Redacción. El Seprona Doñana de la Guardia Civil investiga a dos personas por un Delito de caza furtiva en un coto privado de caza, al carecer de permiso del titular del terreno cinegético y del Parque Natural Protegido de Doñana.
Los hechos se produjeron el mes de febrero, cuando se recibió aviso de un Guarda Rural de un Coto de Caza de la demarcación Moguer-Mazagón (Huelva), comunicando que un directivo y dos socios, que estaban preparando los puestos de caza, para la montería que se iba a celebrar dos días después, habían visto a un hombre con un vehículo y un perro de cacería suelto, existiendo la posibilidad que estuvieran cazando de forma ilegal, facilitando la descripción del vehículo.
Los agentes iniciaron una búsqueda del vehículo, siendo interceptado cuando circulaba dirección a Almonte. Se identificaron a sus dos ocupantes y se inspeccionó el maletero, encontrándose un perro de caza con las patas mojadas, sabueso utilizada normalmente para rastrear animales abatidos o heridos en la actividad de la caza.
Además, en los asientos traseros, se localizó una escopeta del calibre 12 guardada en su funda, la cual se retiró provisionalmente por motivos de seguridad, continuándose el registro del vehículo en el puesto de la Guardia Civil de Matalascañas, debido a la actitud amenazante de los ocupantes.
En dependencias oficiales, junto con otra patrulla del SEPRONA, se continuó con el registro, encontrándose dos navajas, una de estas automáticas, que es un arma prohibida, además de una sierra eléctrica de batería y un cartucho sin usar de 28 gramos, para escopeta del calibre 12.
Por todos los indicios existentes, se iniciaron las investigaciones para determinar si estas personas pudieran estar relacionadas con un delito de caza furtiva en un coto privado de caza.
Al día siguiente, los agentes localizaron en el punto donde se le dio el alto al vehículo, junto a la cuneta, una vaina usada del cartucho bala. También, en un punto del trayecto, se encontró una canana de caza con doce alojamientos para munición, conteniendo 11 cartuchos de bala del calibre 12, siendo uno de estos, exactamente igual al cartucho ya usado localizado en la carretera y compatible con la escopeta que portaban las personas identificadas.
Los infractores, pudieron haber lanzado estos objetos por la ventana, sin ser percatado por los agentes, aprovechando la oscuridad de la noche y la lluvia, con la intención de eliminar posibles pruebas.
Con apoyo de la Unidad Canina del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, se inspeccionó la zona del coto donde fueron visualizadas estas personas, localizando un ciervo abatido por disparo, con orificio de entrada y salida de bala, cuyo estado de descomposición coincide con el día que fueron vistas en el lugar.
La investigación finalizó con la investigación de ambas personas, como presuntos autores de un Delito de caza furtiva.