. La emoción propia de estas fiestas alcanza su punto álgido con la salida de las Bestias del Romero a las 16.00 h, y la de los Mozos de la Bandera a la 18.30 h, cuando se producen verdaderos instantes de comunión y fervor entre todos los hermanos que cantan coplillas populares junto a resonantes gritos de «¡Viva!» que trascienden las calles de Berrocal. Este ritual, arraigado en la historia y la identidad de la comunidad, encarna la esencia misma de las Cruces de Berrocal, fusionando la solemnidad con la pasión en una celebración única e inolvidable.
A las 21.00 h está prevista la Procesión de las Vísperas Cantadas, que encabezan los mozos de este año Paloma Bermejo y José Carlos Castizo, quienes llevarán con orgullo las insignias de la Real Hermandad Sacramental de la Santa Vera Cruz de Arriba junto a la Cruz mientras procesiona hasta la Iglesia de Berrocal.
Pasada la medianoche comienzan los conciertos gratuitos en la sala La Perla, con Los Inhumanos, el mítico grupo de los 80, como cabeza de cartel. Más tarde le sigue el DJ Óscar Fuego, que ofrece un espectáculo visual único a la par que va alternando grandes éxitos que invitan a bailar a todos los que se animen a visitar las Cruces de Berrocal. A las 12.30 h del domingo, Día de la Cruz, hay una misa en la Iglesia de Berrocal en la que participan las dos hermandades del pueblo.
Al finalizar, tiene lugar la procesión de la Santa Vera Cruz de Arriba. Por la noche, la Perla vuelve a acoger nuevas citas musicales con los conciertos de Jamakuko, Peta Z’s Band y un último DJ. El lunes, Día del Lobo, continúan las actividades, como un pasacalles o la Salida de la Cruz, mientras que el broche final de las celebraciones lo pone la tradicional “enzapatá”, prevista para el martes, Día de la Zorra.
Las Cruces de Berrocal, una fiesta con siglos de historia
Para conocer el origen de estas fiestas hay que remontarse a mediados del siglo XVII, momento en el que la Cofradía de la Santa Vera Cruz se convirtió en un símbolo de unidad para el pueblo frente a las inclemencias propias de las hambrunas y epidemias de la época.
Sin embargo, en el siglo XVIII, se comenzó a recaudar limosna de forma separada, sembrando la semilla de lo que sería una rivalidad entre quienes vivían en la parte alta del pueblo y aquellos de la parte más baja. La división culminó en 1875 con una escisión de la que nacieron la Hermandad de la Santa Cruz de Abajo y la Real Hermandad Sacramental de la Santa Vera Cruz de Arriba, siendo esta última la que continuó bajo el amparo de la antigua Cofradía y se mantuvo fiel a sus raíces.
Las Cruces de Berrocal son mucho más que una festividad. Cada momento de estos días está cargado de historia y emoción, capturando la devoción y el espíritu del pueblo. Invitamos tanto a lugareños como a visitantes a experimentar la magia de las Cruces de Mayo en Berrocal y dejarse llevar por su acogedor ambiente al son de sus agitados “¡Viva!” y sus pegadizas coplillas.