Redacción. La subdelegada del Gobierno en Huelva, María José Rico, presentó la jornada “Violencia de género en el ámbito sanitario”, organizada por la Unidad de Violencia sobre la Mujer de la Subdelegación del Gobierno con la colaboración de la Universidad de Huelva, que acogió el acto en la Facultad de Humanidades.
En su intervención en la apertura de la jornada, María José Rico incidió en la importancia clave de la creación, en todas las provincias andaluzas, de los Equipos de Atención a la Mujer del Área de Gestión Sanitaria, “que permiten ofrecer desde el ámbito sanitario un nuevo recurso especializado y multidisciplinar para la asistencia de mujeres víctimas de violencia de género, realizando una valoración exhaustiva de las necesidades de estas mujeres y un acompañamiento continuado desde la detección hasta el comienzo de su nuevo proyecto de vida”.
“Los profesionales sanitarios son un referente fundamental por su accesibilidad, fuera del entorno familiar, para pedir ayuda, convirtiéndose los servicios sanitarios en el único lugar donde la mujer puede acudir sin levantar sospecha ante el maltratador”, explicó María José Rico.
Luis Fernando Romero y Judith Fernández Martín, Trabajador Social y Psicóloga Clínica respectivamente del Equipo de referencia en salud para la Atención Integral de la mujer en situación de violencia de género para el Distrito Sanitario Huelva Costa han realizado una exposición meridiana de la necesidad de la detección temprana y asistencia a las víctimas y han explicado el programa de detección precoz que vienen desarrollando.
Las Unidades de Valoración Integral (UVIG), creadas en virtud de la Disposición adicional 2ª de la Ley Orgánica 1/2004, de medidas de protección integral contra la violencia de género, juegan un papel fundamental en el proceso de valoración de la situación de violencia de género tienen. De ahí que la coordinadora de la UVIG de Huelva, María Dolores Jiménez Ramos, expusiera las repercusiones de la violencia de género en la salud de las mujeres víctimas.
Jiménez Ramos explicó que la valoración integral “incluye un estudio de la víctima, del agresor y de los menores expuestos a la violencia, que se extiende más allá de las agresiones físicas o psíquicas, considerándose también los roles e interacciones de los implicados, así como la intensidad y recurrencia de la violencia. De esta manera, con frecuencia, la valoración médico-forense, requiere de forma complementaria una valoración psicológica de las víctimas, así como la elaboración de informes sociales sobre aquellos aspectos relacionados de manera directa, bien con la violencia o bien con aquellas otras cuestiones de interés judicial para la adopción de medidas”.
En la jornada ha intervenido también Pilar Castilla Hermoso, del Equipo Mujer Menor de la Guardia Civil de Huelva, quien expuso la importancia del parte de lesiones y la coordinación policial, ya que “son diversas las dificultades probatorias con las que nos encontramos en los procesos por violencia de género” y añadió que “las especiales circunstancias que suelen rodear a la víctima provocan que en gran número de ocasiones su declaración sea la única prueba de cargo en un juicio, pues las agresiones se producen normalmente en el ámbito familiar, en una ámbito de privacidad y clandestinidad, sin otros testigos directos que los propios implicados: agresor y víctima, lo que conlleva que si la víctima no declara, quedará probablemente impune el delito”.
Por tanto, concluyó la guardia civil, “debemos tener en cuenta que cuanto más cercano al momento de la agresión sea el examen que se practica en la víctima, más certero podrá resultar el informe que se proponga como prueba pericial en el juicio, por ello resulta conveniente que a la mujer se le asista y se le explore con la mayor inmediatez posible”.