José Manuel Alfaro/ Sección de ficción Cuaderno de Muleman. El 24 de febrero, coincidiendo con el segundo aniversario de la invasión de Rusia a Ucrania. Se presentó a las 17:30 h en la librería La Taberna del libro de Moguer, convertida ese día en una discoteca literaria, la novela Propaganda del escritor y librero de Moguer José Manuel Alfaro Muleman, publicada por la editorial OKTO, al cuidado de la editora Ana Garrido, el escritor Manuel Moya y el poeta Antonio Ramírez Almanza. Un acto que fue tan emocionante como tirarse por un barranco, como nos cuenta en esta entrevista el propio escritor y futuro barranquista.
– ¿Qué se siente cuando alguien se tira por un barranco?
– Es curioso, pero tirarse por un barranco, es una mezcla entre alegría y tristeza. Alegría porque no todos los días te tiras por un barranco y experimentas esa sensación placentera de dar vueltas sin poder parar, mientras te vas clavando todo lo que encuentras a tu paso. Pero al mismo tiempo sientes cierta tristeza de ver cómo llega un momento en el que el barranco se acaba, que no es infinito y que por mucho que quieras que este no termine, al final acabas bocarriba mirando al sol diciendo guau.
– ¿Cómo se llega a este punto de cierta locura?
– La mayoría de las cosas que suceden en nuestra vida no ocurren porque queramos que ocurran, inevitablemente somos seres dependientes y totalmente influenciables que nos dejamos llevar por el efecto Vicente, ese del yo voy donde va la gente. Por eso cuando me propuse tirarme por un barranco, lo hice porque creía que era el momento de hacerlo, a pesar de saber que iba a contra barranco, sobre todo después de haberlo intentado en varias ocasiones. Pero esta vez dije, ahora o nunca, aun sabiendo que esta decisión me exponía a que todo el mundo opinara sobre lo que había hecho, me he llevado casi dos años sin decir que me iba a tirar por un barranco para no preocupar y asustar a nadie. Supongo que esto mismo le pasará al escritor que publica su primera novela, que se convierte en reo de su propio libro para siempre después de un juicio, que termina condenándote a que se rían de él para durante la vida, algo que me parece muy bien, si eres escritor y no se ríen de ti, ni eres escritor ni eres nada.
– ¿Le ha ayudado alguien a hacerlo?
– Lo peor de todo esto no es tirarte por el barranco, sino que para tirarte bien por un barranco y hacer un buen descenso necesitas ser empujado por otras personas y con fuerza. En mi caso he tenido la suerte de que he recibido la ayuda de gente a la que incluso he obligado a hacerlo, como la filóloga hispánica Ana Garrido y editora jefa de la editorial OKTO y experta en corrección de textos, a la que no se le va ni una tilde, un escritor como Manuel Moya capaz de leerse un manuscrito y hacer una análisis certero de la debilidades y potenciales del mismo diciéndote que le sobran treinta páginas o un poeta como Antonio Ramírez Almanza que se ha tenido que leer el cuarto borrador de la novela con fiebre y vértigo porque yo lo obligue, algo de lo que no me siento orgulloso, pero era eso o se tiraba conmigo por el barranco abajo. Aunque en mi caso todavía ha sido mejor, sobre todo viendo a tu propia familia como te empuja barranco abajo, ver a tu mujer y tus hijos hacerlo puede parecer duro, pero cuando en ese momento estás en el filo del barranco, eso es lo mejor que te puede pasar en este barrinquicio
– ¿Ha merecido la pena?
– Claro que sí, cuando uno se tirar por un barranco sabe a lo que se expone y si no lo sabe ni es escritor, ni canto rodado o tronco de madera cayendo a toda velocidad ladera abajo. Hasta un medio tonto sabe que hay un antes y un después de tirarse por un barranco, que después de esto nadie volverá a mirarte de la misma forma. Soy de los que piensan que cuando publicas tu primer libro la gente deja de respetarte y pierdes toda la reputación que tenías, así que, si tengo que elegir, elijo tirarme por un barraco, aunque publicar tu primera novela tienes su cosa, así que elijo las dos.
– ¿Lo volvería a hacer?
– Claro que sí, yo no he venido a este mundo a tirarme una sola vez por un barranco, después de llevar veinte meses entrenando para ello y olvidarme de todo. Yo quiero seguir tirándome y aprendiendo todas las técnicas de como rodar armónicamente ladera abajo, quiero aprender a disfrutar, a vivir el momento, el vértigo, el dolor y el placer de hacerlo, porque solo aprende a tirarse por el barranco, quien no deja de hacerlo. Además, todo el que dice que tirarse por un barranco es fácil, miente, como también miente el 99 % de los amigos que dicen que se van leer tú primera novela y la dejan antes de llegar al capítulo quince.
– Bueno vamos a hablar de la novela que ha escrito.
– Mejor se lo cuento otro día y si no hubiera ido el 24 de febrero a la librería la Taberna del libro a las 17:30 h y hubiera escuchado lo que se contó sobre el libro Propaganda, y porque es la primera novela que habla sobre la guerra de Ucrania que no habla de la guerra de Ucrania. Una novela en la que la guerra se libra en la fiesta de una discoteca el último día de un viaje de fin de curso universitario, donde el amor la risa y el desastre humano están en los encarnizados combates de lucha grecorromana en la pista de baile de una discoteca dirigida por Vladímir, un director sin escrúpulos de una de las veinte mejores discotecas del mundo.
– Retomando el tema del barranco ¿cómo de grande era el barranco?
– Bastante grande, pero no hay barranco lo suficiente profundo que no tenga fin, por eso invito a todo el mundo que se tiren todos los días por un barranco y no tengan miedo, que por mucho que rueden siempre se termina bocarriba.
José Manuel Alfaro Muleman
Moguer (1975). Escritor y librero en la librería La Taberna del Libro desde el 2010. Un espacio cultural donde ha colocado en sus estanterías más de 50.000 títulos diferentes, preparado cientos de devoluciones, barrido y limpiado suelos, quitado telarañas del techo y mierdas de perro de la acera. Librería donde también ha programado presentaciones de libros, narraciones orales para niños y adultos, catas de vinos, recitales de poesía erótica con tappersex incluido, llevado los libros hasta la orilla de la playa y participado en ferias del libro. Desde el 2008 coordina el encuentro de escritores y escritoras “Burros Verdes” de Moguer auspiciado por la Fundación y Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez. Tiene publicado dos libros ilustrados o poemas gráficos Muleman (2019) y Broom (2023), desde hace unos años escribe todos los domingos en el diario digital Huelva Buenas Noticias y no sabe, si como escritor y ser humano, después de escribir varios libros más, se arrepentirá de editar y publicar su última novela “Propaganda”